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sábado, 26 de noviembre de 2022

CUENTOS DEL SIGLO POSTERIOR PEDIDO DE AUXILIO, Norbert Pânon, Buenos Aires, Argentina

 







CUENTOS DEL SIGLO POSTERIOR

 

PEDIDO DE AUXILIO

 

El hombre oró sobre las páginas amarillas. No muy lejos, en la casa de al lado, la mujer buscaba con desesperación el teléfono del doctor García en las páginas de la Biblia. Sentado aún sobre el bidé, molesto por la espera, su marido expiró.

 

©NORBERT PÂNON, Buenos Aires, Argentina


Poema, Guillermo Fernández del Carpio, Arequipa, Perú

 








Poema

Yo creo que la vida no es un hecho fortuito,

es la historia breve de un libro que no es gratuito.

Yo creo que he sido y soy un enamorado de las culturas,

del artificio de las letras y de la quietud de las noches eternas.

 

Yo creo más en Sócrates que en otro de sus sucesores.

Yo no creo en Marx, en Hume, en Smith, no creo en la utopía.

Yo creo en un niño carpintero de Nazareth y en su Madre María,

que en cada tarde o al despertar la mañana, alguna plegaria mía les rezaré.

 

Yo no creo que el ayer ni el presente presagien nuestro futuro.

Cada día nos es diferente, pero no absolutamente incierto.

Nosotros, seres mortales que seremos polvo,

podemos ser eternos, si hacemos de nuestro vivir, un pequeño huerto.

 

Yo no creo en los reinados de la monarquía, ni en la praxis política.

La democracia de hoy me sabe imperfecta, las cifras no otorgan siempre razón.

Yo creo en el hombre sabio, porque que no habla mucho

y sus ojos son como las palabras de un hombre sencillo.

 

Guillermo Fernández del Carpio, Arequipa, Perú

MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA

El primer beso, Amado Nervo, México

 






El primer beso

 

Yo ya me despedía… y palpitante
cerca mi labio de tus labios rojos,
«Hasta mañana», susurraste;
yo te miré a los ojos un instante
y tú cerraste sin pensar los ojos
y te di el primer beso: alcé la frente
iluminado por mi dicha cierta.

Salí a la calle alborozadamente
mientras tu te asomabas a la puerta
mirándome encendida y sonriente.
Volví la cara en dulce arrobamiento,
y sin dejarte de mirar siquiera,
salté a un tranvía en raudo movimiento;
y me quedé mirándote un momento
y sonriendo con el alma entera,
y aún más te sonreí… Y en el tranvía
a un ansioso, sarcástico y curioso,
que nos miró a los dos con ironía,
le dije poniéndome dichoso:
-«Perdóneme, Señor esta alegría.»


AMADO NERVO, México

Nacimiento: 27 de agosto de 1870, Tepic, México
Fallecimiento: 24 de mayo de 1919, Montevideo, Uruguay


¿SOÑAR NO CUESTA NADA?, Luis Alposta, Buenos Aires, Argentina

 









¿SOÑAR NO CUESTA NADA?

 

         En una clínica psiquiátrica, un paciente lo decapita a otro mientras duerme. Luego comienza a reír (como un loco), pensando en el susto que se habrá de llevar cuando despierte.

         Quien despertó fue él, y vio que no había ningún decapitado y que quien reía a carcajadas era el otro.

         Volvió entonces a conciliar el sueño; pero esta vez se llegó a identificar con la víctima y ya no despertó.

 

Luis Alposta, poeta y escritor argentino

MIEMBRO HONORÍFICO Y ASESOR CULTURAL DE ASOLAPO ARGENTINA

 

De su libro "Trece Historias a Muerte" (para leer de un saque), cuentos breves.

1° Ed, La Casona de Iván Grondona, Buenos Aires, 1978;

2da. Ed. El lunfa, Buenos Aires, 1982.


