EL CIRCO DE LA VIDA (reedición)
al
espejo el narciso de mis días;
al
calendario, los excesos de la vida
y
al cotidiano andar, mis alegrías.
Tuve
un fuego, una mesa, una familia,
un
sueño de vino y copas finas;
un
insomnio procurando poesía
en
noches de amor sin alegrías.
Confieso
que he robado
el
cándido rubor de su mejilla
el
temblor primero de su beso
y
el ángel de una loca fantasía.
Confieso
que he guardado.
Las
risas felices de los niños
festejando
al enano que lucía
de
su bota, la punta retorcida.
Y
ahora que el circo se detiene
y
no hay luces que apuntan al proscenio,
y
el rugir de las fieras es un recuerdo
repartiendo
el olvido por las sillas;
y
el blanco corcel y la écuyère
no
muestran su orgullo por la arena,
ni
el trapecio en su balance inquieta,
ni
hechiza el batir de los redobles;
ni
se oye al león que enflaquecía
al
restallo del amo que ostentaba
el
fatuo sonido de la cuerda
sepulto
en el gris de cuatro rejas,
me
duelen aquellos que se han ido,
los
que emigraron quizá, en otra gira.
Confieso
vanamente que no olvido
el
rumor del aplauso y la alegría.
Cobraré
por mis servicios al Averno
para
hacerme de un puñado de monedas
y
volver alguna vez al viejo sueño
de
comprarme un circo que no duela.
Confieso
que crueles me han robado:
el
narciso, el andar y el calendario;
mi
jarra de vino, la poesía,
y
este circo vivido con los años.
NORBERTO
PANNONE, poeta y escritor argentino
(Copyright
2016,)
Querido maestro y queridos amigos, YE SOLIS, ESTÁ resucitando y en cuanto pueda, volveré a estar con todos udes, me alegra leerlos, apreciarlos y encontrarlos,...! Un abrazo que llegue a vuestros corazones, YOLI
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