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miércoles, 15 de abril de 2015

DESENCUENTRO, escribe Yolanda Elsa Solís Molina, desde Barcelona, España

                                                                Pintura de Yolanda Elsa Solís Molina (Naló)

DESENCUENTRO

Haz buscado , en verdad, empecinado
en delirio nacido del misterio
desde lejana herencia, fiel legado
que cumples en conciencia, con empeño.

De escondido mensaje de silencios,
desde tronante rayo inesperado...
nace radiante la creación y el verso,
como tropel errante, desbocado...

Efímeras enviadas de los cielos
estrellas disfrazadas de poesías
que olvidaron espacio, sol y miedos 
para ser ya palabra, noche y día..!

© YOLANDA ELSA SOLÍS MOLINA. Artista plástica, poeta y escritora argentina radicada en Barcelona, España.


MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA

UTOPÍAS PLANETARIAS DE AMOR Y PAZ, escribe Irene Merces Aguirre, Buenos Aires, Argentina


UTOPÍAS PLANETARIAS DE AMOR Y PAZ

¿Por qué vive en nosotros ese   sitio dormido,
intuido,  a  la espera  de un llamado celeste?
¿Y cómo develarlo, en este mundo agreste
que oculta las esencias y convoca al olvido?

No es posible  captarlo,  a menos  que le reste
importancia a  las cosas y transite el perdido
sendero  del encuentro   ¡ El paso interrumpido
de nuevo en movimiento, nos cueste lo que cueste!

¡Hundamos hasta el fondo las lúcidas preguntas
que despierten de a poco crecientes armonías!
¡Mirémoslas de frente, valientes, todas juntas!

¡Porque ya no podemos eludirlas! ¡No hay vías
que oculten su existencia! ¡Convicciones conjuntas
de Amor y Paz! ¡Banderas de humanas utopías!


© IRENE MERCEDES AGUIRRE, poeta y escritora argentina.
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA


CIRCULO CULTURAL DE POETAS LATINOS. Rafael Merida Cruz-Lascano "DÍA NACIONAL DEL POETA, EN HOMENAJE AL INMORTAL César Vallejo...":




“YA NO SUFRAS VALLEJO”
Soneto

Si el desvelo te ocasionara ojeras
causa de que no te sientes querido
busca dentro del corazón herido
y disgrégate por donde tú quieras
-
sin ser amado amar por donde fueras
es siempre mejor no haberlo sabido
produce querer no haber existido
y se escapan las expresiones fieras
-
Así como hacemos melancolía
Y todo se nos pierde hasta la paz
nadie nuestro dolor sufrir podría
-
Sin más existe un remedio eficaz
rezar firmemente el Ave María
el padrenuestro la borra fugaz
-
-
©Dr.
Rafael Mérida Cruz-Lascano, poeta y escritor guatemalteco
“Hombre de Maíz” Guatemala, C.A.
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA


“Iconoclasta inextinguible”

Zéjel: Al Grande Poeta
“César Vallejo“ Perú.
.
.
Letra peruana sacude
al que su numen desnude.
.
En su cielo literario
hay espejo iridiscente
y su reflejo hondamente
que lo convierte en santuario.
.
Letra peruana sacude
al que su numen desnude.
.
Es su lamento poético
con dolencia, desespero
y su libre tema fiero
que muestra su estilo sético
.
Letra peruana sacude
al que su numen desnude.
.
Es conjuro singular
que en su poesía viva
la eleva por cognitiva
y a sabios hace dudar:
Letra peruana sacude
al que su numen desnude.
.
.


©Dr. Rafael Mérida Cruz-Lascano
Guatemala, C.A.
.

Iconoclasta: rompe con los dogmas o convenciones establecidas. 
Numen: idea del poder mágico que hay su poesía
Iridiscente: colorida y “brillante”
Santuario: personaje importante por su propio género.
Sético: como lija. Auténtica rebelión contra los que dominan reglas. 
Cognitiva: elevada en conocimiento.