AUTORRETRATO, Gladys Abilar, Chilecito, La Rioja, Argentina

 








AUTORRETRATO


Soy un pequeño gesto de la vida
un reflejo desgarrado de un relámpago
una luz en el pantano.
Soy la levedad de una caricia
un latido que arrojó el universo
una mueca que intenta ser palabra
una palabra que sublimó sus letras.
Soy el grito de un útero en riña
un esbozo de vida en los escombros
una voz que se desangra entre las piedras.
Soy una música que lavó sus notas
en la fuente matriz de una entelequia
un ave que plegó sus alas
de mórbido plumaje.
Soy una partícula de gleba fecundada
en un páramo insurgente
la sonrisa que trueca rostros de espanto.
Soy la flor que redime a la bestia.

 

Gladys Abilar, poeta y escritora argentina

MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA


Situaciones, Antonio Las Heras, Buenos Aires, Argentina

 







Situaciones

 

Es el tiempo del hoy.

Es la tarde que transcurre.

Nublada. Fresca. Lluviosa.

La presencia de los amigos.

Que hablan. Que gritan entusiastas.

Que hablan. Que gritan entusiastas.

Que brindan por estos momentos.

Vivir. De eso se trata. Vivir.

Vivir en plenitud y concreto.

Sentimientos. Emociones.

Lo que la vida otorga

sólo cuando estas así dispuesto.

No eres un vegetal. Eres humano.

Creativo. Persistente. Sensible.

Para ser, en verdad,

único e irrepetible.

 

ANTONIO LAS HERAS, poeta y escritor argentino

MIEMBRO HONORÍFICO Y ASESOR CULTURAL DE ASOLAPO ARGENTINA


UNAS MODESTAS REFLEXIONES SOBRE LAS RELIGIONES GENERALIZADAS, Salomé Moltó, Alcoy, Alicante, España

 





Infinidad de veces se ha planteado la cuestión, de si el ser humano siente  intrínsecamente el sentimiento religioso o se le impone culturalmente. Creo que todavía no se ha llegado a una posición clara, ya que la gente se manifiesta tanto a favor  de un concepto como del otro. Se llega hasta apuntar que el sentimiento religioso ha contribuido a la evolución del ser humano. El budismo, religión nacida en la India, apuntó a unos valores, como la misericordia, el  amar al prójimo como a sí mismo y tanto otros valores que fueron adoptados, después  ya desde Judea, tanto por el judaísmo como  por el cristianismo varios siglos más tarde y sobre el 600 de nuestra era por el Islam. Después a través de los siglos hemos ido viendo las diversas divisiones y fragmentaciones en que se han desarrollado las dichas tres grandes religiones monoteístas. 

      Ahora bien, sobre estos eternos valores los dirigentes de toda religión se han apresurado a organizar la sociedad con una estructura piramidal y que por supuesto, colocando a la cabeza al máximo dirigente, quien ha dictado normas y liturgias a seguir. Decía  el papa León XIII “Someterse a Dios es sujetarse a su voluntad para alcanzar la libertad”  y claro, quién diga cuál es la voluntad de Dios, será siempre el prelado, el muecín, el rabino o el pastor, con pretensión de autenticidad y excluyendo toda otra creencia.

      Los “gurús” de todas las sociedades que han intentado siempre imponer su voluntad en detrimento de la libertad y la integridad del ser humano, los que siempre han estado contribuyendo a su esclavitud, se han amparado y a su vez se han servido de las religiones para perpetuar  su  eterna dependencia de un dios hipotético y así imponer su despotismo.

      Construir Iglesias, sinagogas, o mezquitas es someter a un dictamen preciso e interesado la voluntad de los creyentes,  y no a los conceptos humanistas que cada religión posee, sino al dictado de quién la aprovecha  en sentido propio.

      Como arma política también juega su papel; formar a la gente dentro de un dogma con el odio y la oscuridad mental pertinente y dirigirla allí donde los intereses de un grupo determinado convengan, es una actitud  demasiado frecuente. Occidente lo ha sufrido a través de toda la Edad Media y quizás ahora el mundo musulmán empieza esta oscura y nefasta trayectoria y que su Renacimiento se emprenda dentro de quinientos o mil años. El tema es preocupante, porque en el fondo estamos asistiendo a una proliferación de manifestaciones religiosas que nos tememos sean la rebelión de pueblos que, a falta de una salida social justa y próspera, a tantas y tantas frustraciones, encubran su decepción con un fanatismo religioso de resultados netamente alarmantes.

