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sábado, 25 de marzo de 2017

ROSA DE POESÍA, Antonio Las Heras, Buenos Aires, Argentina

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ROSA DE POESÍA

                            Por Antonio Las Heras

Cuán difícil es encontrar un tema
para crear con él una hermosa rosa roja
que en lugar de pétalos tenga versos
cuyo néctar preciado sean estrofas.
Una hermosa rosa roja que pertenezca
a la extraordinaria planta de poesía
que ha nacido de la parcela
en la que siembra la diosa vida.
Un rosal que, en sus coloridas flores,
diseña sencillos pasajes del tiempo
en los que se desarrollan alegrías y dolores.
¡Qué difícil es encontrar un tema
para poder crear con él una hermosa rosa roja!
Una rosa roja que nos hable de viejas
Desde hace tiempo olvidadas tradiciones;
que nos de la mensura de los campos del cielo;
que recorra los caminos vedados al hombre;
que nos muestre lo malo y lo bueno:
¡Qué nos enseñe el Universo!
¡Qué haga caer todos esos velos
en los cuales se encuentra atrapado el hombre!
Una hermosa rosa roja creada por el alma
para ser plantada en el campo de la vida
hasta ser llevada al inmenso florero de la poesía.
Una hermosa rosa roja que vagará por el mundo
buscando sensaciones que agregar a sus pétalos
para que se mantengan fuertes sin marchitarse nunca.
Una rosa roja, que ha crecido usando como sostén mi cuerpo.
Una rosa, hermosa, roja, que no morirá,
                                              aunque yo haya muerto.
Una rosa que atravesará los vericuetos del tiempo.
Una rosa encarnada en esclarecidas mitologías.
Una rosa creciendo en el campo con espinas
Cultivado por un extraño ser mágico singular.
Una rosa, hermosa, roja que sabe mucho de Amor.
Una rosa que nunca, nada, olvida.
Una hermosa rosa roja
que en lugar de pétalos tiene versos;
de la cual, las abejas, sorben estrofas.

Ciudad de Buenos Aires, 9 de noviembre de 1970

©ANTONIO LAS HERAS, poeta y escritor argentino

MIEMBRO ASESOR CULTURAL DE ASOLAPO ARGENTINA

RETAZO DE NOSTALGIA, Yolanda Elsa Solís Molina, Barcelona, España

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RETAZO DE NOSTALGIA


En esas madrugadas, en que el insomnio se mudó al pasado, "La noche triste" viene en jirones trasnochados, a mis recuerdos, con la figura añorada de mi padre, descolgando la guitarra del ropero... "Nadie en ella canta nada, ni hace sus cuerdas sonar"..."Y la lámpara del cuarto, también tu ausencia ha sentido, porque su luz no ha querido, mi noche triste alumbrar"..! Y viene a mi mente, la figura escuálida del flaco y los acordes del bandoneón de Troilo, rezongando en el silencio de los recuerdos..!
El mate, comienza la ronda y el recuerdo entibia las noches frías del agosto argentino, los tapiales, la pileta donde había que lavar la ropa, en ese patio de sillas bajo el cedrón, las rayuelas, la escondida, el cielo azul, poblado de palomas, los deberes, mis dibujos, las magnolias y el zanjón... ¿Cómo contarle a los españoles del tango y el lagrimón?...del potrero, las goleadas, la serpentina, el amor??? 

©YOLANDA ELSA SOLÍS MOLINA, poeta y escritora argentina.
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA



SONETO A LA PAMPEANÍA ARGENTINA, Alfredo Torres, Rufino, Santa Fe, Argentina


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 SONETO A LA PAMPEANÍA ARGENTINA

A las ciudades de 
RUFINO,  AMÉRICA, PIHUÉ, MERCEDES, PEHUAJÓ  y SAN ANTONIO DE ARECO
y a las demás nacidas en la pampa.