A BAILARINA, escribe MARÍA INÉS DE PAULA BOMFIM, poeta y escritora de Belo Horizonte, Minas Gerais, Brasil

Imagem: Pintura de Edgar Degas - 
La classe de danse (Aula de Dança) 1873-1875 Edgar Degas 

A BAILARINA


No coração da bailarina mora o Sentimento...
Vestido de roupagem alva, transparente,
como gaze tecida, delicadamente,
de sonhos e personagens do imaginário...
Nesta atmosfera onde reina o expressivo mundo das emoções
mais profundas, revela-se em seus movimentos, ora delicados,
ora impulsionados por paixão flamejante, indicada por seus dedos
refletidos como leves plumas a bailarem no ar,
descrevendo sugestivos desenhos, como a falar de sonhos doces,
ilusões temperadas de desejos mais profundos
que todos acalentamos no íntimo do Ser;
ou expressando o ardente sentimento
que denuncia através dos gestos de seus braços,
suas mãos que passeiam rápidas acariciando o ar
 ou com os volteios rápidos de seus giros,
a refletir o calor do sentimento a evolar-se de dentro de seu ser
 como fragrância cálida refletindo saudades de países jamais vistos, 
ou como aromas exóticos, exprimindo culturas de povos do sem fim.....
Todo o seu ser bailando conta em prosa e poesia,
gestos e palavras sem sons,
a história das gentes, a história do Ser.
por fim, queda-se de joelhos,
agradecida ao grande Artista,
que lhe concedeu o dom da Beleza e da Graça,
a expressar-se em Arte!
Ajoelha-se e seus olhos fixam o solo,
reverenciando àquele Artista Maior
que lhe enche o Espírito de Leveza e Amor,
com que alimenta os seres,
através da Alegria de dançar!


© MARÍA INÉS DE PAULA BOMFIM, poeta y escritora de Belo Horizonte, Minas Gerais, Brasil
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA


BAILARINA
(Traducción del autor)
En el corazón de la bailarina vive sintiendo ...
Vestido de la pañería mañana, transparente,
como de tela metálica, suavemente,
de los sueños y los personajes imaginarios ...
En esta atmósfera donde el mundo expresivo de las emociones reinados
más profunda, revelada en sus movimientos, a veces delicadas,
ahora impulsado por la pasión ardiente, indicado por los dedos
reflejada como luz por la figuras en el aire,
describiendo dibujos sugestivos, como hablar de los dulces sueños,
ilusiones templadas deseos más profundos
todos aprecian en las profundidades del Ser;
o expresar la sensación de ardor
denunciando a través de los gestos de los brazos,
sus manos vagando acariciando rápido el aire
 o con giros rápidos de sus rondas,
para reflejar la sensación de calidez a evolar es dentro de su ser
 países como fragancia cálida señorita reflejando jamás vistos
o como aromas exóticos, expresando culturas de los pueblos de interminable .....
Su cuenta ser el baile entero en prosa y poesía,
gestos y palabras sin sonidos,
la historia de la gente, la historia del ser.
finalmente cayendo de rodillas,
Agradecemos a la gran artista,
que le concedió el don de la belleza y la gracia,
para expresarse en el arte!
It rodillas y los ojos se fijan el suelo,
cediendo a la que Gran Artista
que llena el espíritu de ligereza y el Amor,
con seres de alimentación,
a través de la danza de la alegría!

Maria Inês de Paula Bomfim
19/06/2004
Copyright ® Derechos Reservados
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martes, 14 de abril de 2015

DÍA NACIONAL DEL POETA, EN HOMENAJE AL INMORTAL CÉSAR VALLEJO Escribe: LUZ SAMANEZ PAZ, Presidenta de ASOLAPO Internacional


DÍA NACIONAL DEL POETA, EN HOMENAJE AL INMORTAL CÉSAR VALLEJO
Escribe: LUZ SAMANEZ PAZ, Presidenta de ASOLAPO Internacional

Como Presidenta de la Asociación Latinoamericana de Poetas, Escritores i Artistas (ASOLAPO INTERNACIONAL), quiero decirles que fue justamente por mi gestión que el Congreso de la República del Perú, aprobó un Proyecto de Ley del entonces Presidente de la Cámara de Diputados, Dr. LUIS ALVARADO CONTRERAS, para crear nuestro DÍA, el "DÍA NACIONAL DEL POETA", en homenaje al inmortal CÉSAR VALLEJO, el 15 de abril. Motivo por el cual el Instituto VALLEJIANO en París-Francia, me CONDECORÓ.

