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domingo, 26 de enero de 2020

LA DANZA DE LOS SIGLOS, Liana Friedrich, Santa Fe, Argentina

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LA DANZA DE LOS SIGLOS

   "Los Riscos" es el único lugar en el mundo donde puedo pensar...Pensar, por ejemplo qué quiero hacer el resto de mis días... (O tal vez recordar quién fui en otras vidas...) Todos estos años he ahogado en lágrimas al hombre, con el niño que llora imposibles... (Es que hay dentro de mí un nudo muy difícil de desatar...).En el afán de conocernos a nosotros mismos, desesperados, especulamos sobre nuestros orígenes, fantaseando como huérfanos en busca de los padres verdaderos...
     Es el instante supremo, en una historia sin tiempo... ( o mejor dicho, es la dimensión infinita en la que todos los tiempos se reúnen en un mismo centro, como cuando el hilo de tenue seda pasa por el ojo de la aguja de plata...):
       Es que el ser humano siempre ha necesitado favorecer los estados alternos de la conciencia, con ayuda de ciertas cualidades bioenergéticas del ambiente. Todos sabemos, por ejemplo, que la geometría es una forma de reordenar el espacio- explica el físico-matemático.
     Por eso, desde la maciza geometría sagrada, el sumo sacerdote bebe con unción el elixir de los faraones (sustancia extraída del lirio azul del Nilo), invocando perentoriamente al más allá...
     -Y así como el ser supremo transformó el caos en cosmos, en una medida sucesión de días-noches/noches-días, el ser humano trata cargar de poder a los objetos para volverlos sagrados (¿... fetichismo?) y así remedar el  acto creador-agrega el metafísico...
      Por eso, desde lo alto de la colina, el yamán ofrece en sacrificio a su hijo primogénito (cree que sólo la sangre de los elegidos podrá aplacar la ira de los dioses)...
      -Claro, entonces para trascender lo simplemente terrenal- apunta el ingeniero-el hombre duplica la geometría sagrada de la  montaña  y entonces construye Stonehenge, levanta pirámides y catedrales, menhires y totems...
      Es una tierra insomne, salpicada de piedras grandes, esculpidas por el viento de los siglos. (¡Invocar al espíritu de Omaha, desde el centro mismo del círculo -infinito equilibrio de moles megalíticas- hasta trasponer el devenir secular, generación tras generación!...)
     Por eso, desde el más oscuro torreón, el alquimista utiliza las hojas de la mandrágora - más como alucinógeno que como veneno-...
    Una siniestra lobreguez adensa el aire, haciendo la visibilidad casi nula. Los pájaros aquietan su vuelo en círculos hipnóticos. Un intenso resoplido subsume los mil vientos en un solo punto: es la puerta del tiempo que se abre para desenterrar un pasado tormentoso y primitivo...
    Por eso, desde la torre del templo más elevado, el místico se lacera hasta percibir la gracia de la fe...
    Ahí está esperándome, al fin, mi yo- único e  inmutable- semioculto en un recóndito ángulo del subconsciente...  Desde la estatura del misterio me asomo por sobre el espejo retrospectivo, que deforma la realidad, como en un calidoscopio de cambiantes figuras y colores... Poco a poco puedo ver cómo las piezas del rompecabezas se van rearmando, en cadenciosa serie de resurrecciones programadas (... Tanatos y Eros, la muerte y la vida, danzando a un mismo compás)... ¡Y en ese baile de disfraces finalmente podré desenmascarar a Dios! (¿Acaso el amor no es también como un espejo que deforma la realidad?)...
      Hay rastros, mensajes en clave que merecen ser revelados. Pero... ¿cuánto hay de verdad y cuánto de fantasía en lo que entrevemos? ¿Serán tal vez  imágenes proyectadas por una mente superior, sobre la pared oscura de la caverna?... ¿O quizás nuestros propios miedos materializados? -duda el filósofo.
     Hay cosas que son absolutas, pero  hay otras  que han sido grabadas en el inconsciente, en el torrente oscuro de las vidas pasadas... (Esas criaturas de la noche, que como vampiros me seducen con su atracción peligrosa y violenta, o aúllan sedientas bajo la fría luz lunar, como lobos en celo)...