CON DOS SÍLABAS SE NOMBRA BREVEMENTE
la dimensión de tanta inmensidad
que, habiendo lluvia es fecundidad
ombú, misterio,  claridad ingente /

PAMPA decimos y... alumbró  la mente
la poesía de vuelo en libertad
de bandadas surcando eternidad
de vida, luz y paz,  eternamente /

La presencia de un cielo transparente
sobre un mar de verdor que canta y nombra
el esfuerzo del hombre  y lo soñado /

Lo dicho en  Martín Fierro  es elocuente,
y en Santos Vega  y en Segundo Sombra :
PAMPA ES POESÍA  Y CORAZÓN sembrado //

©ALFREDO TORRES, poeta y escritor argentino
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA

ALFREDO TORRES
Rufino, (Santa Fe)


ABDUCTA DE TI, Anabel González Medina, La Habana, Cuba

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Imagen de. NI TE IMAGINABAS

ABDUCTA DE TI
 
Pensarte es hurgar,
de ansia humectar,
tu zaguán de olvido.
Ignorar razón,
recobrar sazón;
ego resentido.
Por amar así,
renegué de mí;
cuanto me he mentido.
Respiro valor,
olvido el temor;
Al fin he entendido.
Que comprometer,
es más que alabar;
conciencia crear.
No es dejar de ser.

©ANABEL GONZALEZ MEDINA, poeta y escritora cubana

MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA

EL MAR DE LOS POBRES, Carlos Rodolfo Ascencio Barillas, El Salvador

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EL MAR DE LOS POBRES

El mundo
            Es el bullicio del hambre,
           
Donde los niños
Yacen muertos
            Y que tristes   
           
Son las angustias
Del alma,
Y el dolor ineluctable

De Todas las miserias
Desnudas del universo
Que ciegan

Las sombras de los cementerios,
En el caminar
De los muertos
Que sueñan llorando

Y los vivos
Que mueren
Soñando,

Y los niños
En las calles,
Con la sed en sus labios
Y hambre en las entrañas
De las tristes ilusiones,
Y Muertas Esperanzas
En la llaga del mundo.

¡Lloren los hombres!
En el letargo camino
Con los ojos extraviados
Frente al sol
Que mira sus penas,

Y Los ricos que ignoran
Las tumbas
Inocentes

De las madres
Que gimen
En los pechos marchitos,
Cual leche,
Fluye de abundante
Dolores,

En un río,
Torrentes
De miserias
Y calamidades,

Continúa el hambre
Con Voces y manantiales
De llanto

Y amargura,
Cada día el dolor
Profundo

En la ciudad
De los muertos
Vivientes,

¡Qué horrible destino!
Es el vivir,
De los pobres que mueren
En el vientre del mundo

Y los pueblos que olvidan
El existir
De sus propios sueños
En la paz de las humanas
Miserias.

Y crueles los hombres
Que al mundo le niegan fortunas
Derrochando riquezas
En el mundanal pantano
Y la sed, el hambre y el frío
En el gran alarido nocturno
Fuerte, mustio y mío,

Y esto es todo cuanto digo
Una voz sin aliento
Un invierno sin abrigo
Y es el pesar que yo siento
Una madre, un niño
Y un mendigo.

El mundo es el bullicio
Del hambre.

©CARLOS RODOLFO ASCENCIO BARILLAS, poeta y escritor salvadoreño Poeta
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA

