En un nuevo aniversario del
nacimiento de José de San Martín (25 de febrero de 1778), el historiador
Antonio Las Heras nos cuenta su poco conocida vida masónica .
José de San Martín fue iniciado miembro de la Masonería durante 1808, en Cádiz (España), cuando ingresó a la Logia Integridad Nº 7 cuyo Venerable Maestro (presidente) era el general Francisco María Solano, marqués del Socorro; de quien –precisamente – San Martín era su edecán.
Se
trataba, en esos tiempos, de la orden secreta y esotérica más importante de
Occidente. Una sociedad cuyos orígenes legendarios se remontan al Egipto
faraónico y, aún antes, a la Atlántida misma. Mientras que los antecedentes
históricos datan de la Edad Media.
Para
octubre de 1811, los documentos prueban que San Martín era cofundador de la
Logia Los Caballeros Racionales, que se reunía en Londres.
Una
logia es el sitio donde se reúnen a hacer sus trabajos un grupo de masones;
pero no cualquier masón puede participar de la fundación de la misma. Para ello
es necesario haber alcanzado el grado de “maestro”. Si San Martín fue
cofundador de Los Caballeros Racionales es porque había llegado a ese grado
mayor – como mínimo – algún tiempo antes.
Fue
en Londres donde con la ayuda de masones – entre ellos su gran amigo el Conde
de Fife – San Martín hizo los arreglos necesarios para llegar a Buenos Aires.
Llegó
al Río de la Plata en la fragata George Canning junto con otros iniciados en
diversas logias europeas. Entre otros, Alvear, Zapiola y Chilavert.
Aquí
los esperaba el doctor Julián B. Álvarez entonces presidente de la porteña
Logia Independencia. Fue Álvarez quien les proveyó los elementos rituales
necesarios para formar la primer Logia Lautaro que tuvo a Alvear como primer
presidente.
No
hubo – como bien lo ha demostrado el historiador masónico Emilio J. Corbiere –
una sola Logia Lautaro, sino una serie de “logias lautarinas” cuyo objetivo era
que las tierras de esta parte de América consiguieran independizarse de España
para formar un gobierno autónomo. San Martín integró la Logia Lautaro de Buenos
Aires y luego formó otras. También su compañero de batallas y hermano masón, el
invencible Gral. Juan Gregorio de Las Heras, habría de fundar e
integrar logias que llevaron el nombre de Lautaro.
Durante
su estadía en Córdoba, San Martín – aún enfermo – convocó a un grupo de
patriotas de su confianza iniciándolos en la Masonería tras lo cual recién
dispuso confiándoles sus proyectos de liberación de Chile. Y el 24 de mayo de
1814 constituyó una Logia Lautaro en la ciudad de Córdoba. Que la fecha haya
sido la indicada obviamente no es una mera coincidencia… Al tiempo que San
Martín asume el cargo de intendente de Cuyo (6 de setiembre de 1814) surge una
Logia Lautaro en Mendoza.
El
Congreso de Tucumán (9 de julio de 1816) recibe intervención directa de muchos
integrantes de logias lautarinas aunados por San Martín y Manuel Belgrano.
San
Martín es designado general en jefe del Ejercito de los Andes el 1º de agosto
de 1816. Enseguida funda y asume la presidencia de la “Logia del Ejercito de
los Andes.”
En
1822 – por intervención de San Martín – nace en Lima, Perú, la “Logia Paz y
Perfecta Unión” que aún hoy en día continúa su labor y está registrada con el
Nº 1 en la Gran Logia del Perú.
Residiendo
ya en 1824 el Libertador en Londres y retirado de la vida militar para siempre
se hospeda por cierto tiempo en el castillo del ya mencionado Conde de Fife
situado en Banff, Escocia. Allí San Martín trabajó regularmente en las logias
San Andrés y San Juan Operativo de la jurisdicción de la Gran Logia de Escocia,
todo lo cual consta en los libros de actas y firmas que se encuentran en
archivos masónicos.
Cabe
aclarar que el Conde de Fife fue hasta 1848 Gran Maestre de la Gran Logia
Provincial de Banffshire, del Oriente de la Gran Logia de Escocia.
San
Martín viaja, después, a Bruselas y se incorpora a la Logia La Perfecta Amistad
la que en su honor hizo acuñar – por Jean Henri Simón, uno de los mayores
expertos de entonces, quien también era masón y para el cual San Martín aceptó
posar – una medalla de plata con su rostro de perfil. Se trata de una de las
dos únicas efigies hechas en vida del Libertador y por la cual podemos conocer,
realmente, cuales eran sus rasgos. La restante fue hecha por otra sociedad
iniciática y esotérica: el Capitulo Rosa Cruz Los Amigos Filántropos de
Bruselas. En el Museo Mitre de la Ciudad de Buenos Aires hay un ejemplar.
Al
radicarse en Francia, San Martín se reencontró con Alejandro Aguado, Marques de
las Marismas, a quien lo unía una fraternal amistad pues ambos habían
pertenecido – en la juventud – a la Logia Integridad de Cádiz. San Martín
decidió radicarse en el Bourg, cerca de París, precisamente porque Aguado vivía
allí cerca. Las firmas de los dos figuran en el libro de asistencia a las
tenidas masónicas de la Logia de Evry.
Antonio Las Heras es doctor en Psicología
Social, filósofo y escritor. Su más reciente libro se titula “Belgrano y la
Masonería.” e mail: alasheras@hotmail.com
MIEMBRO
HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
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