      Y no obstante, es el mundo musulmán el que salvó de la barbarie y el fanatismo cristiano la cultura griega, traduzco al árabe los textos de los clásicos helenos, y gracias a ellos podemos hoy conocer las obras de Platón, de Aristóteles, saber de la filosofía de Sócrates y de  tantos otros, nuestro antiguo patrimonio cultural es hoy un logro gracias a la cultura árabe que nos la preservó durante el oscurantismo cristiano.

       Los que nos hemos  preocupado y estudiado  el proceso religioso de nuestra humanidad, siempre nos hemos congratulado de los derechos ciudadanos que la humanidad ha ido adquiriendo. Queda ya muy lejos el Renacimiento en que las mentes preclaras   de un Bacón, Montague, Leonardo Avinca,  primero, Hobbies, J.J. Rousseau, Voltaire. Colbac después, y tantos y tantos otros con que supieron eliminar aquellos tiempos de fanatismo y represión  del Medievo, en donde la religión todo lo podía. Después de la II G. Mundial, las N. Unidas publicaron la carta de los derechos Humanos, derechos universales y con ellos pensábamos  que la Humanidad había dado un paso de gigante en pro de una existencia más fraterna y respetuosa. Porque, las religiones que empiezan con las mejores de las ideas acaban todas imponiendo el dogma particular de cada una, hasta dominar al ser humano para que no ejerza su voluntad sino, la voluntad del “maestro” de turno y de cada creencia. Así los adictos de cualquier credo se entregan sin condiciones al dictado impuesto por muy aberrante que sea

      Si con el Renacimiento y la Ilustración se pretendió que el hombre empezara a ejercer su raciocinio, si pudiendo liberarse de todo concepto opresor empezaba a ser capaz de tomar en sus manos su propio destino, hoy asistimos a la proliferación  de mezquitas, iglesias y demás centros de culto en donde no se razona, ni la verdad, ni la naturaleza humana, y se sigue el dogma en rigor del momento. A cuantas más personas fanatizadas en mensajes subliminales más obediencia al “rector”, que las conducirá allí a donde el grupo de poder del momento lo decida. Fieles convertidos en fuerzas destructoras de sí mismos y del entorno. ¿Es a través de estos jóvenes fanáticos que los países pobres plantan cara a los países que los invaden y los oprimen? Nos parecen muy magras victorias  y tanto más que los dirigentes religiosos se sirven muchas veces de pobres criaturas mientras ellos se ponen a buen recaudo y luego capitalizando el esfuerzo de esas víctimas negocian con el enemigo.

Triste perspectiva a menos que las personas empiecen a ser capaces de andar su propio camino sin muleta religiosa alguna.


SALOMÉ MOLTÓ, poeta y escritora española

MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA            

De librerías, bibliotecas y poetas, Carlos Penelas, Buenos Aires, Argentina

 



De librerías, bibliotecas y poetas

El tiempo es ese enemigo que mata huyendo.

Quevedo

Debemos recordar una crónica que ya no existe. Un mundo que atesoró significación ideológica y cultural.  De adolescente y de joven he transitado librerías de viejo con fervor, con pasión desmesurada. No era el único. Librería Palumbo, Hernández, Buenos Aires, Ixtlán, Del Humanista, El Glyptodonte, Edipo, Verbum… También concurría al Ateneo, Fernández Blanco, Pardo, Pigmaleón, ABC, Alberto Casares,  Jorge Álvarez, Norte, Clásica y Moderna…

Libreros como Francisco Gil, Alejandro López Medus, Jorge Brandi, Carlos Hernández, Horacio Tarcus con quienes hice amistad. Algunos de ellos me   protegieron en tiempos de la dictadura: Gil, Brandi, Hernández.  En las librerías se presentaban autores, conocidos y amigos. En algunas organicé  recitales de poesía con actrices y actores de renombre. Conocí e hice amistad con Lubrano Zas,  Eduardo Gudiño Kieffer, José Gobello,  Ricardo E. Molinari, León Benarós, José Raed, Alfredo Llanos…y tantos otros. Nombres que se unían a literatos que iba detectando en la vida - en sus casas, centros culturales o bares - como Raúl González Tuñón, David Viñas, Horacio Armani, Luis Franco, Bernardo Jobson, Héctor Ciocchini, Luis Di Filippo, Diego Abad de Santillán, Abelardo Castillo, Leónidas Barletta, Ángel Battistessa,  Guillermo Furlong, Juan L. Ortiz…

Descubría nombres, libros, publicaciones. Llegaban a mis oídos Milcíades Peña, Mateo Fossi, Héctor Raurich, Carlos de la Púa, Gleizer, Alberto Ghiraldo, Ideas y Figuras, Alba Literaria, Brazo y Cerebro, Pasado y Presente, Cuadernos de Cultura, El grillo de papel, El escarabajo de oro, entre tantas revelaciones.