EL DIA MUNDIAL DE LA JUSTICIA SOCIAL ¿qué es justicia? ¿Qué es libertad?¿Qué son las convicciones del hombre?¿Qué es la igualdad en el mundo?¿Será que me veo en la crueldad mientras unos hablan de paz otros se preparan para la guerra…Pero, ¿Por qué tanta riqueza? en un mundo vanidoso, en una sociedad distorsionada donde se niega el pan de trigo, y el vino escaso de uvas, ¡Libraos Dios de este mal y de los pensamientos impuros, de las locas tentaciones, y de las cadenas perniciosas.  Dejad que la justicia prevalezca, la igualdad de oportunidades en la abundancia del trabajo, el bienestar económico para todos que las ambiciones desaparezcan y que en el llanto de los niños no se escuche, y que la miseria de vuestro egoísmo no inhiba la razón de tu existir. Dejad los forzosos estragos del odio, dejad las crueldades que matan las pasiones que oscurecen, La luz en las profundidades de abismos, que vuestros placeres se limiten negar la bondad humana, la conservación de la existencia. Mirar el viento que abraza las montañas la primavera que despierta en tus ojos, los ríos que acarician tu rostro, mirar el ocaso de tus atardeceres, el beso de la primera luz en los amaneceres, la brisa que llora con la lluvia, volveos a los viejos sueños de tu niñez, mirar la inocencia de tus tesoros y la edificación de tu conciencia que te engendro, y la justicia que te alimento, y  la paz que siempre te acompaño; piensa, solo piensa en un pensamiento “En la justicia social de los pueblos…” Carlos Rodolfo Ascencio Barillas. Poeta salvadoreño.




miércoles, 15 de marzo de 2017

FUERZAS DEL COSMOS , Nieves Teresita Maldonado, Santiago del Estero, Argentina

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Imagen de: astrojem.com



FUERZAS DEL COSMOS 

cruel retornó la historia/ arrancó
mi lengua/ sin saliva
mi voz ya no fue/

ellos/
dicen
que enmudecí/
ellos/
no saben que
desde el silencio
aullé/ consumí
la sonrisa/
apagué farolas
y no pude
volver a ser/

ellos/
creen
que no hablé/
mis ojos
entrelazaron
víctimas y victimarios/
en vaivén cuántico
desenmarañando el tejido
de vórtices de oprobio/
¿qué más podía hacer
que ser silencio durmiente?/

ellos/
no saben/
que desperté/
los oráculos hablaron/
situó reyes y demonios/
ellos/ no saben
que las fuerzas del cosmos
hablaron/
las sombras están muertas/


©NIEVES TERESITA MALDONADO, poeta y escritora argentina
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
"publicado en AD INFINITUM (poemas y antipoemas cuánticos)-2016



SOCRATES, Guillermo Fernández del Carpio, Arequipa, Perú

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SÓCRATES

Amas el saber con toda plenitud.
¿Quién eres hombre griego?.
Pues, tu saber poco lo entiendo.
Creación perfecta: La Mayéutica,
que me  lleva a ti y a mí mismo.
Aun así, todo tu universo, no lo comprendo.

No todos somos filósofos de nosotros mismos,
pues todas las preguntas de nuestro tiempo,
ni en la brevedad de nuestro silencio,
ni el devenir de nuestro  tiempo, no las respondemos.

No hay cicuta a tu saber.
Arístipo, Jenofonte, Platón, Aristóteles,…
todo hombre, a tu bendito nombre
algo le que tiene responder.

No creo que un oráculo predijo tu destino,
fue EL, quien quizás en una mañana de invierno u otoño,
supo elegir  al hombre, que diera al saber su inicio.
Injusto fue aquel juicio y bendito a la vez.

¿Sabes hombre griego?
Eres la antesala del pensamiento de Cristo y te doy gracias;
porque, después de la plenitud de tu saber;
aún no me conozco a mí mismo.

©GUILLERMO FERNÁDEZ DEL CARPIO, poeta y escritor peruano
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
Miembro de la Asociación de Poetas y Escritores de Latinoamérica



​TU VIDA, Yolanda Elsa Solís, Barcelona, España

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MI VIDA

“…que la vida es un segundo,  una mísera palabra”
Pedro Bonifacio Palacios (Almafuerte)

La he poblado en sueños y utopía,
la rimé con mil gemas de mi canto,
adosé mi ilusión, tanto y tanto
como radiante sol en pleno día.

Convertí cada duelo en melodía,
superé las aristas del quebranto,
no sucumbí en rezos y en el llanto
ni me rodó la pátina sombría.

Caminé, ya descalzo, en serranía,.
fuego fui en  fogata que solía
alumbrar con mi verso tapicero;

y me fui destruyendo, pobre bardo,
tendido sobre láminas de cardo.
Huelo  hueco final por compañero.