Quiero ser portadora del mensaje de integración entre los vates, ya que ellos son necesarios, son la inteligencia i la unión. Porque sabemos, que fraternidad i progreso son sinónimos de CULTURA i con la convicción de que cuanto más trabajemos por la superación de esos anhelos, más grande haremos nuestras acciones en todo el MUNDO.

ASOLAPO INTERNACIONAL, le rinde un Homenaje Especial, al Gran CÉSAR VALLEJO MENDOZA, a la MEMORIA de este insigne POETA, cuya voz de roca, cortada a trozos por el grave perfil del pensamiento, es la voz rítmica más profunda, más plena de la emoción, más henchida de protestas i más grávida de universo. CÉSAR VALLEJO, salió de las hondas quebradas peruanas, hacia los caminos del mundo, cruzando nuestros ríos caudalosos i cielos azules, hundiendo sus plantas en los arenales, alucinándose en la luz sideral de nuestras cumbres borrascosas, como un peregrino de siglos, para otorgar a los hombres con acento de Biblia, el dictado de nuestro pueblo.

El aire caliente de su poesía, teñida a veces de sangre, balbuceando otras por quemarle los labios, fue dejándonos entre afirmaciones i negaciones, entre luces i sombras. Tenía ese hombre prodigioso la piel de sepia i la mirada arriba, tan negra i cruzada de brillos que siempre, donde quiera  i estuviese, ponía en las verticales del espacio los pavorosos traslúcidos de nuestras imponentes cordilleras. Era un ser arrancado de la piedra, endurecido en la carne i en el hueso, macerado a golpes de infortunio, dentro de cuyo cráneo las ideas se precipitaban llenas de furia i con frecuencia lanábance en una vorágine de relámpagos i truenos.

Era un cuerpo transido por el dolor i las hambres, al que la tragedia esencial de nuestra estirpe le había saturado las entrañas, abrazándole, ardiéndole en la sangre, le envolvía en un hálito de llama de alcohol, que fungían vuelos de gasas azules, mientras le corroía los tuétanos. Era el hombre que este nuestro pueblo escogió, para cantar sus tristezas i su esperanza i sonreírle a la muerte. Solo él, supo dar entre nosotros esos gritos llenos de dignidad, superstición i metafísica, que promueve el dolor impaciente de las diversas multitudes que hablan espacios.

Era tan nuestro, que tan apretada congruencia con nuestro ser, que su voz nos bastará todavía en todo el tiempo que avance, para que el mundo sepa quiénes somos, qué dolor nos hiere i qué ideal sostiene nuestras ansias. Era nuestro i no podía ser de nadie más. ¿Qué otro pueblo sino el nuestro, podía haber creado una mente tan llena de pavores, de anticipaciones, de iras i de gracias? Todo él, la sustancia de su genio, los grandes vuelos de su espíritu, cuando perfila su magnífica figura intelectual, proviene i solo debe provenir de una raza como la nuestra , forjada por los rayos, endurecida por los truenos, bañada por las lluvias, amasada por la Pachamama, que eslabona una sucesión de vértebras  nacionales sobre la curva dorsal del planeta.

Somos una raza geológica, de agro i tierra, templada en los fuegos del Ande i ese amor a nuestro suelo, a sus montañas, a sus nevados, a su árboles, a sus ríos, a su pasado tan persistente, tan ardoroso que no se mitiga sino, cuando nos sentimos por fin abrazados en el corazón profundo de la Pachamama, porque estamos formados de nuestra Madre Universal, de nuestra Madre Tierra, por lo tanto somos tan eternos como ella, no tenemos otra razón de eternidad. Pero nos basta para resistir como VALLEJO, todos los embates de la vida. 

