NAÏF
Las pinté como pude, sin pinceles,
apoyado en la mesa, en la cocina,
con certezas y dudas,
alejado de todos,
con obsesión y con la sola
ayuda
de lo visto en la vida
y en un par de almanaques.
Las pinté como pude,
y cuando quise lavar mi mano
me fue imposible hacerlo
y todos los colores se quedaron
en ella.
Por eso estas flores de ahora
son flores con fecha,
con asombros de infancia,
hechas para los amigos
y listas para ser colgadas.
Hoy es un día claro.
Siento la mano aliviada
como si fuese otra flor
que pudiera abrirse siempre,
y con las mismas dudas y obsesiones,
me pongo a retocar los amarillos
con el más izquierdo de los
dedos
de mi mano derecha.
LUIS ALPOSTA,
poeta y escritor argentino
MIEMBRO HONORIFICO DE
ASOLAPO ARGENTINA
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