©Rodolfo Leiro, poeta y escritor argentino
Miembro fundador de Asolapo Argentina
16/2/2014

Contestación en su momento a la poesía de Rodolfo Leiro,"Mi vida"

TU VIDA

No son utopías, no son sueños
son como gemas, desencanto
nacidas del dolor, único dueño
y el pavor  impotente de tu canto
Magia de las palabras y los sones.
hijos de tu soledad y tu agonía,
conjunción de sonetos y de amores,
y de sueños de un alma, que moría...
Lágrimas que riegan esas flores
interiores ,del pavor nacidas...!
Nutrientes de la lucha y los colores,
del valor, el talento y la poesía!!!
Siguiendo sobre rocas, fiel, descalzo ....
y el fuego sin final de tus razones,
ausente a tu destino, sin espanto,
seguirán floreciendo tus balcones...
¡Y no haz de destruirte, eres poeta
siempre tus odas rondarán los sueños,
siempre el soneto, brindará respuestas,
siempre el soneto, será fiel compañero!!!!

©YOLANDA ELSA SOLÍS, poeta y escritora argentina
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA


NADA HA DE SORPRENDERNOS...MUJER, Alba Yobe de Abalo, Santa Fe, Argentina

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Imagen de: www.holadoctorcarrion.com

NADA HA DE SORPRENDERNOS...MUJER

Nada ha de sorprendernos...Mujer
verte en caminos que se abren al mundo
desbordando el ámbito hogareño
para transitar profesiones, espacios científicos,
políticos, técnicos, laborales,
brindando aportes femeninos que han mejorado
el devenir de los seres humanos...
Sí, hemos de admirar tu valentía clamorosa.
cuando enseñas, cuando curas, cuando amas,
cuando defiendes a tus hijos con tu vida.
Cuando ora por sus regresos con intenso fervor.
cuando tu sonrisa borra el cansancio y consuela,
cuando tiendes tus brazos y recibes al herido.
Nada ha de sorprendernos porque estás ahí, mujer
donde se dirige nuestra mirada pidiendo ayuda.
Ha de dolernos, sí, hondamente cuando te atacan,
porque en cada una de nosotras
tiembla el corazón, dolorido,
al descubrirte, lacerada, objeto irracional del femicidio.
             
©ALBA YOBE de ABALO, poeta y escritora argentina
MIEMBRO GOBERNADOR CULTURAL de ASOLAPO ARGENTINA en SANTA FE, ARGENTINA
                                             


martes, 14 de marzo de 2017

DÍA DE LA MUJER… TRABAJADORA, Juana Castillo Escobar, Madrid, España


















Óleo pintado por  (Juana Castillo) hacia 1995-96
Lo llamo "La segadora"
Es copia de una lámina de la cual desconozco el autor y el título



DÍA DE LA MUJER… TRABAJADORA
Juana Castillo Escobar ®

Este relato se lo dedico a todas las mujeres que, como yo, son TRABAJADORAS ANÓNIMAS; a todas aquéllas que no tienen un sueldo; a todas las que jamás se jubilarán y que son menospreciadas incluso por otras mujeres que sí salen a trabajar fuera, y que nos llaman, con desprecio, “marujas”. Gracias a muchas de estas “marujas”, ellas han podido llegar a donde ahora están. Yo, que he vivido las dos etapas: trabajadora y ama de casa a la vez; ahora ama de casa y escritora casi anónima, conozco las dos caras de la moneda y sé bien de qué hablo (aunque no mi caso).