Recordemos la poesía esencialmente humanista de CÉSAR VALLEJO, quien con su alma dolorida, desgarra la conciencia de los hombres, para ponerse de pie en un grito altivo de lucha i reto, para volver los ojos al drama del hombre mismo. Poeta que remeció las conciencias del pensamiento continental i mundial. La honestidad i la hondura con que buscó solucionar los problemas espirituales i sociales, en pos de un mundo mejor, de un hombre nuevo. La fecundidad de su espíritu libre, no sujeto a normas, ni ortodoxias, ya sea religión o política. La profundidad con que abordó las cuestiones metafísicas: Dios, la muerte, el más allá, el dolor, el mal, etc. La intensidad i la desnudez con que expresó la experiencia común i cotidiana i la capacidad de asumir las raíces nacionales i transfigurarlas en mensaje universal.

Apreciamos en su poema la rebeldía, en su obra "Los Dados Eternos":
"Dios mío, ¡si tú hubieras sido hombre!
hoy supieras ser Dios,
pero tú, que estuviste siempre bien
no sientes nada de tu creación
i el hombre sí, te sufre,
el Dios, es él..."
En esa forma VALLEJO, se volcaba hacia la subjetividad de un alma dolorida i rebelde.

A CÉSAR VALLEJO
LUZ SAMANEZ PAZ

CÉSAR VALLEJO, hermano,
Noble Inca de piedra tallado
con cincel de cobre nativo,
alma gris de huesos, de quenas
a las cuales hiciste vibrar,
hermosas i sublimes notas...
nacidas del fondo de tu corazón.

VALLEJO, poeta peruano,
de los altos Andes nevados
del ichu tenaz i aislado...
Mándame esa tu lira
encendida de oro i plata,
para cantar a tu alma
con los KIPUS UNIVERSALES,
que tu genio pudo crear.


Adhiere: NORBERTO PANNONE, miembro de Asolapo Internacional y Presidente de Asolapo Argentina

viernes, 3 de abril de 2015

NOTICIAS IMPORTANTES de nuestros amigos del ICP



XXIV CONCURSO DE POESÍA Y NARRACIÓN
del Instituto de Cultura Peruana de Miami en homenaje al poeta Martín Adán.
 
BASES DEL CONCURSO

1. Participantes: Hispanohablantes de cualquier nacionalidad que no hayan
obtenido el Primer Premio  en  nuestros concursos anteriores.
2. Tema: Libre. Verso: Libre.
3. Extensión: 5 poesías cortas en 5 páginas o un relato a doble espacio en 5
páginas de 8.5” x 11” (4A), que deberán ser enviados en número de 4 copias
 debidamente ordenados y engrapados.
4. Identificación: Los trabajos se identificarán por su título y un número
que se le asignará al momento de su recepción. En el exterior de un sobre
aparte el concursante escribirá el título de su obra, y en su interior sellará
sus datos personales (nombre, dirección, email, teléfono, breve biografía)
y una  nota simple certificando que su obra es original e inédita, que no
fue presentada a otro concurso pendiente de resolución, y
autorizando su publicación si resulta premiada.
5. Fecha y lugar de recepción: Los trabajos participantes se recibirán por
correo postal (no email) con franqueo simple hasta el 25 de junio,  a nombre
de Ricardo Calderón: 12754 SW 263 Ter. Naranja, FL  33032, USA.
6. Jurado: El ICP designará oportunamente al jurado cuyo fallo será inapelable.
7. Premios: Diplomas para los triunfadores y finalistas otorgados por el
Consulado del Perú. Publicación de los trabajos premiados en 1er, 2do y
3er lugar en nuestro libro Poetas y Narradores del 2015, cuya edición del
2014 está a disposición de los interesados. Estos premios se entregarán a
fines de julio en fecha  y lugar  que anunciaremos oportunamente.


