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sábado, 16 de marzo de 2024

VERDADES AMARGAS - Ramón Ortega, Honduras, (Comayagua, 1885 - Tegucigalpa, 1932)

 













VERDADES AMARGAS


Yo no quiero mirar lo que he mirado
a travéz del cristal de la experiencia
el mundo es un mercado en que se compra
amor, voluntad y conciencia.

Amigos…es mentira…no hay amigos,
la verdadera amistad es ilusión,
ella cambia, se aleja y desaparece,
con los giros que da la situación.

Amigos complacientes sólo tienen
los que disfutan de ventura y calma,
pero aquellos que abate el infortunio,
sólo llevan tristezas en el alma.

En éste laberinto de la vida,
donde tanto domina la maldad,
todo tiene su precio estipulado,
amores, parentesco, y amistad.

El que nada atesora, nada vale,
en toda reunión pasa por necio;
y por nobles que sus hechos sean,
lo que alcanza es la burla y el desprecio.

Lo que brille nomás tiene cabida,
aunque brille por oro lo que es cobre,
o que no perdonamos en la vida
es el cruel delito de haber nacido pobre.

La estupidez, el vicio y hasta el crimen
pueden tener su puesto señalado,
las llagas del defecto no se miran
si las cubre un diamante bien tallado.

La sociedad que adora su deshonra,
persigue con sáña al criminal,
más, si el puñal es de oro,
enmudece el juez…y besa el puñal.

Nada hermano es perfecto, nada afable,
todo está con lo impuro entremezclado,
el mismo corazón con ser tan noble,
cuántas veces se encuentra enmascarado.

Que existe la virtud…yo no lo niego
pero siempre en conjunto defectuoso,
hay rasgos de virtud en el malvado
y hay rasgos de maldad en el virtuoso.

Cuándo veo a mi paso tanta infamia
y que mancha mi planta tanto lodo,
ganas me dan de maldecir la vida,
ganas me dan de maldecirlo todo.

Porque ceñido a la verdad estoy,
me dieron a libar hiel y veneno,
hiel y veneno en recompensa doy.

Y si tengo la palabra tosca,
en estas lineas oscuras y sin nombres
doblando las rodillas en el polvo,
pido perdón a Dios, pero no al hombre.


RAMÓN ORTEGA, Honduras

(Comayagua, 1885 - Tegucigalpa, 1932) Poeta hondureño, uno de los principales representantes del modernismo en su país. Realizó estudios en Honduras y Guatemala. De regreso a su tierra se desempeñó como funcionario en la Administración del presidente Francisco Bertrand.   


OLEO - Horacio J. De La Cámara - Junín, Buenos Aires, Argentina - Año de nacimiento: 1908 - Año de la muerte: 1960

 












OLEO


La tarde desvanece, en tenues velos
los charcos coloridos del paisaje.
la luna que se asoma, es un ultraje
a esa frágil quietud de terciopelos.

Como un raro ambular de desconsuelos
se allega hasta las lindes del paraje
y un esplín tartamudo en el ramaje
finge un raudo afinar de violoncelos.

Quiméricos de ensueños los caminos
multiplican retornos. Cuentos de hadas
conspiran en los lampos vespertinos

y un arcádico signo en la espesura
propicia neurastenias historiadas
por el cuerno zumbón de la llanura.



HORACIO J. DE LA CÁMARA, Junín, Buenos Aires, Argentina

Año de nacimiento: 1908 - Año de la muerte: 1960

EL IMAGINERO - Gabriela Mistral –Vicuña, Chile, 7 de abril de 1889 - Nueva York, 10 de enero de 1957. Premio Nobel de Literatura – 1945

 
















EL IMAGINERO


¡De qué quiere Usted la imagen?
Preguntó el imaginero:
Tenemos santos de pino,
Hay imágenes de yeso,
Mire este Cristo yacente,
Madera de puro cedro,
Depende de quién la encarga,
Una familia o un templo,
O si el único objetivo
Es ponerla en un museo.
Déjeme, pues, que le explique,
Lo que de verdad deseo.
Yo necesito una imagen
De Jesús El Galileo,

