ACERCA DE LA GRIPE Y TANGOS A
CUENTO
La
palabra gripe procede del francés grippe (del suizo-alemán grüpi,
acurrucarse).
La
descripción más antigua de esta enfermedad nos viene de Grecia (año 412 a. de
C.) y se la debemos a Hipócrates. Enfermedad que, muchos siglos después, haría
su aparición en América traída por Cristóbal Colón.
Está
documentado que, en su segundo viaje, el almirante recaló en la isla La Gomera,
en las Canarias, y allí embarcó ocho marranas preñadas y gallinas con destino a
las Antillas. Alguno de esos animales tenía el virus de la gripe, que
trasmitieron luego a la marinería.
El virus, por tanto, fue exportado
desde España e incluso contagió al Almirante, quien en sus anotaciones
describió detalladamente sus síntomas, característicos de la gripe, entonces
denominada 'romadizo': fiebre alta, gran postración y dolor en todo el cuerpo.
Admitido que la gripe llegó con él, lo
que sostiene el doctor Francisco Guerra, notable investigador español, es que
las aves fueron determinantes para la diseminación del virus. Desde esa base,
lo que se plantea es si las aves fueron simplemente difusoras de virus de otras
especies o si en realidad se trató de una gripe aviaria.
A todo esto, en 1918, en tiempos de la
“gripe española”, pandemia que causó más muertos que la Primera Guerra Mundial,
en Buenos Aires se cantaban los tangos “El resfriao”, de Ángel Metallo, “Nene
no te resfríes”, de Esther Seoane, y la “La grippe”-tango contagioso-, con
música de Alfredo Mazzucchi y letra de Antonio Viergol.
"El termómetro",
tango de José Martínez - Por la Orq. de Francisco Canaro - año 1916 https://www.youtube.com/watch?v=nebP64urgpQ&t=7s
LUIS ALPOSTA, Buenos Aires, Argentina
MIEMBRO HONORÍFICO Y
ASESOR CULTURAL DE ASOLAPO ARGENTINA
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