INVITACIÓN PARA
PARTICIPAR EN EL LIBRO POETAS Y NARRADORES DEL 2015

El Instituto de Cultura Peruana (ICP) de Miami invita cordialmente a los poetas y narradores hispanohablantes de cualquier nacionalidad a participar en la preparación del libro: Poetas y Narradores del 2015  (antología colectiva), para el cual los interesados pueden enviar por  e-mail (abajo indicada) hasta 5 poemas o un relato de su mejor producción -en 5 páginas o menos-, ambos inéditos, con sus datos biográficos en 10 líneas. Estos trabajos se recibirán hasta el 30 de setiembre o hasta que se agoten las páginas disponibles del libro.
Los trabajos premiados en primer, segundo y tercer lugares en nuestro concurso literario de este año, serán parte de este libro que saldrá a luz en el mes de noviembre, y será distribuido en bibliotecas, universidades e instituciones culturales en Norteamérica y otros países.
Los participantes en esta antología recibirán un libro por cada página que tome su trabajo en el libro. El costo por página del libro es de US $10, y podrán adquirir copias adicionales al precio de producción (sin costo por el envío postal -una sola vez- en EE.UU; fuera de este país se cobrará la tarifa postal correspondiente). Ediciones anteriores de esta antología de 1993-2014 pueden ser adquiridas por email.
Para más información comuníquese con el señor Ricardo Calderón: 305 831 8711 / 786 270 6033. E-mail: ricardo_calderon@juno.com Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla , www.casadelpoeta.com/icp .



EL GERMEN DE TRIGO, escribe Héctor Grillo desde Junín, Buenos Aires, Argentina




EL GERMEN DE TRIGO


 Niña tenue,
 niña agua,
 niña toda vestida de luna,
 niña me ata la mirada
 al cielo.

“Aire” - La herida perfecta - Rogelio Grillo

                Nahuel se encontraba metido en un pozo de zorro. Estaba parado con las piernas abiertas dentro del socavón. Tenía los pies y los tobillos congelados. Sentía frío, hambre, sueño, y la vejiga inflamada por el mate cocido de la madrugada. Orinó sobre la sedienta tierra arenosa.
-¿Qué hacés, mapuche? - Preguntó “el Chapa”, su compañero del 7° Regimiento de Infantería.
-No daba más, Chapa... perdonáme...
-¡Andá, qué suerte que tenés, indio porrudo! ¡Por lo menos vos te la encontrás!- Contestó su compañero mientras escudriñaba el mar desde la rendija dejada por las chapas con redes y turba que ocultaban la trinchera. Estaba aterido, con ojeras azules y los labios agrietados por el blanco viento helado.
                -Sí… medio indio. Pero los colores del pueblo mapuche1 ahora están siempre al lado de la celeste y blanca… ¡Y vos que te llamás Kulvietis! ¡Ni sabés de donde vino tu abuelo! ¿Lituania? ¡Ni figura en el mapa!
-¿Y el Sergio? ¡Ese está jodido! ¡Bannon de apellido y abajo del uniforme tiene la camiseta del Diego! ¡Encima está esperando a uno de los piratas - quizás con su mismo nombre - para cagarse a tiros! ¡Por lo menos que le toque un gurka!
-¿Y el Tuku? 2 ¡Mi hermano guaraní! Ayer cuando empezaron los cañonazos se paró con su grito de sapukái 3:
-¡Principito ladrón! ¡Vení que te espera un correntino! ¡Devolvé mis Malvina´ porá! 4
-¡La puta, qué frío que hace!

