HISTORIA DE ENTRECASA
Siempre se nos dijo que Napoleón se encontraba enfermo cuando le ocurrió
lo de Waterloo. Y también que Alejandro estaba más que ebrio cuando mató a
Klitos. Se dijo que la fístula de Luis XIV pudo ser causa de muchas de sus
resoluciones políticas. También se habló del grano de arena en la uretra de
Cromwell y de los razonamientos de Pascal sobre la nariz de Cleopatra. Incluso
se llegó a escribir un estudio medular sobre la vida sexual de Robinson Crusoe.
Pero mi anécdota es más simple e ingenua.
Carlos Penelas
Buenos Aires, Argentina.-
Igualmente, hay cientos de anécdotas sobre las mordaces salidas de tono
de Churchill. Unas son falsas; otras, verdaderas. Johnson da como buena aquella
ocasión en la que Churchill estaba visiblemente bebido y una señora le reprochó
con acritud su afición al alcohol, a lo que él respondió: “Yo mañana estaré
sobrio, pero usted seguirá siendo lo mismo de fea». He visto un estudio sobre
el estreñimiento en la literatura y otro sobre el arte de las deposiciones.
Todo esto sin entrar en el universo de los desencarnados. Mi anécdota es más
simple e ingenua.
Mi abuelo se lo contó a mi padre y éste a mí. Yo se lo relaté, no sin
pudor, a mis hijos. Y ahora a usted. Parece que dos vecinos (llamémoslos Pepe y
Paco) ambos gallegos, no se llevaban bien. En realidad, se odiaban. Esto
sucedió en Barracas por los años 40. Un buen día, como suele decirse, Pepe
falleció. Mi abuelo fue a la casa de Paco para saber si iban juntos al
velatorio. Éste lo hizo pasar a su casa, más precisamente a la cocina, le
ofreció una copa de jerez y luego de un tiempo en donde el silencio se había
transformado en cándido nihilismo le confiesa a mi abuelo: “Mira, Pepe es casi
seguro que no vendrá a mi velatorio, por lo tanto, yo no voy a concurrir al de
él”.
LA ENIGMÁTICA ESTUPIDEZ DE BURÓCRATAS, AUTORITARIOS
Y POPULISTAS –ENTRE OTROS ENAJENADOS- DEFINE LAS CONDUCTAS DE LOS HOMBRES.
Siempre les recordé a mis hijos -ahora a usted, querido lector- una
frase de Herman Melville: “Basta que sea irracional un solo hombre para que
otros lo sean y para que lo sea el universo”. Sabemos que la historia universal
abunda en estas confirmaciones. Y que la enigmática estupidez de burócratas,
autoritarios y populistas –entre otros enajenados- define las conductas de los
hombres.
CARLOS PENELAS, Buenos Aires, Argentina
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
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