Que refleje su fracaso
Intentando un mundo nuevo,
Que conmueva las conciencias
Y cambie los pensamientos,
Yo no la quiero encerrada
En iglesias y conventos.
Ni en casa de una familia
Para presidir sus rezos,
No es para llevarla en andas
Cargada por costaleros,
Yo quiero una imagen viva
De un Jesús Hombre sufriendo,
Que ilumine a quien la mire
El corazón y el cerebro.
Que den ganas de bajarlo
De su cruz y del tormento,
Y quien contemple esa imagen
No quede mirando un muerto,
Ni que con ojos de artista
Solo contemple un objeto,
Ante el que exclame admirado
¡Qué torturado mas bello!
Perdóneme si le digo,
Responde el imaginero,
Que aquí no hallará seguro
La imagen del Nazareno.
Vaya a buscarla en las calles
Entre las gentes sin techo,
En hospicios y hospitales
Donde haya gente muriendo
En los centros de acogida
En que abandonan a viejos,
En el pueblo marginado,
Entre los niños hambrientos,
En mujeres maltratadas,
En personas sin empleo.

Pero la imagen de Cristo
No la busque en los museos,
No la busque en las estatuas,
En los altares y templos.
Ni siga en las procesiones
Los pasos del Nazareno,
No la busque de madera,
De bronce de piedra o yeso,
¡mejor busque entre los pobres
Su imagen de carne y hueso¡


GABRIELA MISTRAL, Chile

Gabriela Mistral – Vicuña, Chile, 7 de abril de 1889 -
Nueva York, 10 de enero de 1957. Premio Nobel de Literatura – 1945



CORINA – Luis Alposta - Buenos Aires, Argentina

 



LUIS ALPOSTA, Buenos Aires, Argentina

MIEMBRO HONORÍFICO Y ASESOR CULTURAL DE ASOLAPO ARGENTINA

CORINA fue una poeta lírica griega del siglo V a. C. de Tanagra, en Beocia, de quien se dijo, en la antigüedad, que era contemporánea del poeta Píndaro, con el que compitió en concursos de odas para acontecimientos atléticos, y ganó siete veces.

 


TU PEQUEÑA FIGURA - Carlos Román Ramírez, Puerto Rico

 













TU PEQUEÑA FIGURA


Tiempo va que tu pequeña figura
en casa no está...
La flor de lis permanece
el perro ladra a sombras de enero
la luna remonta nubosas cumbres
el vahaje me habita...
pero ya no es igual.
Años llegan, no mas sonríen y pasan...
tiempo va que tu pequeña figura
en casa no está...
Repaso minutos, paisajes, reflejos
regreso de sueños al nidal
bautizando amaneceres
cristales celestes cadenciosos transitan
entre rosada floración del robledal
el centenario cerdo cobija...
pero ya no es igual.
Compuse de nuevo el viejo sillón
crujiente sinfonía de caoba antigua
apenas y a penas logro
mecer sueños de revuelo estival...
tiempo va que tu pequeña figura
en casa no está...
Fugó como siempre otoño
entre hojas amarillas
vibra interludio existencial
mi entorno en Navidad
la vida palpita, deslumbra
campanea, me reclama en voz profunda...
paro ya no es igual.


CARLOS ROMÁN RAMÍREZ, Puerto Rico

MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA

VE AMOR, CONQUISTA LA VIDA - Salomé Moltó, Alcoy, Alicante, España

 









VE AMOR, CONQUISTA LA VIDA 


Siembra amor en los corazones

seduce para la esperanza

Ya que más allá

de toda quimera

siempre con la mano abierta

estaré yo.

