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domingo, 13 de febrero de 2022

38. DIÁLOGOS APÓCRIFOS (XXXVIII). Lenguaje tecnológico vs. Lenguaje oral y escrito , César Tamborini Duca, León, España

 



38. DIÁLOGOS APÓCRIFOS (XXXVIII). Lenguaje tecnológico vs. Lenguaje oral y escrito 

 

-Santiago, hace pocos días el médico valenciano Carlos San Juan, casi octogenario, lanzó una campaña titulada “Soy mayor, pero no idiota” que recogió más de 350.000 firmas en la plataforma digital Change.org con la intención de lograr atención personal en las entidades bancarias.

-Eso está muy bien. Pero en realidad el problema no solo afecta a los bancos y financieras sino que se encuentra presente en muchos otros estratos de la sociedad, donde hay que tener aptitudes tecnológicas para lograr un objetivo determinado como puede ser un simple billete de tren o autobús para poder viajar; o en una llamada telefónica para conseguir cita de vacunación donde todo marcha bien hasta que un “robot” pide “su nº de código” (¿)… “Lo siento, si no nos da el nº requerido no podemos darle su cita” continúa el robot ante el obligado silencio.

-Las nuevas generaciones que nacieron y/o se criaron con las tecnologías digitales y su lenguaje no entienden que la mayoría de los mayores no podemos (o rechazamos en algún caso) manejarnos en el ámbito digital y quedamos expuestos a una exclusión comunitaria.

-César, el día 23 de enero, en su página de la Revista de El País de los domingos, Rosa Montero utilizó una expresión irónica “qué es una app, pardiez” muy acertada y que me causó gracia porque en una situación similar contesté al pedido de un correo-e diciendo “mire, todo está muy bien pero hay un problema ¿qué es una app y qué significa código QR?”.

-Viene a cuento Santiago, porque siendo un profesional, además de escritor y fundador de publicaciones que edito, me creo con la suficiente capacidad intelectual para aprender –SI QUISIERA- pero me niego y me rebelo hasta para utilizar el teléfono móvil, y si bien poseo una antigualla (y me niego aceptar modernos que quieren regalarme mis hijos) solo la llevo encima cuando viajo por si necesito realizar una llamada de urgencia que durante años –por suerte- no tuve necesidad de realizar.

Y al hilo de lo que cuenta la querida y admirada Rosa Montero, sobre su tío que jamás supo ver los SMS que le envían, me ocurre lo mismo por negarme a integrar esa burbuja digital, en la cual también se favorecen los fraudes y estafas, por una cadena de “barreras tecnológicas” que facilitan la tarea del al estafador.

-Santiago, te estaba comentando que de eso mismo trata un artículo de Jordi Pérez Colomé, también el domingo 23 de enero en la página 23 del cuerpo principal de El País, que revela las casi 258.000 estafas en internet registradas en España (“casi todas fueron por estafas de falsos alquileres vacacionales” escribió) cuando nos interrumpió Ruperto:

-¿Qué te parece César, si transcribimos lo que nos contó el amigo Ruperto?

LO QUE NOS CONTÓ EL AMIGO RUPERTO (y no es un bulo ni artículo literario, nos dio copias de todo, inclusive de la denuncia en la Guardia Civil). Lo grabamos mientras nos lo contaba, para que no nos acusen de inventar cosas. La reflexión final que hizo: “cuidado con booking.com si tienen que alquilar un piso en Buenos Aires; tal vez no tengan candados para proteger los datos personales. Cuidado con Carrefour si os ofrecen la tarjeta de su propia Financiera: en cualquier circunstancia adversa se lavarán las manos sin asumir culpas, pese a poder evitar el fraude”.

He aquí el relato del amigo:

En ese número de estafas seguramente no figura la padecida por mi esposa cuando intentó alquilar un piso en Buenos Aires por un mes; acudió a Booking.com por cuyo intermedio alquiló un piso en calle Soler 1425, barrio de Palermo, ciudad de Buenos Aires por la suma de 410 euros (€410), debiendo llamar al nº +54 3825457457 para retirar las llaves. Con el acuerdo que lo pagaría en efectivo.

Posteriormente recibió una llamada, nº teléfono +7 967555-23-54 para solicitar los datos de la tarjeta, que debía ingresar en un enlace a fin de confirmar la reserva. Pese a no ser habitual que utilicemos la tarjeta ni tampoco dar los datos, como el tiempo apremiaba y habiendo hecho la reserva por Booking a mi esposa no le pareció extraño y entregó esos datos, tarjeta de Carrefour.

Ese mismo día 1º de octubre apareció el cargo por 410 euros (pese al acuerdo de pagar en efectivo). Tres días después (4 de octubre) fueron apareciendo otros cargos que como siempre aparecían en su móvil: €50 / €10 / €225 / €100 totalizando 795 euros.

Fuimos inmediatamente a Carrefour León, donde en Atención al Cliente “no podían hacer nada”, había que llamar por teléfono a Financiera Carrefour (Se entiende que son distintos departamentos, pero la empresa es la misma). Efectuada la llamada para indicar que rechazaran los cargos en la cuenta, pese a ser lo más sencillo, factible y eficaz se convirtió en una carrera de obstáculos. Había que entrar en la app o en la página web para solicitar la “DEVOLUCIÓN DE CARGO / CHARGEBACK”. Dado nuestro desconocimiento tecnológico pasaron otros dos días y el día 6 de octubre, con ayuda ajena se pudo rellenar ese formulario para rechazar el cargo; habían pasado 6 días. Por consiguiente al aparecer en mi cuenta lo rechacé.

Recibí una comunicación de Carrefour en la que me intimaban a pagar esos 795 + 39 por reclamación de impagos (total € 834, un mes de mi haber jubilatorio) agregando la implícita amenaza de pasar mis datos al fichero nacional de impagados ASNEF-EQUIFAX Eso sí, me ofrecen facilidades para pagar en cuotas con dos alternativas de 47 cuotas, en una de las cuales la suma total sería de € 2090,04 y en la otra el total ascendería a €2185,35 ¡casi nada!

Efectué el pago total de la cantidad estafada (los 834 euros), hice la denuncia en la Guardia Civil y mantengo el rifirrafe epistolar con Carrefour, al que considero cómplice por dejación, por mala praxis empresarial ya que estuvo en sus manos efectuar la retrocesión para impedir la estafa. No sé qué implicación pudo tener Booking.com para que “alguien” supiera que alquilaríamos ese piso, que lógicamente no fue utilizado.

Esto que le pasó a mi amigo le puede pasar a cualquiera; si quieren reenviar, posiblemente eviten otros fraudes similares. NO ES UN BULO, hay una denuncia en la Guardia Civil.

 

©CÉSAR TAMBORINI DUCA, poeta y escritor argentino

MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA


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