Terminado el secundario comienzo a estudiar la Carrera de Letras en la Escuela Normal de Profesores Mariano Acosta, fundada en 1874, uno de los establecimientos más prestigiosos del país. Allí lo clásico, la literatura con mayúscula, los grandes movimientos sociales y culturales. Desde los griegos y latinos, pasando por la Edad Media hasta el siglo XVIII. La literatura alemana, inglesa, española, italiana, francesa. La pintura, la escultura, la sabiduría, la música conformaban un universo único. Grandes profesores, escritores y humanistas estudiaron en sus claustros. Un edificio del neo-renacimiento italiano. Tuve profesores que amaban las letras y amaban enseñar. Hombres de renombre nacional y, muchos de ellos, internacional; todos de una generosidad ilimitada. Evoco a Rodolfo Modern, Julio Balderrama, Germán Orduna, Lorenzo Mascialino, Juan Sibermahart, Ángel Mazzei, Ricardo Ayabar, Lidia Siffredi, Reynaldo Carlos Ocerín. Y, por supuesto, la profesora Catalina Lago - Historia del Arte – discípula  de Julio E. Payró. Nos vinculaban al universo de lo estético, de lo ético, al canon occidental. Virgilio, Ovidio, Catulo, Dante, Petrarca, Cervantes, Shakespeare, Goethe, Menéndez Pidal cobraban una dimensión inimaginable en nuestra vidas. Citar en los pasillos a Esquilo, Eurípides, Leopardi, Góngora, Gutierre de Cetina, Santa Teresa o Anacreonte era conversar con un familiar, con alguien que visitábamos con frecuencia, que nos indicaba signos y mitologías.

 En mi hogar estaba presente el cine, el ballet, autores españoles del Siglo de Oro y de la Generación del 98. Sin duda la Guerra Civil Española, el nazismo, el estalinismo, la demagogia peronista. Mi familia gallega era habitué a los cafés, mi padre y mi hermano mayor sobre todo. En mi adolescencia conocí otros bares, otra bohemia, otra manera de mirar.

 De niño escuchaba hablar a mis hermanos – era el menor – y a mis padres de  temas inimaginables. Algunos hitos: Jimmy Durante, Condesa Pardo Bazán, Unamuno, Fred Astaire, Cole Porter, Eugene O´Neill, Ernesto
Grillo, Arsenio Erico, Américo Castro, Rocky Marciano, Sarita Montiel, la crema dental Pepsodent, Osvaldo Pugliese, La Prensa, Santiago de Compostela…

Desde estas vivencias frecuenté los bares Moderno, Politeama, La Paz, Astral, Tortoni, Suárez entre otros, donde se discutía desde la Guerra de Vietnam hasta los crímenes de Stalin, de Mao o de Franco. Luego, ya mayor, junto a los poetas Rubén Derlis, Rafael Alberto Vázquez, José Antonio Cedrón,  Luis Alberto Quesada, Roberto Santoro, Oscar González, Rubén Chiade, Lucas Moreno recorrí bares históricos.

Citábamos a Álvaro Yunque, Elías Castelnuevo, Roberto Mariani, César Tiempo, Aníbal Ponce, Máximo Gorki, Bakunin, Marx,  Bernardo Koremblit, la Editorial Claridad y tantos nombres hoy relegados.