Recuperé la consciencia con un terrible dolor de cabeza, también con unas náuseas que era incapaz de dominar, más bien ellas me dominaban a mí.
Miré a mi alrededor mientras trataba de incorporarme, porque, sin saber cómo ni desde cuándo me encontraba así, me desperté tumbada en el suelo en medio de un charco de agua y, ¡oh, Dios, creo que también orina y algo más! Me sujeté en los muebles, los reconocí: eran los de mi cocina, los que estaba limpiando cuando…, cuando… ¿Qué me pasó? Con mi mano derecha me di un par de golpecitos en la sien en el intento de poner en orden mis ideas, pero no podía recordar nada. Con ambas manos me así con fuerza a uno de los cajones del mueble que está debajo de la encimera, conseguí erguirme. Me arrastré un poco y logré sentarme. Con la espalda apoyada contra el frigorífico miré de nuevo a mi alrededor: recordaba aquel cuarto rectangular, el espacio no era amplio pero sí bien aprovechado, de losetas claras y muebles blancos, de paños de cocina de felpa de algodón con flores y pájaros, los que me compró mi madre a los diecisiete años, los que iban a formar parte de mi ajuar…
- Puagh, qué tufo –dije en voz alta y me tapé la nariz con dos dedos de la mano izquierda.
Intenté echarme hacia delante, pero el mareo continuaba.
- Tengo que levantarme del suelo –exclamé dándome ánimos-, tengo que recoger toda esta porquería. Darme una ducha y tratar de saber qué me pasa.
Pero no conseguí incorporarme. Cerré los ojos por unos momentos. Estaba cansada, muy cansada…
“Bailar pegados es bailar… Corazón con corazón, en un solo rincón…, dos bailarines”…
- Jopé, me estoy volviendo medio loca, o loca del todo –murmuré-. Esa es una canción del Sergio Dalma ese; ¿qué tiene que ver con lo que me ha pasado? ¡Mecachis! Y la escalera…, ¿qué hace tirada por el suelo?
La cabeza empezó a darme vueltas, entonces vomité, eché todo, lo poco o mucho que mi cuerpo tomó en las últimas horas.
- Ahora sí que tengo que salir de aquí, aunque sea a rastras. No, a rastras no, ¡menudo caos! Llenaría toda la casa de orines, vómito y excrementos y luego ¿quién los limpia? ¿Quién? ¡Yo, por supuesto!
Como pude me puse en pie. Me quité los pantalones; las zapatillas, que estaban para tirarlas directamente al cubo de la basura; la sudadera del chándal… Me quedé en ropa interior. De puntillas caminé tambaleándome como un bebé que empieza a dar sus primeros pasos hasta la puerta de la cocina. Aferrada con ambas manos en el quicio, asomé la cabeza por el hueco. Ante mí se abría el pasillo, largo y oscuro. Sentí una especie de chasquido en el interior de mi cabeza, era como una vocecilla que me decía: “Ve hacia adelante. La primera puerta a la izquierda es el aseo”. Hice caso y, sujetándome a las paredes, con cuidado de no mancharlas, llegué hasta el cuarto de baño. Abrí la mampara de la ducha, el grifo del agua caliente y, sin quitarme ni el sujetador ni las bragas, me metí bajo el chorro del agua. Dejé que ésta corriera por mi piel, por mi pelo, al cabo de unos minutos me desnudé, puse una buena cantidad de gel en el guante de crin y me restregué bien por todo el cuerpo, no quería que sobre él quedase ni el más mínimo rastro de aquel olor nauseabundo que tanto asco me daba… El olor… Era…, amoníaco, sí amoníaco.
Entonces empecé a recordar: estaba limpiando la cocina, la parte alta de los muebles con lejía y amoníaco para desincrustar la grasa cuando algo me enervó… Algo me enervó… Aún no estaban mis ideas del todo en su sitio.
Me aclaré el cuerpo y, con la misma energía, puse un poco de champú en el hueco de mi mano y lo pasé por mi cabeza. Noté el pelo duro, tieso.