 

SALOMÉ MOLTÓ, Alcoy, Alicante, España

MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA


A ESPENUCA - Carlos Penelas, Buenos Aires, Argentina

 
















A ESPENUCA


a José Raimundo Nuñez-Varela y Lendoiro
Cronista Oficial de la Ciudad de los Caballeros


Hay un lugar que flota en su misterio.
Nos toca en el silencio y en el umbral.
Acaso es la nostalgia en una imagen.
Es, además, ahondar junto a la brisa.
A veces la niebla es una secreta cristalería.
A veces pienso que los dones
son las piedras de la ermita románica.
Otras el bosque, un sendero, la hierba.
Perdidamente se aleja en la llovizna.
Invisibles los finos tallos de la luz.

Y un sacramento eterno que blasona la tarde.
(Veo una ventana adintelada, canecillos de proa.
Digo Chelo, Mandeo, Santa Baia).
Aún están los muros de la casa paterna.
La tersura olvidada de una sombra.
Lo inerte y mudo de la soledad.


Buenos Aires, 12 de diciembre de 2023


CARLOS PENELAS, Buenos Aires, Argentina

MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA

NAUFRAGIO DE LAS ILUSIONES - Liana Friedrich, Santa Fe, Argentina

 









NAUFRAGIO DE LAS ILUSIONES

 

No más lecturas compartidas entre sonrisas, ni juegos de mesa, ni paseos en bicicleta...
A medida que la tecnología fue invadiendo nuestras vidas, se acallaron las voces tan caras al oído, los proyectos se despedazaron frente a las pantallas, y nuestros ojos y oídos naufragaron marchitos. Hoy asistimos al funeral de los sueños. Nos convertimos irremediablemente en monstuos ciberneticos, deshumanizados, roboticos, sin sentimientos genuinos... en un mundo devastado por la degradación, originada en guerras,  pandemias, miseria, hambrunas, contaminación... en suma: irracionales lógicas del desamor.
Ya es inminente la involución: volveremos a ser hominidos, pero en un planeta impiadosamente destruido.
¿Habrá lugar para la redención y la esperanza en la humanidad? Seguramente, pero antes tendrán que transcurrir miriadas de siglos...

 


LIANA FRIEDRICH,
Santa Fe, Argentina

MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA


SONETO HEROICO - Rafael Mérida Cruz-Lascano, Guatemala

 













SONETO HEROICO


.
.
Dejé extraordinaria competencia
yo fui feliz, primero, vate vivo,
porqué en soñar, jamás, nunca me privo
abrí mi corazón con fe y conciencia.
.
Morir, negro requiebre, trascendencia
estoy vencido y cada estrofa escribo
caí, abordado, en citando el motivo
perdí, quería gozar la existencia.
.
Intacta se alimenta constelada
el alma rota, ausente, lejos, sola,
distante, rauda lánguida callada.
.
Daré mi sufrimiento, a ti se inmola
Estás presente siento tu mirada
podré cantar ¡ANSIOSA SE ACRISOLA!
.
.


RAFAEL MÉRIDA CRUZ-LASCANO. OFS, Guatemala
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA

Ambassadeur de la Paix.
Cercle universel des ambassadeurs de la paix France/Suisse
Sistema de Información Cultural -SIC-
Dirección General de Desarrollo Cultural y Fortalecimiento de las Culturas
Ministerio de Cultura y Deportes. Guatemala

Vate: Sinónimo de Poeta
Trascendencia: Más allá de la vida.
Constelada: Preparada para la muerte.
Inmola: De la vida pasará al reposo
Acrisola: Se purifica.

Cada estrofa se compone de una métrica rítmica tonal (Acento propio en 6ª. Y obligatorio en 10ª.) específicamente heroico en cada verso: nunca podrá ir acentuada es la novena.
Primer verso, heroico puro, 2º, 6º, 10º
Segundo verso, heroico pleno, 2º, 4º, 6º, 8º, 10º
Tercer verso, Heroico corto. 2º, 4º, 6º, 10º
Cuarto verso, heroico largo. 2º, 6º, 8º, 10º
Existen un total de veintiocho tipos de endecasílabos tradicionales posibles.Entre ellos, el
Italiano puro, en 7ª.
Dactííico: 4ª. 7ª.
Gaita gallega: 4ª, 7ª, y 10.
Es bueno conocer el valor de cada acento para según el contenido del verso podamos intercambiarlos y generar sonetos menos monótonos en su ritmo acentual.