Corrientes, Lavalle o Florida ya no me pertenecen. Pocos lugares de la ciudad me pertenecen. Son burgos ajenos, desconocidos. Empobrecidos y degradados como toda una sociedad. Si sabemos ver, si sabemos observar lo advertimos. No todo tiempo pasado fue mejor, para volcarme a una frase vulgar. Pero sin duda el aire ha cambiado de manera feroz. La sociedad se desplazó lentamente a lo chabacano, a la ordinariez.  En los últimos años particularmente. La literatura, el arte, la belleza, siempre fue para unos pocos.
El sentido de lo bello o de lo ético a lo largo de la historia fue así. Pero tanto el hombre cultivado o instruido como el iletrado o inculto admiraban arquitecturas, templos, museos, bibliotecas, escuelas. Ahora creo que el desconocimiento, la imbecilidad, la ignorancia posee rasgos ilimitados. Para las nuevas generaciones el mundo comienza cuando abren el celular,  se comunican con monosílabos. Y sonríen como opas. Leemos sobre “los cretinos digitales”, la generación Zlos millennials, los emojis, el cociente intelectual, la frivolidad. Ese es sólo un aspecto, hay tribus de cuarenta o setenta años que dan pavor. Hay cabezas y cabezas, querido lector. Y hay tarugos en todas las estanterías. Tener en cuenta.

 Por supuesto siempre hubo islas y las seguirá habiendo. Invoco la Biblioteca de la Federación Libertaria Argentina, la Biblioteca Nacional de Maestros, la Biblioteca Carlos Sánchez Viamonte, la Biblioteca Ricardo Güiraldes, la Biblioteca del diario La Prensa, la Biblioteca Miguel Cané, la Biblioteca José Ingenieros. Pienso en Fahrenheit 451, la novela distópica de Ray  Bradbury. Mi intención en estas breves líneas, caro lector,  fue simplemente evocar lo perdido. Una suerte de búsqueda del tiempo abandonado. Eso, nada más. Le ruego que me excuse.

Buenos Aires, noviembre de 2022

Carlos Penelas, poeta y escritor argentino

MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA


CÉDULA IDENTIDAD Dª BERTA GARDES, Héctor Fortunato Rebasti, Buenos Aires, Argentina

 



CÉDULA IDENTIDAD Dª BERTA GARDES

 

Cuando se está por cumplir 67 años del fallecimiento de Doña Berta no podemos menos que sorprendernos de esta revelación.

.Se trata de lo que fue su Cédula de Identidad, documento tan recordado entre los integrantes de nuestra generación, y que muchos de nosotros todavía conservamos como un recuerdo de nuestra infancia y juventud; compuesto de dos tapas duras color bordó y cuatro hojas internas con la foto del ciudadano y sus datos personales de filiación y señas particulares visibles fué el documento que nos daba identidad.- Obtenido mediante la visita del personal de la Policía Federal, en la escuela primaria como primer paso , ó bien posteriormente en el Depto. Central de Policía.
La fotografía que puede verse, es la cédula de identidad de Doña Bertha, en la cual se observa claramente, el número del documento escrito en lápiz , costumbre que se usaba para una mas rápida lectura , y la perforación del mismo número con el sistema utilizado en la época (izquierda del documento ).
.

Ese número es el 424635

.
No creo necesario aclarar que al leer este número surge un dato que impacta y que parece una premonición. Igualmente me permito desmenuzarlo para que resulte más fácil interpretarlo.

Nro. 4 - décadas de vida de Carlos Gardel (1890 – 1935)
(*)

Nro. 24 - Dìa del fallecimiento de Carlos Gardel, su hijo.-

Nro. 6 - Nomenclatura usada para designar el mes de junio

Nro. 35 - Año de la muerte de Carlitos.-


NO ES POCO: ES UNA INTERESANTE E IMPRESIONANTE COINCIDENCIA


Este “descubrimiento”, casual de mi parte, no hace otra cosa que aportar más datos y curiosidades en la rica historia de Doña Berta, la querida madre biológica del siempre recordado y nunca igualado: CARLOS GARDEL.


.Mi único objetivo es que esto se conozca , sea patrimonio para el futuro, y sirva para aquellos a quienes les dejamos, en sus manos, la figura del mejor cantor de tangos que tuvo NUESTRO PAÍS Y EL MUNDO, nativo en la hermosa tierra francesa y que adoptara a Buenos Aires como su tierra natal, conservando el sentimiento Rioplatense.


