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sábado, 30 de marzo de 2024

CIELOS ROJOS, CIELOS AZULES… - Adrián Néstor Escudero, Santa Fe, Argentina

 



CIELOS ROJOS, CIELOS AZULES…

 

                               Con devoción, a la infinita Misericordia de Dios, y a los que asumen al dolor, como medida del Amor. En especial, a Quien el séptimo día -cosmogónico- descansó, y al tercer día- real y cosmológico- resucitó…

 

 “¡Oh dificultades que soportar! clama el cobarde, el veleta, el que carece de ánimo, aquel que tiene la cabeza llena de pájaros. La tarea no es imposible, aunque sí difícil. El pusilánime debe hacerse a un lado. Las tareas fáciles son para el rebaño y las personas vulgares. Los hombres excepcionales, heroicos y divinos superan las dificultades del camino y arrancan una palma inmortal de la necesidad. Tal vez no llegues a alcanzar tu meta, pero aún así corre la carrera. Invierte tus fuerzas en tal alta empresa. Sigue luchando con tu último aliento”.

GIORDANO BRUNO, “La cena del Miércoles de Ceniza” (editado en 1584).

 

 

 “Como el Padre me amó, también yo los he amado a ustedes.

Permanezcan en mi amor” (Jn. 15-9,11).-

   El anciano Ilusionista, alisó con suavidad su barba eterna y, tomando posesión del ambón que se alzaba a la derecha del estrado del Último Teatro de la Ciudad, hizo un ademán elegante para que la música de los coros -¿celestiales?- envolviera de luz y cálidos sonidos al gigantesco polo escenográfico; y luego, con experimentada destreza, destrabó su lengua de siglos, milenios y eones, y leyó como un susurro, el Introito a la Obra que, en este preciso instante, acababa de dar comienzo pero aún sin actores en escena. Susurró…

   Ya Madre con Juan. Ahora, Nazareno con niña.

   Está colgado. Y duele mucho.

   Una gota de agua abre su costado, y cae sobre la piedra maciza del monte. A sus pies, de entre las rocas, nace una niña. Golpea sobre su frente pequeña, inmaculada, el último espesor de sangre brotado de la herida abierta. Y llora. La niña llora ferozmente, y lo mira. El pecho abierto duele mucho.

   La niña llora aún más fuertemente. No sabe que si baja a socorrerla, morirá. Que si baja del madero, todo Pecado, la matará. Deja que llore. El pecho herido, duele mucho. La cabeza horadada, duele mucho. Y los brazos y las piernas y el cuerpo todo, duelen mucho.

   No puede bajarse de la cruz. Por su bien, no puede hacerlo ahora.  Cuando crezca, fuerte y bella, anchos sus pulmones, comprenderá en Espíritu a su Padre, y a su Hijo, un Nazareno con niña…

     Después, el emérito Demiurgo agregó, con una sentencia por muchos de los espectadores conocida: “El que pueda entender que entienda”. Y se esfumó en una cortina de humo como de incienso, que difuminó su augusta figura y la trasfiguró en una de las tantas volutas con que la niebla del Primer Viernes envolvió al Mundo de lo Creado…

   Ahora, los actores en escena. Ahora, finalmente, el ocaso mesiánico tan temido como esperado había llegado… (Y un clamor, como de un millón de voces de ángeles ahogados, partió de las Gradas y Plateas de la sala demiúrgica. Rugió y estalló, aquel Viernes, como los relámpagos y truenos que provoca una tormenta otoñal, florecidos en la corona de nubes oscuras que envolvía el patíbulo, como a las tres de la tarde…).

   “Se está muriendo”, dijeron ellos.

   “Me estoy muriendo”, dijo él. Y, después de un suspiro prolongado, alguien o algo lo despeñó hasta el fondo de un pozo negro y vítreo, que solo tuvo fin en los incandescentes campos encarnados de un cielo rojo y febril… O el Lugar de los Muertos. O el Inframundo. O el Infierno tan temido…

   Entonces, una profunda marea de plasma enrojecido y luctuoso se mezcló, entre los ocultos alaridos de aquellas manos crispadas que intentaron, de pronto, salvaje y torpemente, asirse de las suyas cuando estas –todavía- no habían tocado la superficie de aquel océano de sangre. Y un súbito pavor le devoró las entrañas… Pero pasó rápido. Y supo lo que debía hacer, y cómo hacerlo…

   Pendiendo como un títere hacia los sin límites subterráneos de aquel pozo negro, hizo luengas y férreas ramas y sarmientos de cada una de las espinas que formaban parte de la ignominiosa corona clavada en su cabeza, en tanto aquellas perforaban y astillaban a un escarnecido cráneo atribulado, hundiéndose en lo más profundo de los sumisos y crucificados huesos que lo modelaban...