*  *  *  *  *

-¡Los Jarrier, carajo, los Jarrier! ¡Despertarse soldado! ¡Sargento las baterías antiaéreas!
¡Vamos mierda, vamos! ¡Los Jarrier! ¡Carguen y disparen! ¡Arriba cabo!
                Los Sea Harriers pasaron rasantes a tal velocidad que ni siquiera los vieron, solamente los oyeron cuando ya estaban a varios kilómetros de distancia. Atacaron algo que explotó; pero ellos nunca supieron cual blanco fue destruido, ni cuantos compatriotas murieron. A los cinco minutos solamente las gaviotas alocadas chillaban de avidez en medio de un silencio sepulcral.
                -¡Presente mi cabo! -se escuchó desde una trinchera. -¿No hay mate cocido mi cabo?
                -¡Ni mate ni galleta carajo, aguante como un macho! ¿O quiere que nos descubran por el humo?

*  *  *  *  *
               
Pasaban los días y Nahuel sentía calambres y lacerantes dolores en las pantorrillas y los pies por tenerlos mojados y estar parado durante horas en la misma posición. Sufría languidez en el estómago por falta de comida y un vacío en los intestinos debido al natural temor humano ante los reiterados bombardeos de los barcos ingleses. Además una desazón en su razonamiento le impedía comprender cual era el plan de batalla, qué general los dirigía, con qué armas se defenderían cuando el enemigo desembarcara y su duda más grande: ¿Por qué algunos coroneles o capitanes siempre tenían cigarrillos y parecía que nunca sufrían hambre? ¿Conocerían realmente el frío?
Tomó una decisión. Levantó el techo camuflado de la trinchera y le dijo a su compañero:
-Ahora vuelvo, Chapa...
-Cuidate, Negro...
Nahuel salió arrastrándose unos cuantos metros. Los que lo vieron pensaron que iba a defecar entre la mata de pajonales, pero el mestizo siguió avanzando como una lagartija. Al alejarse del campamento pudo erguir su cuerpo y seguir corriendo entre agachado y parado, o arrojarse al suelo algunos minutos para continuar a la carrera nuevamente. Su meta era un galpón de chapas grises que se divisaba no muy lejos. Al acercarse observó la casa de familia que estaba oculta por el depósito. El silencio lo asustó, pero al erguirse bien parado y atisbar, logró ver un rebaño de ovejas cuidado por un hombre y sus perros, sobre una lomada distante.
                Oyó un cacareo de gallinas dentro del cobertizo y la saliva le inundó la boca. Abrió la puerta con sumo cuidado y se alegró cuando no escucho ningún chirrido que lo delatara. Dentro del galpón lo primero que sintió fue la tibieza, la falta de viento y frío. Acostumbró su vista a las tinieblas y distinguió algunas cajas, pasto seco, pilas de turba, enseres agrícolas, y el alboroto cada vez más nítido de las aves. Habría diez gallinas dentro de un cerco y un gallo en un jaulón. Dejó caer el fusil, se quitó la campera, y entró sigilosamente en el gallinero aunque no pudo evitar el vocinglerío de las coloradas. Recogió tres o cuatro huevos frescos, salió, cerró, y se tiró en medio de un rincón. En un segundo los había cascado como le enseñó su abuela Mailén y los fue sorbiendo con placer 5. Se sintió muchísimo mejor y fue olvidando, poco a poco, en qué lugar se encontraba. Ingresando en una duermevela bienhechora escuchaba a su amada vieja india, contándole secretos mapuches, historias de los ancestros, leyendas de batallas anteriores a la Conquista del Desierto, sortilegios que únicamente lograba Quintuqeo la Machi de su tribu golpeando su kultrún. Historias de su padre hablando con orgullo de su abuelo, de sus habilidades camperas, de lazos de cuero crudo... de tantos potros domados...
                De pronto despertó sobresaltado. Una adolescente estaba parada frente a sus pies mirándolo con los ojos desorbitados de terror. Nahuel se paró de un salto diciendo:
                - ¡No, No! ¡No te asustes!
                Levantó sus brazos bien altos y con cuidado señaló el fusil tirado en el piso. Juntó sus manos en señal de ruego y luego las abrió en cruz como diciendo: - No tengo culpas, no soy dueño del odio ni la guerra, estoy solo en medio de toda la metralla, tenía mucha hambre... - Al verlo sin armas la muchacha rubia se fue calmando, relajando, y sus ojos azules fueron tomando las originales dimensiones de zafiros.
Juntó sus dedos de la mano derecha y los movió “¿Qué está haciendo aquí? Esta es mi casa...”
                El hizo el mismo gesto pero acercó y alejó la mano de su boca. “¡Hambre! ¡Comida!”
                Y entonces ocurrió un hecho prodigioso: tal vez la flecha de un maravilloso duende de nalgas regordetas; tal vez los recuerdos de su abuela convocando el ánima de la Machi, que invisible, cantando una impalpable letanía en dulces letras de Dungún, produjo la misma hechicería que antaño sufrió su tatarabuelo blanco en el Centro de Inmigrantes. La cuestión es que el mestizo observó un evento que le trastocó la mollera. Simplemente estaba parada delante de sus narices Mary Kent, hija de Jimmy Kent y Anna York, auténticos kelpers de las Falklands. Para colmo de males, cuando terminaron los gestos, la niña lo miró, apenas dibujó una sonrisa y le dijo:
    -I´m Mary 6...
                -Yo soy Nahuel Farías, argentino, hijo de gauchos y caciques mapuches. ¡Y esta también es mi Mapu!