(*) Aporte sugerido por el amigo gardeliano Hèctor Lemmi, de la Sociedad Admiradores de Carlos Gardel de la Ciudad de Mar del Plata. Gardel vivió desde el 11 de diciembre de 1890 hasta el 24 de junio de 1935. Estos años:

 

44 años / 6 meses / 13   días. / 13   horas

©Héctor Fortunato Rebasti, poeta y escritor argentino

MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA

También publicado en España:

REVISTA Nº 79 - 24 de Octubre del 2022

Director-editor: César J. Tamborini Duca, León, España





Concurso Literario Biblioteca Popular del Paraná Edición 2022

 


GACETILLA

Concurso Literario

Biblioteca Popular

 del Paraná Edición 2022

 

Se encuentra abierto el Concurso Literario Internacional Biblioteca Popular del Paraná Edición 2022. Los interesados podrán presentar cuentos breves con tema libre desde cualquier parte del mundo hasta el lunes 5 de diciembre del corriente año.

En esta edición hay una consigna por cumplir: en el desarrollo del cuento deberá aparecer el número 150 (en palabras o en cifras) usado libremente.

Son tres las categorías para participar: Adultos (de 18 o más años), Adolescentes (de 14 a 17 años) y Preadolescentes (de 10 a 13 años). Para todas las categorías se considerará la edad cumplida al 30 de junio de 2022.

El envío de las obras deberá realizarse a través de la Página de Internet de la Biblioteca Popular del Paraná: www.BibliotecaPopular.org. Desde allí los interesados podrán completar un formulario con sus datos personales y adjuntar el cuento, que no deberá superar las 800 palabras. En este sitio también podrán encontrar el reglamento y más información.

El anuncio de los trabajos ganadores se publicará en el sitio Web de la biblioteca el domingo 23 de abril de 2023.

El premio más importante para quienes tengan espíritu y/o profesión de escritores es la publicación de las obras ganadoras de cada categoría y las que reciban mención de publicación en una antología bajo el sello Ediciones Biblioteca Popular del Paraná.

Esta es la décima tercera edición del certamen literario. Fruto de las ediciones anteriores se han publicado los libros: “Cien años de comunidad”, “Siempre y en todo lugar”, “Puro Cuento”, “Ejercicios de Libertad”, “El Quinto”, “El Ojo en el Sol”, “Crujidos”, “Morir tan luego”, “Retorno”, “Ciento once” y “La mancha amarilla”.

Por cualquier consulta los interesados pueden comunicarse al siguiente correo electrónico: concursoliterario@bibliotecapopular.org

Sobre la Biblioteca

La Biblioteca Popular del Paraná es una asociación civil sin fines de lucro que desde 1873 presta el servicio de biblioteca pública con acceso libre y gratuito. Cuenta con más de 90.000 libros para lectores de todas las edades y promueve la pasión por la lectura, el debate de ideas y la permanente búsqueda del conocimiento. En su larga historia siempre mantuvo un rol destacado como lugar de encuentro de la comunidad, habiendo sido declarada su sede social Monumento Histórico Nacional por el Congreso de la Nación (Ley 26.116).

Para mayor información:

comunicacion@BibliotecaPopular.org

www.BibliotecaPopular.org


sábado, 19 de noviembre de 2022

CUENTOS DEL SIGLO POSTERIOR - LA PREVENCIÓN QUE MATA, Norbert Pânon, Buenos Aires, Argentina

 








CUENTOS DEL SIGLO POSTERIOR

 

LA PREVENCIÓN QUE MATA

 

Había llegado la muerte para cortar el cordón umbilical consiguiendo que la vida sanguinolenta se retrajera hacia la profundidad del útero. El anticonceptivo había surtido efecto.

NORBERT PÂNON, Buenos Aires, Argentina

 


LO ÚNICO – Luis Alposta - Buenos Aires, Argentina

 










LO ÚNICO  

 

Vivía pobremente y solo. 

No tenía familiares ni amigos.

Una noche le dio cuerda al reloj

y quedó muerto.

Lo único que dejó,

fue un tic-tac

que lo sobrevivió veinticuatro horas.

 

Luis Alposta, poeta y escritor argentino

MIEMBRO HONORÍFICO Y ASESOR CULTURAL DE ASOLAPO ARGENTINA

 

-De su libro "Trece Historias a Muerte" (para leer de un saque), cuentos breves.

