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sábado, 26 de agosto de 2023

AL TRISTE - Jorge Luis Borges, Buenos Aires, Argentina

 












AL TRISTE


Ahí está lo que fue: la terca espada
del sajón y su métrica de hierro,
los mares y las islas del destierro
del hijo de Laertes, la dorada
luna del persa y los sin fin jardines
de la filosofía y de la historia,
el oro sepulcral de la memoria
y en la sombra el olor de los jazmines.
Y nada de eso importa. El resignado
ejercicio del verso no te salva
ni las aguas del sueño ni la estrella
que en la arrasada noche olvida el alba.
Una sola mujer es tu cuidado,
igual a las demás, pero que es ella.



JORGE LUIS BORGES, Buenos Aires, Argentina

LA LUJURIA - (de “Los 7 Pecados Capitales” - cantata profana) Luis Alposta – Buenos Aires, Argentina.

 





"La Lujuria" - Ilustración del pintor Norberto Pagano

 

La lujuria, considerada un apetito desordenado de los deleites carnales, es uno de los siete pecados capitales. Tan vieja como la humanidad, la lujuria persigue únicamente los goces de la carne, sin discriminar por eso a los vegetarianos.

      Encendiendo y untando, sin mirar a quien, fue causa de la destrucción de Sodoma y Gomorra. Desde entonces, las experiencias prohibicionistas y puritanas se han sucedido alternativamente en el curso de los siglos, inspiradas siempre por principios morales y religiosos.

      El emperador Heliogábalo, pensando, tal vez, que los juegos del cuerpo son deplorablemente limitados, ofreció un premio (que nadie reclamó) a cualquiera que pudiera inventar un nuevo vicio.

      Y así como están los que piensan que el cuerpo es el camino más corto de un alma a otra, están también los que oponen a este pecado la virtud de la castidad.

      Pero veamos qué es lo que nos podría decir la lujuria en su descargo:


LA LUJURIA

Letra: Luis Alposta

Música: Pascual 'Cholo' Mamone


Desenfreno y deseo.
Cuando yo busco un nexo
es el del sexo.

Entre sombras y goces,
seducir a un mortal
sigue siendo un placer fenomenal
del que no se privaron ni los dioses.

Dirán que soy impura,
voluptuosa y ligera.
Son infundios que larga la censura
cuando me ve con carne en la ganchera.

Desenfreno y deseo.
Cuando yo busco un nexo
es el del sexo.

Y digan lo que digan
no me invalidan.
Soy la más divertida.
Del afrecho
a mi lecho
hay sólo un trecho.
¡Yo soy la exuberancia de la vida!

CORO:

Desvestirse, gemir...
y volverse a vestir.
¡Tan sólo eso!
¡No fue mucho el progreso!

CANTA RAQUEL BUELA
Click: https://www.youtube.com/watch?v=2j0UZYlBKJY


LUIS ALPOSTA, Buenos Aires, Argentina

MIEMBRO HONORÍFICO Y ASESOR CULTURAL DE ASOLAPO ARGENTINA



EL LUGAR - Norberto Pannone, Buenos Aires, Argentina

 



EL LUGAR

A veces, cuando indago en mis recuerdos, encuentro una casa de paredes muy blancas. Toda blanca. Blanca por fuera, pintada a la cal; blanca por dentro, con azulejos blancos. Los muros parecían ser de cemento. Si… no podían ser de otro material… Eran altos, lisos, imposibles de escalar. Por encima, alambres de púas retorcidos a la manera de los campos de concentración o de las trincheras. Causaban dolor en la piel con sólo mirarlos.

Las puertas eran blindadas, gruesas, tan fuertes que únicamente con aquellas grandes llaves de acero se podían abrir.

El patio era blanco y amplio. En algunos lugares, como puestos al descuido, había bancos de granito… también blancos.

Añosos árboles daban a los que se paseaban por allí su sombra a veces protectora, otras no tanto.

El césped estaba cortado de manera demasiado prolija para mi gusto. No se le permitía a la hierba crecer desordenadamente, lo cual hubiese sido un vano intento de libertad vegetal…

La palabra imposible parecía reírse en secreto de todos nosotros y, cada vez que soplaba el viento, desde las ramas de los viejos árboles se podía oír: “¡IMPOSIBLE HUIR!”, a veces, el viento cesaba y llegaba la lluvia repitiendo con su golpeteo: “¡IMPOSIBLE HUIR!”.