- ¿Será que ayer estuve en la pelu? Cortar, teñir y…, ¿qué más? ¿La permanente? Puede ser… No, hace mucho que no piso la pelu, es una pérdida de tiempo y dinero; no están las cosas como para andar tirando los euros. ¡Ni que sobraran…! ¡Ah, ya caigo! Fue la niña quien me cortó y peinó estas cuatro cerdas que no se dejan domar. Sí, yo le dije: “no me pongas tanta laca que luego parece que llevo la cabeza almidonada”, pero ella, nada, como si le hubiera dicho todo lo contrario. El caso es que necesita hacer prácticas con alguien, ¿con quién mejor que conmigo? Me tiene cerca, siempre a su disposición y, además, le doy una propina para sus caprichitos… Creo que voy recuperando la consciencia, pero el dolor de cabeza no se va. En cuanto salga de la ducha: a limpiar la cocina. Y, en cuanto la limpie, me daré otro agua porque, ¡menudo tufo! ¡Ay, Dios, ay Dios, algo se está quemando! Creo que es el pollo que puse en el horno… No, si ahora me mataré por andar descalza y mojada… Bueno, no ha sido tan grande el estropicio: comeremos un pollo algo carbonizado, así no hay miedo que nos entre la gripe aviar de la que tanto hablan. Me pregunto, ¿desde cuándo se constipan las aves? Siempre he tenido pájaros en casa y jamás han estornudado; y, cuando de niña iba al pueblo de los abuelos, las gallinas campaban por sus respetos y no les pasaba nada… Ya que estoy aquí, limpiaré todo esto, que luego enseguida se me quejan de que no hago nada. ¡Ya sé por qué me he caído! Al oír al locutor… ¡Qué rabia me ha dado! Tanta que, por querer apagar el transistor, he perdido pie y me he ido al suelo; casi me parto la crisma. ¡Claro todo ha sido por escuchar, de forma machacona, que hoy se celebra el día de la mujer trabajadora! ¡De la mujer tra-ba-ja-do-ra! Sólo de las trabajadoras, vamos, de las que cobran un sueldo; en ese mismo saco han metido a empresarias emergentes, a asistentas, a conductoras de autobuses y camiones, a las típicas secretarias e, incluso, a las meretrices y, que conste, que yo no tengo nada en contra de estas señoras, pero que las incluyan como trabajadoras… En realidad sí, lo son: hacen un servicio a la sociedad y cobran un sueldo por él. Pero ¿quién se acuerda de las amas de casa? Como no cobramos, no cotizamos, por lo tanto: nosotras NO TRABAJAMOS. ¡Dios, por esto es por lo que me he dado tamaña costalada! Porque nosotras no existimos. Pero trabajamos, la mayoría nos levantamos con las primeras luces y acabamos nuestra jornada bien entrada la noche. No tenemos horarios. No tenemos edad de jubilación: podemos llegar a los noventa y seguir al frente de este barco que es la casa… Y, cuando te quejas: "hoy estoy molida" enseguida escuchas un incrédulo: "¿por qué?", como si al quedarte en casa todo fuera coser y cantar. Entonces, si te dejan, te explicas: "Porque he puesto cinco lavadoras". "Bueno, pero lava ella sola". "Claro, tendría que responder yo, pero ¿quién es la guapa que se agacha para llenarla? ¿Quién está delante de ella, de rodillas, seleccionando la ropa para que no se destiñan las prendas? ¿Quién tiende la ropa? ¿Quién hace "brazos" tirando de las cuerdas para tender, y luego para destender? ¿Quién dobla la ropa? ¿Quién la guarda, la plancha, la cose en caso de que exista algún desperfecto? Además, no sólo ha sido la lavadora: he pasado el aspirador…" "Volvemos a lo mismo, aspira sólo". "Claro, también sale solo del armario, se pone solo en marcha y camina solo por la casa; y pasar la fregona por el baño, pues igual; y limpiar el aseo, lo hace el superhombre que anuncia el limpiador; y preparar la comida, tres cuartos de lo mismo; y limpiar el polvo, a estilo Embrujada: muevo la nariz y el paño pasa sólo por entre los libros y las superficies de madera; y bajar a la compra y romperme la cabeza para saber qué pongo que pueda gustar a todos; y hacer cuatro