    Antes era imposible acceder científicamente al manantial eterno de la vida... (salvo apelando a la fantasía fabuladora de los mitos o al lirio acuático del Nilo, hierba sagrada casi extinguida...). Pero ahora, con los avances de la ciencia - aclara el psicólogo-  a través del trance inducido por hipnosis, es posible resolver conflictos personales originados en el pasado más remoto.
   Pero nunca antes le había confiado a nadie acerca de esas imágenes que me acosan desde la bruma  del tiempo (en las pesadillas de despertar abrupto o en los ramalazos momentáneos, que tiñen de recuerdos... ¿inexplicables? lugares, objetos...e incluso a algunas personas). Pero ahí están  y resulta imposible obviarlas, porque forman parte de mi yo eterno... 
   Siempre me pregunté a dónde van a parar las historias que no pueden ser contadas... ¿Estarán ocultas en algún repliegue del tiempo, hasta que algún druida de la palabra logre exhumarlas?...¡Quitémosle velos de tinieblas a los mitos, hasta arribar a lo absoluto...¿Acaso Dios? ¿Fuego místico? ¿Llama eterna? (¡Tan sólo símbolos, meras convenciones con que el lenguaje enmascara la verdad!)- piensa el lingüista.
    ¡Cuánto quisiera poder entrar al mundo divino del perdón -que es la otra cara del amor- y por fin Olvidar, sí Olvidar con mayúsculas, para descansar en  alas de la Verdad!
   Una lengua de fuego se eleva, envuelta en oscilantes columnas de humo, desde los riscos -¿Será una zarza que arde?- inquiere el guardabosques-.Ya hubo otras veces en la montaña casos de combustión espontánea.
      -Es una señal divina- infiere el pastor de ovejas, apuntando el flamígero promontorio con su báculo.
 El viento trae, en sucesivas oleadas, ráfagas del penetrante perfume...¿Incienso?...¿Mirra?...¿Eucaliptos?...No, sin duda se trata de otras hierbas aromáticas, porque producen un olor tan desagradable... algo dulzón y pegajoso...
     Los efluvios nauseabundos causan mareos, enfermando los bronquios y narcotizando la mente... Removiendo las brasas, sobre el túmulo ardiente , es posible distinguir con claridad restos óseos calcinados:
     - Pero..-exclama con sorpresa el antropólogo, examinándolos con el extremo de su bastón de cedro con punta de obsidiana-...Si parecen humanos. Aunque...a ver...Unas protuberancias extrañas sobresalen en el cráneo, donde se hallan los lóbulos parietales  y occipitales...¡Ah! y la columna vertebral tiene osteofitos puntiagudos...
   - Efectivamente; la espina dorsal presenta un reborde con picos irregulares, como si fuera el lomo de un dragón...-repone entonces el paleontólogo, acercándose intrigado para observar mejor los despojos.
    -Mmmm... En mitología se asocia al hijo del diablo con Drácula ; y justamente de allí deriva su linaje: "Orden del Dragón"(o "Dracon")- agrega el novelista.
     -¿Y esto?... ¡Parece muy antiguo!- Junto al promontorio de tierra y leños yace un cáliz de plata, que ostenta aún rastros de sangre fresca...- Por las inscripciones labradas en el metal , se trata  de un utensilio ritual, como el que solían usar los mayas en sus sacrificios -deduce el arqueólogo-. Muchos sacerdotes y hasta algunos reyes, en las antiguas civilizaciones, llegaban a cercenarse los lóbulos de las orejas o la lengua, para ofrecer su propia sangre a los dioses.
   -Beber o bañarse en sangre, en las culturas milenarias, siempre encerró un anhelo de vida eterna, no tanto porque se le atribuyera a la sangre propiedades mágicas, sino porque es símbolo de energía vital... -refiere luego el historiador.
    -Casos de craneoestenosis, como el hallado en "Los Riscos", son muy raros-concluye finalmente el científico en su laboratorio, luego de analizar los restos óseos-. Suelen ser malformaciones de origen congénito, producidas por la ingesta de ciertos estimulantes durante el embarazo, probablemente provenientes de plantas o raíces, preparadas en infusión.

    Bajo el alero solitario de "Los Riscos", las sonajas eólicas tintinean agitadas por la última brisa del atardecer, inaugurando la luz de la primera estrella. 
     . 
Entre la vida y la muerte
infinitas puertas hay...
No todas conducen a la oscuridad.
Entonces...
¿cuáles debemos atravesar?
...Porque más allá
existe sólo el reino del quizás.


LIANA FRIEDRICH, poeta y escritora argentina
MIEMBRO HONORIFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
                                  



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