En el patio, más de una vez, fui testigo de ese deseo inútil de escapar. El “loco” Ariati arreaba gansos imaginarios por el desierto, camino a Tánger. Entonces, los practicantes venían, lo llevaban en camilla hasta la enfermería y lo calmaban. Poco a poco íbamos perdiendo nuestra identidad. No éramos ni siquiera números, sólo uniformes grises.

Los familiares fueron espaciando las visitas hasta abandonarnos.

Pero, ¿cómo llegué hasta aquí? Imprevistamente, un día mi mente comenzó a elaborar los recuerdos. Era como armar un esqueleto pieza por pieza, hueso por hueso. Todo en su lugar exacto, hasta culminar la forma de la realidad:

Algo me obsesiona: Veo a Laura besando a Roberto y me arrojo sobre ella, Roberto me golpea, yo reacciono y le muerdo una oreja, le cortó el pedazo y la mastico hasta tragarla, Roberto pierde mucha sangre y trata de tapar la herida con un trapo, yo comienzo a desnudarme y así, sin ropas, corro por las calles gritando: “¡Qué sabrosa es la oreja de Roberto! ¡A mi me gusta la oreja de Roberto y a Laura le gustan los besos de él!”. La policía me detiene, me envuelven en una sábana para tapar mi desnudez y me llevan a la seccional, una vez allí, subo sobre el escritorio del oficial a cargo y orino sobre los papeles y la máquina de escribir, luego, me siento en el piso y pido un diario que tenga noticias sobre la bolsa de Wall Street. En lugar del diario me dan un calabozo de dos por dos con una cama de cemento, luego me traen ropa dos tallas más grandes que la que uso y allí pasó la noche. Días después, me llevan ante un tribunal. Cuando entro a la sala grito delante del Juez: “¡Soy un espantapájaros!”. Alguien dice: “¡Está completamente loco!”, entonces me traen aquí, me dan otro calabozo, ahora de tres por tres. Es más cómodo, además, acá tengo cama; colchón; sábanas limpias, baño para mí solo. A veces me estanco y me quedo un rato con los brazos extendidos en cruz. Me regocija ver que ningún pájaro se acerca. Ja,ja,ja… ¡Me tienen miedo!

Me han quitado el bien más preciado: La libertad.

Si me pongo triste, recuerdo el himno nacional y sus versos resuenan en mis oídos: “¡Libertad, libertad, libertad!” Cuando esto ocurre, vienen los asistentes porque oyen mis gritos desaforados, me arrastran hasta un cuarto vacío y me bañan con agua helada. Luego me secan, me visten con un traje color gris, me ponen una corbata azul y me conducen hasta una oficina, allí, me indican un sillón, me siento con las piernas cruzadas y miro hacia fuera por la ventana contemplando a los pobres contagiados que recorren el patio.

Pienso que, después de todo, no es tan terrible perder la libertad para llegar a ser el Director de este establecimiento de salud mental.

Mi vieja siempre insistió para que hiciera la especialidad de Psiquiatría.

Creo que sus deseos no fueron muy acertados.


NORBERTO PANNONE, poeta y escritor argentino


EL CUERPO DESHABITADO - Rafael Alberti, España

 
















EL CUERPO DESHABITADO


Yo te arrojé de mi cuerpo,
yo, con un carbón ardiendo.

-Vete.

Madrugada.
La luz, muerta en las esquinas
y en las casas. Los hombres
y las mujeres ya no estaban.

-Vete.

Quedó mi cuerpo vacío,
negro saco, a la ventana.

Se fue.

Se fue, doblando las calles.
Mi cuerpo anduvo, sin nadie.



RAFAEL ALBERTI, España

Nacimiento: 16 de diciembre de 1902, El Puerto de Santa María, España
Fallecimiento: 28 de octubre de 1999, El Puerto de Santa María, España

EL TREN - Carlos Penelas, Buenos Aires, Argentina

 