camas; y tener la comida preparada y caliente según vais llegando todos…" No, las amas de casa no trabajamos. No trabajamos fuera, pero dentro no paramos. A esto añadiré que, sin ser licenciadas ni doctoras en nada en particular (aunque alguna puede ser que sí lo sea), podemos presumir de ser unas linces en Economía pues nos las vemos y deseamos para llegar a fin de mes sin deber un euro a nadie; solemos ser buenas doctoras: nada más ver la cara de tu marido o de tus hijos, sabes que algún mal les ronda: con ponerles la mano en la frente sabemos si tienen fiebre, entonces, de inmediato, preparas un vaso con leche caliente, miel y una aspirina; o si les notas la tripa dura, algo de estómago: dieta blanda, arroz blanco, pescadito hervido…; también solemos ser buenas enfermeras: les dan de baja y no nos separamos de la cabecera de su cama; no tendremos una licenciatura en Psicología, pero sabemos cuándo les ocurre algo que necesita ser contado, y escuchamos sin límite; también solemos tener conocimientos de fisioterapia: anda, mamá, dame un masaje en el cuello, lo tengo dormido… Y así con todo. Lo malo es que nos volcamos con los demás y, lo que es peor: en la mayoría de los casos no tenemos, a la recíproca, el apoyo que, en muchísimas ocasiones, estamos pidiendo a gritos pero que nadie es capaz de ver ni dar. ¿Nos acatarramos?, con cuarenta de fiebre estamos al pie del cañón, no tenemos derecho a estar de baja. ¿Nos duelen los riñones?, seguimos en la brecha y, cuando conseguimos sentarnos, la manta eléctrica es quien nos apaña un poco. ¿Nos duele el alma?, como no lo hablemos con alguna amiga, en casa jamás hay tiempo para atender las bobadas de una pre-menopáusica porque hay fútbol, estoy conectado en el Chat hablando con una amiga, o tengo prisa porque he quedado…
- Hola, ¡qué atrasada andas hoy!
- Sí, la mañana no se me ha dado muy bien. Tengo la cabeza y los riñones…
- Yo estoy matao. ¿Qué hay de papeo?
- Pollo asado, verduras al vapor y flan.
- Este pollo se te ha chumascao un poco… Gordi, últimamente estás muy torpe.
- Los años… Y, ¿qué tal el trabajo?
- ¡Uf, ni te cuento! Si vieras las movidas que hemos tenío en la fábrica. No puedes hacerte una idea. ¡Menos mal que tú no tienes que salir de casa a ganarte los garbanzos!
- Ya. ¿Qué ha ocurrido?
- El jefe, que anda haciendo limpia. Debe de querer quedarse con el mínimo de trabajadores. Todos estamos muy cabreados… Lo único así más llamativo ha sío que Vicente nos ha pedío a todos un euro…
- ¿Para qué?
- Para comprar rosas…
- ¿No serán para el jefe?
- No. Como hoy se celebra el día de la mujer trabajadora, Chente ha querío homenajearlas. Ha sío bonito, al menos ha roto la tensión del día. Todas se han puesto muy contentas…
- Ya. Y, ¿Vicente se acordará de llevar una rosa a su mujer?
- Ni idea. Bueno, ya sabes, Mónica es como tú: sólo un ama de casa.

Madrid, 12 de Marzo de 2006

©JUANA CASTILLO ESCOBAR, poeta y escritora española
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA


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Nota.- Este relato está registrado en una antología que lleva por título: "El giraldillo (Veintiún relatos y un poema)". Núm. Expediente: 12/RTPI-004170/2006 - Núm. Solicitud: M-004098/2006 - Ref. documento: 12/029101.3/06 - Fecha: 24 de Mayo de 2006 - Hora: 12,22.
Está publicado en el libro "MÁGICO CARNAVAL y otros relatos" - Pág. 129 - Ediciones Cardeñoso - Año: julio 2016.
Lo publiqué en este blog el 9/3/2010 y lo comparto, siete años después porque es un tema de actualidad.
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Publicado por ANAUJ para Perlas de Luna el 3/08/2017 11:00:00 a. m.
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Juana Castillo Escobar