1° Ed, La Casona de Iván Grondona, Buenos Aires, 1978;

2da. Ed. El lunfa, Buenos Aires, 1982.

 


ANIMARSE, Elias D. Galati, Buenos Aires,

 




ANIMARSE


Animarse es infundirse ánimo, valor, esfuerzo y energía; también atreverse. Es excitar a una acción. El ánimo es la capacidad de experimentar emociones, afectos y de comprender. Es también la fuerza y energía para hacer, resolver o emprender. Pero la concreción del concepto de tener ánimo o animarse, en la vida real, escapa a esta significación, y abarca una concepción existencial que une todas las capacidades del hombre, las intelectuales, las sentimentales y las volitivas. Es posible que dicha caracterización, tenga elementos atávicos y se remonte al pensamiento primitivo, puesto que se consideraba que todas las cosas naturales estaban animadas y se explicaban las mismas por la acción de fuerzas o principios animados. Es decir el ánima, cual sinónimo o símil del alma, era la característica de la vida. Lo que no estaba animado, no tenía vida, estaba muerto. Fue la primera diferenciación entre los seres vivos (vegetales y animales) y los seres inertes o muertos (minerales). Animar es entonces dar vida, o proyectar una concreción efectiva, real y activa a aquello que está en potencia, pero yacente. Es poner en acción, o ponerse en acción a uno mismo. Desde la psicología y a partir de Jung se considera animar, como la actitud, carácter o personalidad internas vueltos hacia el inconsciente. Biológicamente puede entenderse como el movimiento, la respiración, la proyección hacia adelante, hacia el futuro, de todos los seres. Estar animado escapa a este concepto elemental y determina una capacidad mayor, un plus en la actitud vital que lleva a pensamientos, ideas, acciones y concreciones. En el acervo popular animarse es tener voluntad, ser capaz de enfrentar las cosas y producir cambios, es estar un paso delante de lo común y sobresalir del entorno. Es tener coraje. Por lo general nuestra vida transcurre dentro de un rango específico determinado por las condiciones existenciales y sociales y por nuestra actitud ante el devenir de nuestro tiempo vital. Es un poco un plan o un esquema, que se repite cotidianamente y que fuimos construyendo, nosotros, nuestro entorno, la comunidad a la que pertenecemos y la región y el hábitat donde vivimos. Cada día y a veces con mayor asiduidad, nos preguntamos y nos cuestionamos por la existencia, por la actitud asumida y por la posibilidad de cambio a la que podemos arribar. La idea parte de una inquietud por superar el conformismo como residuo de la normalidad, pero también por el ansia de hacer algo, dejar una huella, ser distinto y provocar una situación que pueda ser aprovechada por todos para una vida mejor y lograr la felicidad a la que aspiramos. Esta idea choca con la costumbre y la rutina, lo que se hace siempre se hizo igual, para que entonces cambiar. En el fondo de nuestro corazón queremos un cambio, pero hay algo que nos detiene y nos determina. La vida rutinaria la conocemos, el cambio no. Es enfrentarse a lo diferente, a lo desconocido, a aquello que no podemos prever y que posiblemente nos haga daño. Animarse es entonces un acto de valor y también valioso. Es aceptar que se puede superar la existencia y mejorar la vida. Es querer trascender, es tocar el infinito y procurar un lugar más allá de lo posible y lo alcanzable. Es sentirse con la capacidad de crear, de modelar, de establecer algo diferente. La ciencia, la técnica, el arte, la cultura en general como expresión de todo lo que es capaz el hombre es fruto de ese atrevimiento, de animarse a ser otra cosa, ser mejor, progresar y dar para uno y para los demás una luz que era desconocida. 

Animarse…

Animarse a ser feliz, a ser mejor, a ser capaz de crear, a promover las ideas superadoras que hagan del mundo un espacio de paz, de armonía, de solidaridad, de justicia, de felicidad. Animarse a ser auténticamente un ser iluminado pero humilde, creativo pero solidario, genial pero como el común de los hombres. Animarse a ser, aquel que busca la trascendencia del infinito y de la Divinidad.

 

Elias D. Galati, Buenos Aires, Argentina