EL TREN


Advierte que está a punto de entrar en su sueño. Ella se encuentra en la estación, una estación suburbana. Es una joven con glamour, aparentemente desinhibida, conoce su cuerpo. Usted descubre que lleva un pañuelo en la cabeza, anudado, sin lazada. Un pañuelo bordó. Luce colores neutros; la ve inquieta. Tiene sensualidad al caminar, con senos para ahuecar las manos. Pero su mirada es tímida; reprimida podríamos decir. Hay algo obsesivo en sus ojos, en la forma de mover sus dedos; le aceleró la respiración. Usted sospecha que espera a su amante, un hombre casado – mayor que ella - un hombre que es o había sido conocido de su padre. Visitaba su casa con la pequeña hija. Un hombre mediocre, alto, con incipiente calvicie, sin más aspiraciones que un oficinista. Ella le confesó, hace años, esta historia que ahora usted revive. Ella (no se lo dijo) necesitaba acostarse con alguien pues el primer hombre había partido al extranjero. Le juró regresar, pero nunca lo hizo. Ella soñaba son ese novio, así lo llamaba. El novio era conocido de su familia, mimado por sus padres. Lo recibían con felicidad, con sonrisas. Ella le habló llorando – lo recuerda perfectamente - de su error, de su falta de claridad, que ahora (así dijo entre lágrimas) lo amaba a usted, que le pedía perdón, que usted era un ser excepcional. Despierta, la ve a su lado, envejecida, abandonada en sus delirios, en el desánimo de la vida. Es entonces cuando usted advierte que está a punto de entrar es su sueño.

 

CARLOS PENELAS, Buenos Aires, Argentina

MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA

OJOS ALEGRES - GUILLERMO FERNÁNDEZ DEL CARPIO, Arequipa, Perú

 




OJOS ALEGRES


Ojos alegres, como la risa de un niño envuelto en un juego.
Ojos hermosos, como el brillo de una alegre mañana.
Ojos tiernos, como los ojos pintados de la misericordia de Dios.
Ojos serenos, como la mirada de un anciano al caer la mencionada tarde.

Mis ojos se tornan infinitamente alegres
cuando pronuncian el nombre Belén.

Ojos que ya no son tristes
como cuando escribí aquel viejo poema.
Yo veo hoy con nueva mirada cada amanecer.
Los ojos expresan con nitidez lo que somos,
son la luz que nos dio Dios para ser alegres.
Dios tiene los ojos alegres y también mustios.

Mis ojos hoy son más alegres, más alegres.

Nuestros ojos son la expresión más tierna del alma.
No son los mismos, se alteran con el sendero de los años.
Guardan en sus pupilas nuestras biografías.
El color ni la ceguera importan,
para concluir que el rostro pueda ser también alegre.

Concluyo que soy en la intrépida noche un pequeño puente de claridad.


Del poemario inédito Fulgor de Poesía


GUILLERMO FERNÁNDEZ DEL CARPIO, Arequipa, Perú

MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA

EL INSOPORTABLE PRODIGIO DE LOS ESPEJOS - Gloria Nistal, España

 











EL INSOPORTABLE PRODIGIO DE LOS ESPEJOS


Su infatigable labor
De espetar a la cara
Impías verdades
Sin la menor compasión.
Luna minusválida de mentiras,
Portadora
De la incontestable realidad.

Cuando te halaguen,
Cuando quieran algo de ti
Con artimañas, alabanzas y cobas,
Cuando sueñes ilusorios agasajos,
Plántale cara a ese toro cruel,
Ponte delante de la superficie
Mágica y bruñida
Que solo es fiel
A la prosa más desnuda.
Y afronta a plena luz
Las arrugas del día.



GLORIA NISTAL, España

MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA

SENDEROS INESPERADOS… - Antonio Las Heras, Buenos Aires, Argentina

 











SENDEROS INESPERADOS…


Tal vez, sean estos años,
transcurridos sin descanso alguno
para la mente,
ni tiempo desperdiciado
haciendo que el espíritu
se acreciente luminoso, cada día,
en este amplio campo
inesperado, silvestre y verde.

Allí están,
acumulados, esos resultados
del vasto andar por los caminos
dónde la vida nos ha llevado.

Algo tan extraño y singular que,
aquí estamos,
serenos y expectantes,
conversando, mano a mano,

con la muerte.


ANTONIO LAS HERAS, Buenos Aires, Argentina

MIEMBRO HONORÍFICO Y ASESOR CULTURAL DE ASOLAPO ARGENTINA

ASPIRACIONES TRASNOCHADAS - Hilda Augusta Schiavoni, Inriville, Córdoba, Argentina

 








ASPIRACIONES TRASNOCHADAS


No sé como nadé
por esos lagos de sombras.
No sé cómo sobreviví
a esos letargos brumosos
de cavernas socavadas
por debajo de las venas,
lastimando el alma,
arrastrando los afectos,
las raíces y hasta los reflejos
de cenicienta luna que convertía
las cenizas en escarchas.
Afuera, había otras cosas,
casi nada, porque,
después de atravesar
las gargantas anudadas
sólo se busca
el silencio y la calma.