EL GAUCHO - César Tamborini Duca, León, España

 












EL GAUCHO

Gauchar: antes de entrar en la crítica del libro deseo incluir una breve explicación sobre éste término.

GAUCHAR: Vocablo usado en la pampa para expresar que se vivía en libertad. Así lo manifestaba el “Santos Vega” de Hilario Ascasubi:

“Si por suerte nos topamos

o la fortuna me arroja

algún día por sus pagos,

lo que no será difícil

porque yo vivo gauchando”.

Recordemos de paso que el paisano es el gaucho evolucionado, producto del proceso biológico (mestizaje) de reintegración a los valores de la raza, simbiosis del gaucho con el gringo o con el criollo.

*******************

Emilio P. Corbiere (4-VIII-43 / 2-III-2004) de nacionalidad argentina, fue abogado, profesor universitario, periodista, historiador. Militante del Partido Socialista e integrante de la Logia Masónica (llegó al Grado 33).

Fue autor del libro “El Gaucho”, de indudable carácter racista. Si bien elogia la inmigración, lo hace por ser ésta europea; es clasista al extremo. En las páginas iniciales la primera vez que menciona a los aborígenes lo hace de forma despectiva: “el indiaje”, dice (pág. 12).

Al mencionar a los gauchos dice “…se dio el nombre de gauchos, hijos de nadie en su origen y bastardos que aún en algunas provincias se reproducen con la libertad de las bestias” (pág. 22)

En la página 38 hace apreciaciones personales sin ningún asidero diciendo que el negro era inútil y cobarde, sin mencionar que los negros actuaron como soldados en las invasiones inglesas y en la guerra de la independencia. Pero no me sorprende pues no aprecio calidad de historiador en quien se confunde de país en la ubicación de una importante Universidad, como luego apreciaremos.

Si bien en páginas anteriores se pueden leer otras mentiras fruto de una visión sesgada (¿por el rencor? ¿el interés?), es en las páginas 39 y 40 donde se aprecia la GRAN MENTIRA, ya que en sus orígenes la conquista de tierras cristalizó en feudos, grandes extensiones para unos pocos, que aún persiste como una lacra. Con una gran contradicción en la página 40, donde elogia al gaucho por la herencia castellana (¡)… y demoniza al negro y al mulato.

Su racismo es superlativo cuando dice “La capacitación del individuo se obtiene educándolo, cuando sus aptitudes mentales lo permiten y está plasmado en el molde en que se plasman los tipos superiores de la raza blanca, que es la que da la pauta de la civilización” (pág. 42 y 43)

En la página 47 elogia la inmigración -lo cual es plausible- pero invierte los términos: no desapareció el indio porque la tierra fue roturada, sino que ésta lo fue a expensas del genocidio de los indígenas. Y cuando en la página 48 menciona “lo poco bueno del nativo” lo hace refiriéndose al criollo, descendiente de españoles en la nueva tierra.

Luego realiza una mención sobre el ejército, y el elogio de la raza blanca: “Las grandes naciones -Inglaterra, Alemania, Francia, Estados Unidos, Austria, Italia-, exhiben un ejército moral y físicamente perfecto, dentro de la perfección posible en la materia; sus soldados, elegantes, blancos, rubios, musculosos, educados, provienen de hogares sanos, limpios, amorosos, donde la palabra y el ejemplo han combatido y combaten los vicios que degradan al individuo. Quién ve un ejército, ve sus pueblos”… (Pág. 49)

Y en la siguiente página menciona el contraste con los individuos del campo “…ignorantes, mal nutridos, de feo aspecto físico (…) seres humanos que huyen de la presencia de los extraños, son rústicos, hoscos, de innata rebeldía montaraz y de ostensible miseria fisiológica” (El subrayado es mío).


