MADUREZ
Yo maduré de a
poco, en tiempo largo,
un trajín
cotidiano, siempre esquivo,
aporté mi
tesón, mi pan, mi trigo
sin quedarme
sumido en el letargo,
no sometí mi
pluma al lapso amargo,
la desazón que
supo estar conmigo,
me sobrepuse
al luto y al castigo
y al inmenso
dolor que peso y cargo
y fui breva,
quizás y acaso fardo,
un opaco
bohemio, un vate pardo
a quien la
vida trató como enemigo;
mi musa fue de
ortiga y no de nardo
y en el
balance final, dibujo un bardo,
anclado sobre
un témpano perdido.
RODOLFO
VIRGINIO LEIRO., poeta y escritor argentino
MIEMBRO FUNDADOR DE ASOLAPO ARGENTINA
MIEMBRO FUNDADOR DE ASOLAPO ARGENTINA
del libro
Páginas ocres, ed. 2010
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