HILDA AUGUSTA SCHIAVONI, Argentina

MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
 
hildaaugustaschiavoni@nodosud.com.ar



PASION JUVENIL - Adolfo (Vasco) Zabalza, Pergamino, Argentina

 












PASION JUVENIL


El verte fue recordar
un sueño no realizado,
cuando mozo enamorado
temblaba al verte pasar,
muchas veces al soñar
con el dulzor de tu boca,
sentía las ganas locas
de un deseo irrefrenable,
y en ese sueño agradable
mis labios los tuyos tocan. -

Como olvidarte mujer
si tan solo con mirarte,
sentía ganas de amarte
y a tu cuerpo poseer,
¡que hermoso fue aquel ayer
que se perdió en lontananza!
y el recuerdo es una danza
que da vueltas en mi mente,
manteniendo muy latente
esta hermosa remembranza. -

El perfume de tu pelo
a mi ilusión aromaba,
y tus pasos provocaban
de mis sueños, el desvelo,
esperaba con anhelo
verte altiva caminar,
ver tus ojos parpadear
con juvenil picardía,
y así pasaba mis días
deseando poderte amar. -

Aquel sueño juvenil
que vive en mi corazón,
tiene el aroma y color
de toda rosa de abril,
mi recuerdo es el atril
donde posa con ternura,
la más bella partitura
que el amor pueda escribir
y en sus notas revivir
por ti mi ardiente locura. -



ADOLFO (VASCO) ZABALZA, Pergamino, Buenos A
ires, Argentina

MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA

sábado, 19 de agosto de 2023

ESTA SILLA - FEDERICO HERNÁNDEZ AGUILAR, El Salvador













ESTA SILLA


Le pedí a esta silla que te esperara.

Disculpa si permanece fiel a mi desgracia,
si la encuentras firme como un soldado.

Ella no quiso dejarme solo.
Le hablé de ti con más pasión que la polilla.

Tuvo a bien agradecer con calma,
con resignada paciencia y con fricciones
-la casi inaudible voz de su madera-.

No se quejó como el casero,
no puso en duda mi avaricia,
no tuvo roces con mis llagas.

Por eso te espera, obediente;
por eso dice que estuve solo
y que mis abrigos ya no abrigan;
por eso nos ves aquí,
más honestos y amparados que una rabia.

Siéntate.

Ahora dinos que llegaste.



FEDERICO HERNÁNDEZ AGUILAR, El Salvador

POEMA EXALTADO - Norberto Pannone, Buenos Aires, Argentina

 

















Imagen de:
Drunkard | Detail art, Greece painting, Painting, Pinterest




POEMA EXALTADO



Qué te ocurre poeta con las dudas
que al crecer de la vida te devoran?
Ya no juzgas las caricias de las putas
ni el ateo dolor de la señora
que alguna vez se queda sola
y usa sólo un ojo cuando llora?

Qué los parió a los gatos
que acarician las piernas con su cola..!
Me apena el niño, que al encargo,
viene a pedir sumiso la limosna!
Me asombra la rubia señorona
que porta el antifaz de joven moza!

Qué te ocurre poeta, ya no escribes
de la memoria, la nostalgia y el amigo;
ni del evoco juvencial que concluía
en el apuro genital, definitivo?
¡Arrinconaste la quimera que buscabas
en la torpe estampa del olvido!

Qué te ocurre poeta, ¿no aprendiste?
la promesa es cuestión desvergonzada
y la noble sonrisa ya no existe;
fue un ingrato tempesteo de verano,
urgencia de que el otro satisfaga
su ridículo ego tan humano.



©NORBERTO PANNONE, del libro “EL OJO DE LA TORMENTA”

Ed, Buenos, Argentina, 2015.
norbertopannone@gmail.com

ARITMOMANÍA - Luis Alposta, Buenos Aires, Argentina

 




 






ARITMOMANÍA

 

A su primer hijo, como correspondía, lo llamó Primo.

Al segundo, Segundo. Al tercero, Tercio.

El problema fue con el cuarto. Como no hallaba el nombre apropiado,

lo llamó Marco (después de todo un marco tiene cuatro lados, pensó).

El quinto fue Quintín. El sexto Sixto. Y el lobizón Septimio.

Fue entonces cuando Octavia, su mujer, le confesó

que el verdadero padre de sus siete hijos, era el Nono.

