ESPERANZA
Una indócil lágrima
surca los pliegues
de la desesperanza...
¡Es tan grande el dolor
y es tan breve el alivio!
El incansable batallar
de los latidos
no da tregua
a los sentidos
que añaden una
cuota más a mi destino.
Esperar, sólo esperar
el sublime abrazo
del Santo Espíritu.
LIANA FRIEDRICH, Rafaela, Santa Fe, Argentina
MIEMBRO
HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
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