DE AYER Y DE HOY
Asistimos con demasiada frecuencia, en estos últimos tiempos, aunque es
algo notorio desde que se inició la democracia, a planteamientos y exposiciones
históricas que nos sorprenden grandemente por lo inauditas, descafeinadas o
manipuladas.
Los historiadores de según qué ideología y aún los de últimas o
penúltimas hornadas, nos plantean hechos históricos con formas y valores
totalmente diferentes a los que hemos vivido en su momento, ya que seguimos
pensando que los crímenes, la represión y el asesinato, sean de la índole que
sean, no dejaran de ser monstruosos.
-“Cuando el ejército fascista se sublevo contra la República”, en aquel
lejano 36, -pronunció un asistente en una conferencia sobre nuestra guerra
civil, -“No, por favor era el ejército africanista”-.
Sí es verdad que el ejército que se sublevó en África bajo el mandado
de Franco era africanista; pero el que mandaba desde Extremadura el general
Sanjurjo y desde Vitoria el general Mola ¿qué tenían de africanistas?
Nada y que la muerte de estos dos militares facilitó la ascensión al
poder del que luego sería el gobernante de este país durante cuarenta años,
sometiendo a este pueblo a una dictadura militar férrea y que los aliados a la
cabeza (USA), mayormente, no quisieron liberar, al término de la II guerra
mundial, ya que pasar los Pirineos no hubiera supuestos grandes desgastes y tanto
Portugal como España hubieran podido formar parte del mundo occidental y no
castigarles a la represión, el hambre y la barbarie durante cuarenta años más y
al exilio a los republicanos que perdieron la guerra, y tuvieron que exiliarse,
donde la mayoría acabaron junto con los judíos y otras etnias, en campos de
concentración alemanes. Pero parece confirmarse que este dolido y doliente país
estaba destinado a ser el cobaya del enfrentamiento mundial que se avecinaba.
A través de todo
este tiempo, en que empezó la Transición y llegamos a una Democracia por la que
fuimos aceptados y formamos parte
de la tan ansiada Europa, aquí, en los adentros de nuestra querida “patria” los
historiadores salidos de las universidades con sus flamantes títulos o bien se
han puesto a decir que no fue tal y como se interpretó este o aquel hecho o no
fue lo que se creía; que la verdad es muy difícil de interpretar o se
interpreta según el sentir o el ver de cada cual, ¡qué bien se les queda el
cuerpo!
“Los unos y los otros hicieron de las suyas”, es verdad, pero es una
forma muy barata de querer meter en el mismo saco las aberraciones de unos y la
legítima
defensa de los demás. Porque que sepamos, el l8 de Julio de 1936, en
este país había un gobierno legítimo, salido de las urnas en el febrero
anterior y fue el ejército africanista, fascista o como se le quiera denominar
el que traicionando su propio juramento, se sublevó contra su propio país.
Ahora siguen, muy aplicados, intentando una continua manipulación y es
la de querer afirmar que la guerra civil empezó en 1934 para salvar la
responsabilidad de Franco en el golpe del 18 de julio del 36, uniendo la
revuelta de Asturias, al presentarlo como el militar que fue a las órdenes del
gobierno legal y no un sublevado como en realidad lo fue. Aunque cuarenta años
de dictadura son más que suficientes para saber del gran sufrimiento de este
pueblo y del talante represor del que gobernó este país con aberrante
disciplina militar.
Todas estas reflexiones llegadas al día de hoy con el coronavirus que
nos acecha y que está condicionando nuestras existencia, nos tendría que poner
en alerta para que dentro de no tanto tiempo otra lectura y dimensión serán
proyectadas para cubrir las espaldas de algunos de los responsables de hoy, por
lo menos es lo que me temo.
©SALOMÉ MOLTÓ,
poeta y escritora española
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO
ARGENTINA
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