 

LUIS ALPOSTA, Buenos Aires, Argentina

MIEMBRO HONORÍFICO Y ASESOR CULTURAL DE ASOLAPO ARGENTINA


TI AMO QUANDO - Guillermo Fernández del Carpio, Arequipa, Perú

 








TI AMO QUANDO



Ti amo quando ci sono silenzio,
(Te amo cuando hay silencio)
ti amo quando ci sono vento, sole y luna,
(te amo cuando hay viento, sol y luna)
come luce in il anima,
(como luz en el alma)
come luce che calma.
(como luz que calma)

Tu sei mi amore e sole,
(tú eres mi amor y sol)
in la bella poesia,
(en la bella poesía)
in la giogia di giorno,
(en la alegría del día)
in il verso di la melaconlia.
(en el verso de la melancolía).

Ti amo quando ci sono dolore,
(Te amo cuando hay dolor)
dunque, tutto si fa infinito.
(pues, todo se hace infinito)

Ti strano oggi e mattina,
(Te extraño hoy y mañana)
ti strano in silenzio, quando mio anima si calma.
(te extraño en silencio, cuando mi alma se calma)
Ti amo amo ci sono freddo,
(Te amo cuando hay frío)
dunque tutto mi cuore questo è e mio.
(donde todo mi corazón es tuyo y mío)

 

GUILLERMO FERNÁNDEZ DEL CARPIO, Arequipa, Perú

MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA


Ferragosto 2023 - Gabriella Bianco, Venecia, Italia

 
















Ferragosto 2023

in attesa dell'incontro del 21-22 settembre 2023...


A cercare il dialogo
siamo rimasti in pochi.
Ci raccogliamo
in piccoli gruppi ordinati,
allunghiamo le mani
a disegnare
gesti gentili,
spontanei e puri.
Gli occhi ben aperti
sono onesti e sinceri,
lo sguardo come acqua fresca
di sorgente.
Che sappiamo ancora condividere
il piacere del bene...


GABRIELLA BIANCO, Venecia, Italia

PRESIDENTE DE ASOLAPO ITALIA

MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA

LA DAMA DEL PERRITO - Carlos Penelas, Buenos Aires, Argentina

 










Foto: Elliott Erwitt


LA DAMA DEL PERRITO

 

Invoco su sonrisa.
Su sonrisa era la felicidad,
el regazo señero,
un fulgor que socava el alma.
Era caminar por el parque,
subir callejuelas, soñar lo inmóvil
de las barcas, la terneza del alba
en miradas, dibujos y latidos.
Dialogaba con la lluvia,
con trenes y panaderías.
Le hablaba de Camus, de Alberti, de Mahler.
Ella de Boris. Guiaba a Boris
como un destino de lo mágico
en sus pupilas avezadas.
Encendía el lecho, la palabra, el espejo,
el ceñido fluir del sigilo, lo desmedido,
la voz en la eternidad de la noche.
A veces emergía la inconciencia,
los dones furtivos ante una luz tan alta,
lo impalpable que acosa el hechizo.
La evoco de maestra, de blazer
azul, de itálico apellido.
Pregunté: ¿Cuándo empecé a amarte?
Y ella disponía jazmines sobre su falda.
Frente a mis ojos reinaba su cabellera,
su pubis, los labios entreabiertos.
Era el misterio. Pero era más.
Era la libertad, los frutos, el deseo.
Hoy todo me lleva a ti. Hasta el olvido.

Buenos Aires, agosto de 2023


CARLOS PENELAS,
Buenos Aires, Argentina

MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA


MIRAR AL VIENTO - Salomé Moltó, Alcoy, Alicante, España

 














MIRAR AL VIENTO



Llegue corriendo pero
tu barco había partido
he ahogado mis lágrimas y deseos
He levantado los ojos
para mirar al cielo
unas ligeras gotas
me han acariciado
El intenso azul del cielo
es devorado por las nubes
que raudas y voraces
avanzan hacía el horizonte
Y un ligero rayo se adelanta
cruza los montes, penetra en el agua
invade tu cuerpo fatigado
y del vigor que emana
mi ansia se escapa.