Cuando dice “Si los Patricios, instruidos y educados, no tenían reparos en matar un general1 sospechado traidor donde el filósofo de la historia encuentra fidelidad y consecuencia hacia la nación a que se entregó de alma, y el delito no tiene más que una pena y ésta es la de la vida, ¿qué podía esperarse de la soldadesca ignorante y fanática, cuando se diese rienda suelta a sus pasiones sanguinarias? (pág. 68).

Aunque resulta imposible destacar textualmente la cantidad de sandeces que se aprecian en el libro, al menos -como en este caso- señalo el indudable espíritu no solo clasista del autor, sino también fascista, como se lee en la página 83.

Desprecia considerando nefasta la colonización española, considerando perniciosa la acción del nativo (incluso del criollo, hijo de español nacido en la nueva tierra) alabando la inmigración extranjera, pues si “…no hubiera hecho sentir la eficacia de su cerebro y su brazo en la segunda mitad del siglo pasado [XIX], nuestro país librado a la acción del mestizo y el criollo, sería hoy un miserable pueblo de mulatos y gauchos”… (pág. 88).

Para el autor, el obstáculo para el progreso reside “en el alma de los [nativos] descendientes de viejos pobladores de la conquista” (pág. 91) preconizando imponer la civilización a través de la violencia (“violentos cauterios”, dice). Posteriormente, en la página 103, en un culto a la guerra, pretende explicar la leva, es decir, la incorporación forzosa a las filas del ejército, principalmente de los gauchos.

En la página 120 dice que “el agua ha estado reñida con las costumbres americanas desde el tiempo de los indios”, en clara alusión a la higiene corporal de los indígenas, cuando no opinan lo mismo los que vivieron esa época, los cronistas contemporáneos de pampas y ranqueles (Félix de Azara, Lucio Mansilla).

En las páginas 123 a 150 expone aspectos políticos, denostando algunas matanzas y justificando otras similares. Hasta la página 155 trata sobre la sociedad y la economía: “Los grandes hombres son especie de pirámides egipcias que llevan en sí la incógnita del arquitecto y el secreto del armazón constructivo, es decir, que admiran siempre y, que, los cándidos del pueblo celebran como brillantes de primera agua” (pág. 133); pero, no obstante, cita a Rivadavia en la pág. 136, siendo como fue el primer gobernante que endeudó el país con una deuda enorme siendo necesarios 100 años para poder cancelar, realizando además un vergonzoso tratado con Brasil (después que las tropas del ejército nacional los vencieran en Ituzaingó) por el que uruguayos y argentinos perdimos la integridad territorial que nos unía.

Simpatiza  que en Norte América con su régimen liberal …”preparando un pueblo nuevo que arrasaba con las viviendas de los negros y las chozas de los pieles rojas, para levantar edificios…” en contraposición a 3 gobernadores ‘mestizos’ (sin dar nombres) en 3 provincias argentinas: Córdoba, Santiago del Estero y Santa Fe (pág. 138 y 139). Sin mencionar al que fue gobernador de la provincia de Buenos Aires, Bernardino Rivadavia, que se considera era mestizo. Otro error de bulto en la página 143 al decir que Dorrego era mestizo (¡). En la página anterior algo sorprendente según todo lo que expone en el libro: alaba a los gauchos de Rosas, cuyo orden y valentía nadie puede negar (un tanto a favor).

En la página 166 se encuentra el craso error, injustificable para un historiador argentino, mencionando que “los patricios de Buenos Aires, se costeaban hasta Venezuela donde estaba la Universidad de Charcas”… Esta Universidad, una de las más famosas en la época que se refiere, se encontraba en el Alto Perú (hoy Bolivia)

Desde la página 184 hasta la 186 escribe sobre la generosidad del gaucho (parece que no era tan malo) y en la página 189 y siguientes, el gaucho en la literatura, mencionando pasajes del Martín Fierro, de Juan Moreira, Santos Vega; llegamos a la página 212 donde hace mención de Estanislao del Campo y su “Fausto”.