*  *  *  *  *

    El bombardeo comenzó al día siguiente a la misma hora. Y en el mismo momento que concluyó, Nahuel abandonó la trinchera y llegó ansioso y agitado a encontrarse con Mary.
También en esta reunión el destino se hizo el tonto, dejó que los chicos se hablaran a los guiños, a las señas y de esta mezcolanza de letras y de muecas naciera un rescoldito. Sólo faltaba el amor para encenderse en fogata.
El soldado a las dos horas abrió con cautela la puerta de zinc, le dio un beso a la niña en la mejilla y regresó corriendo agazapado.

*  *  *  *  *
               
                El tercer día amaneció con un sol tan radiante como sólo brilla en la Argentina. Ni una nube en el cielo, apenas el ronco griterío de algún pájaro marino. Amainó un poco el viento por lo que calmó un tanto el frío, pero no cayó ninguna bomba: los ingleses seguro que estaban tramando alguna nueva maldad.
                Nahuel cepilló sus dientes y se lavó la cara con agua helada de un recipiente. Desprendió su campera, subió la tricota y se restregó el cuello y las axilas. Cerró el abrigo, bajó los pantalones hasta los muslos y tiritando se lavó la ingle y sus partes.
-¡Che, Negro! ¡Vení!
-¡¿Eh?! ¿Qué pasa?
-¿Adónde estás yendo vos todas las tardes? ¿Te crees que no me di cuenta?
-Chapa, por favor, ¡no me vas a delatar! Cuándo vuelva te cuento... apretame fuerte la mano... ¡Ojo Chapa, que es un secreto! Es un secreto divino... ¡Es el ángel más dulce que he conocido en mi vida! ¡Y mirá en qué lugar la vengo a encontrar, hermanito! ¡Me la regalaron La Virgencita y Nguenechén!