SALOMÉ MOLTÓ, Alcoy, Alicante, España

MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA

LUCES Y AURORAS… - Liliana Escanes, Bahía Blanca, Argentina

 








LUCES Y AURORAS… 



El plenilunio estalla en la bahía...
y en mi alma una pena inmensa lamenta y llora...
Atardecer soleado y dorado, detrás de los pinos…
Brillante… Despejado… Cielo celeste intenso… Brisa fresca…
Afectos que vuelven y se reencuentran…
Ahora, más allá de la medianoche,
los arbolitos estarán sedientos de luces y auroras...
De sol resplandeciente…
De nuevos bríos para crecer y elevarse hacia el cielo…
Mi alma, que llora una pena inmensa y honda,
también desea elevarse hacia el cielo…
Con luces y auroras... Como los arbolitos que esperan…
Con luces y auroras... y ternuras simples, y abrazos que ahoguen...
Más allá del horizonte… Más allá de todo lo conocido…
Más allá de toda pena y lamento…
Una vida mejor nos espera. Una Vida Eterna.
La Luz. La Paz. El Amor Eterno.
La Alegría Sin Fin. La Alegría Definitiva.
La Infinita Misericordia del Maestro.
La Infinita Misericordia del Nazareno.
Luces y glorias... Luces y auroras...
Luces resplandecientes y auroras...
Ternuras... Ternuras...
Luces, ternuras y auroras...

12 agosto, 2022

LILIANA ESCANES, Bahía Blanca, Argentina

MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA


JULIO, el loco - MARÍA ROSA GALLARDO, Buenos Aires, Argentina

 



JULIO, el loco

 

En una pequeña ciudad partida en dos por una vía del ferrocarril, vivía una familia compuesta por la madre, el padre y nueve hijos, ocho varones y una mujer. Ellos vivían en la ciudad, del lado de casas bajas, con muchas flores, plantas, costumbres y hábitos de lugareños que habían llegado por tren, del interior de la provincia. El otro lado de la vía, era el campo, desierto, despoblado, siniestro, solo se veía de vez en cuando Don Severo. Había un puente de fierro, donde decían vivían las brujas todas ellas hermosas, de largas cabelleras rubias, pero con uñas muy largas y dedos en forma de garras.

Ambas partes de la ciudad, estaban unidas por una larga y muy alta pasarela, que en realidad, era el paseo obligado de las familias, los fines de semana. Siempre recomendaban, no vayan más allá de la mitad de la pasarela…, no se sabía si era por Don Severo y su carruaje o por las bellas brujas, pero esto asustaba e intrigaba…

En esa familia estaba Julio, uno de los hijos del medio, apodado “el loco”, jugador de fútbol de uno de los clubes más importantes de la ciudad. Al “loco”, que era alto, rubio, elegante con un bigotito finito y seductor, como mágico, pues cambiaba de color, lo conocían todos, los chicos, los grandes en el barrio, en el centro y atrás de la vía o sea Don Severo y las brujas también.

Por qué le decían “loco” a Julio? Porque él decía que tenía sus pies alados, lo que le permitían ser muy hábil con la pelota, enloqueciendo a los rivales y goleándolos.

Para la familia, era el héroe, ni que hablar de las jóvenes del barrio, todas enamoradas de él. Pero él ya tenía su elegida, con la que tuvo dos hijas: Ankara y Kiwita. Pero también compartía su amor una vez por semana, con “ella”, ante la atónita mirada de una de las brujas que juró y perjuró que su hechizo mataría ese amor y efectivamente un día “ella” le dijo que no se verían más. A lo lejos, se escuchaba la risotada de esa bruja que había podido llevar a cabo su magia, con sus celos y su maldad.

En la ciudad, estaba la bruja buena, llamada Ikal y su hija Achik, quien al enterarse de lo ocurrido, con determinación y coraje, pensaron en un gualicho para salvar las alas de los pies de Julio, pues era el próximo paso de las brujas de atrás de la vía. Achik más joven y resuelta pensó en ir en busca de Don Severo, que era respetado por todos y juntos fueron a lo de la curandera del pueblo, Doña Salta, quien les dió la solución.

Pero el tiempo fue pasando, el atrás de la vía, creció y creció, se pobló, se convirtió en un lugar pujante, sin espacio para brujas hermosas, aunque ellas seguían escondidas en el puente de fierro, haciendo sus maldades.

El loco también creció, sus pies alados ya no volaban, su bigotito ya no cambiaba de color, ya no jugaba picados con los chicos del barrio, ya no escuchaba el saludo de quienes lo conocían: Chau loco, cuida las alas loco… Esto lo angustió, sumado al adiós de “ella”, se sumió en una profunda depresión que lo llevó a guardar sus alas y alejarse del arco de la vida…

Muchos piensan que la hermosa bruja, llamada Machina, que solo quería dinero y sus carcajadas hipócritas se oían ya en toda la ciudad, porque el sonido se tornaba parecido al cacareo de una gallina, había terminado con el loco…

 

MARÍA ROSA GALLARDO, Buenos Aires, Argentina

MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA