REDENCIÓN
Porque Él nos libró del dominio de las tinieblas
y nos trasladó al reino de su amado Hijo …
Colosenses, 1:13
Recompuso
la imagen de sí mismo,
lo mejor que pudo
recogiendo los trozos del
espejo
que dispersos yacían
sobre el yermo.
Exorcizó
su oculto Paraíso,
de manzanas afiebradas
y de arteros ofidios.
Reanudó
su rumbo peregrino
con la brújula del tiempo,
escapándole al abismo.
Libre ya de culpas
y de amores ficticios.
©LIANA FRIEDRICH, poeta y escritora argentina
MIEMBRO
HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
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