   Y de ese modo fue que creció... Un inmenso árbol de copa invertida y fruto compasivo de aquella impía corona de espinas, creció... Un inmenso árbol donde, una por una, las manos crispadas (y transidas) de patriarcas, profetas y fieles mosaicos se clavaron (aferraron), espina con espina (rama con rama), suplicando ser asidas (y así lo hicieron) para escapar, de ese modo, con él, hacia lo alto…

   Y así fue. Un racimo de manos y de almas en llanto -pero gozosas- fue elevado con esfuerzo sobrenatural hacia las alturas celestiales, y el que había sido arrebatado por las profundas moradas del Mal, emergió nuevamente hacia las alboradas luces del amanecer de un tercer día, y en las serenas aguas de un cielo radiante, ahora ya no rojo sino azul, azul celeste, azul marino…

   Y el remanso de aquel cielo luminoso (de aquellos cielos azules) limpió y sanó las heridas de esas manos y de aquellas almas, dando feliz cumplimiento a la profecía mesiánica que, en evangélico credo, sentenciaría: “… muerto y sepultado, descendió a los infiernos y, al tercer día, resucitó de entre los muertos”.

   (…)

   Por cierto, nada de eso vieron ni atestiguaron las mujeres aquéllas cuando, y ya frente a su esbelta figura resucitada, habían buscado entre los muertos al que estaba vivo…

(…)

   Entonces, el inmenso Coliseo estalló en aplausos. El Gran Ilusionista, de pie en el centro del escenario mayor, reclinó levemente su torso, y luego, con ademán educado, condujo esos aplausos hacia la magra figura del Cristo que había encarnado tan durísima experiencia.- [1]

ADRIÁN NÉSTOR ESCUDEROSanta Fe, Argentina

MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA



[1] ADRIÁN N. ESCUDERO - Santa Fe (Argentina), 27-06-2007/07-06-2021. Integra el Libro “DOCTOR DE MUNDOS III - MYSTAGOGIA NARRATIVA (O el Legado de Juan)” - (Colección de Ficción Conjetural y Metafísica). Inédito. La Botica del Autor. Santa Fe (Argentina), Junio 2009. T.a.. 2011/2018; y el Libro Inédito “DESDE EL UMBRAL… (Terrores Cotidianos y de los Otros) (Colección de Horror). La Botica de Autor, Santa Fe, Argentina), 2019. Publicado en Facebook y Foros Internacionales. Tercer Premio en el XXIIº CERTAMEN INTERNACIONAL DE POESÍA Y CUENTOS “Voces del alma” - Año 2017, con derecho a integrar la ANTOLOGÍA “VOCES DEL ALMA” (Humor-Ficción-Amor) 2017 Editorial GRUPO DE ESCRITORES ARGENTINOS (G.E.A.) – Director Editorial: Francisco Checchi. Buenos Aires, Argentina – Acto de presentación: SADE-Central Buenos Aires – 02 Diciembre 2017. Tercera Mención CERTAMEN INTERNACIONAL ANTOLOGÍA XXº  “PUENTE DE PALABRAS 2023 (CULTURA DE EXTREMO A EXTREMO)” - CÍRCULO INTERNACIONAL DE NARRADORES Y POETAS DEL MERCOSUR (Rosario, Argentina)”. GÉNERO NARRATIVA (ADULTOS): Notificado: 24-03-2023 - Marzo 2023. Acto entrega: 17-05-2023. Responsable: Prof. Gladys López Pianesi.-Publicaciones en Magazins y Foros Internacionales.-

 

NOTA DE AUTOR: Escrito hace algún tiempo durante la tensión espiritual de una Semana Santa, y pensando en el descenso de Cristo Jesús al lugar de los muertos para salvar a patriarcas, profetas y creyentes del Antiguo Testamento –Cfr. Santo Tomás de Aquino- y en su Venida Mesiánica anunciada dicho libro sagrado, lo dedico ahora particularmente a todos los amantes irrenunciables del Verbo: más allá del tiempo y la distancia, de la tierra y del Cielo, llevados a gachas por el rumor cabalgante de los Sueños, y de sus archipiélagos creativos abiertos como puertos de consuelo y serenidad.-

 


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