* * * * *
               
                Ya había comido dos huevos, y bebido un té caliente con unas galletas marrones. Estaba quieto, con los ojos cerrados, tirado sobre una manta y sosteniendo la mano de Mary sentada en cuclillas a su lado. De pronto sintió un suave beso en su mejilla, otro en los párpados, en su oreja, en la punta de la nariz; el cálido aliento de su joven amante mientras le desprendía los botones de la camisa y un poquito más ardiente besaba su cuello y la nuez. Abrió los ojos y vio la boca más húmeda y dulce que jamás hubiera visto en sus 18 años de edad. Le acarició el cabello dorado y la atrajo hacia su propia boca abierta, anhelante, sedienta; recorrió con su lengua cada papila, cada dientecillo, cada gota de saliva, cada colina y cada arroyuelo de ese golfo de almíbar y sales de mar. La acostó tiernamente y mientras le daba mil pequeños besitos le fue abriendo los botones de la blusa al mismo tiempo que ella le quitaba su camisa a los tirones, jadeando. Se descubrieron mutuamente por un par de minutos; Nahuel, de piel cobriza, pecho lampiño y musculoso. Mary, de cutis color del sonrojo, de senos erguidos, pesados, perfectos, con rosas aréolas de ostras rosadas y botones marinos de rojo coral.
                Poco a poco entrecerró sus ojos cuando sintió que ella le besaba suavemente la tetilla derecha mientras él trataba de abrir su pollera escocesa. Nahuel besó una de las gemas y luego la otra, indeciso, sin saber cuál elegir; se decidió y comenzó a succionar como si fuera un famélico niño perdido que encuentra por fin a su madre que siempre anheló. Mary desabrochó torpemente sus pantalones y los bajó como pudo hasta las rodillas, arrastrando también los calzoncillos de abrigo. Tenía los cabellos negros de su hombre entre los dedos y rasguñaba su nuca. Le fue llevando la cabeza al otro pecho y al rato, suspirando y sin palabras por fin se entregó.
                -¡Tañi Millaray! -musitó el mestizo, pero luego llevó el dedo índice a su boca: -Shssss... Te quiero, te quiero como nunca quise a nadie en mi vida.
                Y acariciando su piel besó su vientre y su pubis, un vergel dorado cuidando la perla, con sabor a mieles de algas marinas. De pronto se irguió y se miraron nuevamente. El la conoció desnuda cómo perfecta sirena; y ella vio por vez primera la potencia viril del anhelado amante deseado en todos sus sueños insomnes.
                Nahuel sólo dijo:
                -No te voy a lastimar, mi amor...
               
*  *  *  *  *

                -Chapa... después te cuento... Chapa... es divina... rubia... tiene unos ojos azules, azules como... como... el azul de mi cielo Chapita... como la... como la camiseta que u... usa el Sergio...
                -Shsss... No hablés huevón... No tragués aire que después te duele... ya viene el médico.
                -¿Por qué está tan oscuro, Chapa? ¿Quién está haciendo tanto... ruido? ¿Es el kultrún de la Machi, abuela?... Abu... Mailén... ¿Te gusta la Mary, Má?... ¿Me sale... mucha sangre Papá?
                -Calláte indio bruto... ¡Pero qué sangre ni sangre!... ¡Mirá, mirá, allá viene el doctor!
                -Abrazame querida... ¡Tengo mucho frío!... Mary... decile... al Chapa... que es como mi herma...
                -Ya sé, Negrito, ya sé que soy tu hermano... ¿Viste que no soy alcahuete?... No... ¡No te me mueras así, Nahuel! ¡¡Noo, boludo!! ¡¡Nooo!! ¡¡Hijos de mil puta y la puta madre que los parió!!
                El Chapa desesperado quiso tapar con sus manos las heridas, pero los orificios eran muy grandes.
                La sangre brotaba entre sus dedos y caía a chorros sobre la turba congelada, regando esa tierra distinta, tan lejana, pero eternamente nuestra, con el mismo color plata. Despojada de la mar, castigada por los gélidos vientos y la escarcha de la sal; yerma, donde no crece el ombú, donde no galopa el potro ni sobrevuelan los cóndores. Donde no hay surcos de arado, ni maizales, ni parrales... Pero si pudiéramos oír... sshsss… sshsss... el golpeteo de las olas removiendo los guijarros suena como grave melodía de kultrún con el parche protegiendo el hechizo. El que soñó la Machi en su niñez, cuando su gente acampaba por los pagos del Tandil: que una semilla -una solita entre tantas -hoy hallara tierra fértil. Una simiente regada con néctares del amor; de una pasión tan fuerte como grande es el destino. Un solo abrazo bastó para que ese germen brotara y creciera firme y sano, como si lo hubieran derramado sobre el humus de la pampa.
                Un solo germen de trigo - pelo negro, ojos azules - entre tantas cruces blancas.


©HECTOR GRILLO, poeta y escritor argentino. De su libro “Verónica y yo” ©2005
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA