OLEO
La tarde desvanece, en tenues velos
los charcos coloridos del paisaje.
la luna que se asoma, es un ultraje
a esa frágil quietud de terciopelos.
Como un raro ambular de desconsuelos
se allega hasta las lindes del paraje
y un esplín tartamudo en el ramaje
finge un raudo afinar de violoncelos.
Quiméricos de ensueños los caminos
multiplican retornos. Cuentos de hadas
conspiran en los lampos vespertinos
y un arcádico signo en la espesura
propicia neurastenias historiadas
por el cuerno zumbón de la llanura.
HORACIO J. DE LA CÁMARA, Junín, Buenos Aires, Argentina
Año de nacimiento: 1908 - Año de la muerte: 1960
La tarde desvanece, en tenues velos
los charcos coloridos del paisaje.
la luna que se asoma, es un ultraje
a esa frágil quietud de terciopelos.
Como un raro ambular de desconsuelos
se allega hasta las lindes del paraje
y un esplín tartamudo en el ramaje
finge un raudo afinar de violoncelos.
Quiméricos de ensueños los caminos
multiplican retornos. Cuentos de hadas
conspiran en los lampos vespertinos
y un arcádico signo en la espesura
propicia neurastenias historiadas
por el cuerno zumbón de la llanura.
HORACIO J. DE LA CÁMARA, Junín, Buenos Aires, Argentina
Año de nacimiento: 1908 - Año de la muerte: 1960
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