A partir de la página 229 trata de dilucidar [es difícil llegar a una conclusión correcta] el origen de la palabra “gaucho” y menciona -acertadamente-, que a la mujer de éste se la denomina “china” [es por sus facciones de ojos rasgados, producto del mestizaje con el indio].








El chasque Surero

Resumiendo la filosofía de este libro, podemos decir que, injustamente y como un émulo de Sarmiento, retrata negativamente al gaucho y al mestizo, que fueron fruto de las circunstancias que les tocó vivir, y de quienes se aprovecharon los ejércitos de la patria en toda ocasión, a veces voluntariamente, otras veces por la fuerza. Y resultaron laboriosa mano de obra (al estilo que la época les impuso) para aumentar la riqueza de los terratenientes.

Al mismo tiempo le sirve para hacer apología del extranjero; pero siempre abominando del gaucho. Se sirve de figuras literarias para presentarnos el gaucho como un ser huraño y pendenciero, atribuyendo esas características a su mestizaje entre los conquistadores de origen castellano y los indios.

Sin advertir que son figuras novelescas, utiliza como biotipos el Martín Fierro, el Santos Vega; y si en algún momento elogia a un criollo (o “paisano”) como “Don Segundo Sombra”, “criollo generoso y guapo”, en realidad lo hace para ensalzar la figura del “mayordomo inglés de la estancia donde reclamó trabajo como domador”, para remarcar la inferioridad del gaucho ante el extranjero (pág. 222).

Y para señalar la similitud de personajes en la obra de Güiraldes con la de los otros autores citados, dice que “no se ha olvidado (de retratar) …al gaucho pendenciero por atavismo, huraño y servil que una vez mata apuñalando y otra muere apuñaleado… (como) el gaucho malo, alzado y matrero, divorciado con la sociedad, según dijo Domingo Faustino Sarmiento”; y hace la relación en una pulpería, donde Antenor (peón resero) mata a un desconocido por una cuestión antigua de faldas.

No advierte que, por la época y la temática, esto no era patrimonio solo del gaucho. Tampoco advierte en todos los personajes citados que son novelescos y no involucran al conjunto de la sociedad. Pero al final la gran contradicción, al señalar como culpables a los escritores de la temática gauchesca nombrados previamente (Ascasubi, Hernández, Güiraldes) y señalando que ”La literatura argentina está convirtiendo al gaucho en un tipo mito (…) crearemos un gaucho al gusto de la época, pero no conoceremos al de la realidad” (¡).

Todo un libro hablando mal del gaucho para concluir que el de la realidad es distinto (pág. 225)

1Se refiere al fusilamiento de Liniers, que no fue obra de la “gente inculta” sino que fue ordenado por las cabezas pensantes del primer gobierno patrio (aunque, salvaguardando la memoria de Belgrano y de Saavedra, éstos querían librarlo de ese trágico, injusto fusilamiento).

 (“El gaucho. Desde sus orígenes hasta nuestros días”, de Emilio P. Corbiere. Segunda Edición, Editorial Renacimiento, Sevilla, 1998)

Colofón divertido: La llanura pampeana es como un balcón desde el que se puede mirar al infinito. Esa ilimitada extensión solía estar ocupada por caballadas también incontables que acompañaban al hombre (gaucho, paisano) en las tareas rurales: arar, sembrar, cosechar. Al mismo tiempo le permitían entretenerse con juegos diversos: el “pato”, la “carrera de sortijas”, las “cuadreras”. Aunque es posible que fuera al revés, si nos atenemos a lo manifestado por Borges: “El gaucho es un entretenimiento para los caballos de las estancias”. Ironía al margen, temo que sea cierto. 

 

CÉSAR J. TAMBORINI DUCA, León, España

MIEMBRO HONORIFICO DE ASOLAPO ARGENTINA

Académico Correspondiente para León

Academia Porteña del Lunfardo

El gaucho Emilio Corbiere Fausto Félix de Azara Hilario Ascasubi