FUEGOS ARTIFICIALES (CARTA A UN AMIGO)
Inspirado
en un texto casi anónimo, dormido en el cajón de los recuerdos
-Cómo andas muchacho! Todo bien?
Por acá transpirando la camiseta. Viendo cómo la hipocresía del mundo
quema toneladas de pólvora para demostrar qué país es el más
vistoso.
Hijos de Puta, no saben que hay millones de muertos de hambre, de sed y
sin techo?
-Sos un "viejo amargado" -me contesta mi familia prendida al
televisor, extasiada por las lucecitas de colores de los fuegos artificiales.
-“Dentro de unos minutos le toca a Rusia".
Me recuerdan a los originarios de mi continente recibiendo las cuentas de
vidrio.
La tarde se pone más calurosa aún.
Los que alguna vez se quitaron la camisa igual transpiran como yo.
En aquel tiempo era pibe y soñaba con la compañerita del primario y
con mi enamoramiento circunstancial por la maestra de grado. Qué lo
parió! Tuvieron que pasar tantos años..!
No sé si mi mujer está feliz. Con los años no se nota, o bien, el
"cansancio" de tantas “navidades” y “años nuevos” la ha
vencido.
Juan, mi hijo Down, me trajo un mate "lavado" y caliente, no
tengo ganas pero lo acepto igual. Lo miro, y siento que me ama un poquito más
que los demás...
Mi mujer vuelve a comentar las maravillas de los fuegos artificiales de
Dubái.
Disimulo la pena ante tanta iniquidad y enciendo otro cigarrillo. El
quinto de esta última tarde de diciembre del 2010.
Hoy chocaron dos trenes en Palermo. 51 heridos.
Me extraño ante la falta de “piquetes” por Buenos Aires y sus alrededores.
Los políticos, mientras tanto, estarán enfriando el "Barón
B", o alguna otra marca demodé.
Ayer vi que en Bolivia, el pueblo airado salió a las calles. Cosas de la
política, pienso...
Esta noche, mucha gente recitará la consabida palabra: -"¡Felicidades!"
Estúpidos farsantes abrumados por el miedo y la soledad.
Aquellos que, después de todo un año de olvidos, te chocan el cristal de
las copas como pidiendo disculpas.
Esta noche, apuraré mi vino mediocre y me iré a dormir antes de las cero
treinta.
Ya será el 2011.
Quizá, lo último que escuche antes del sueño, será el
rezongo de mi mujer:
--"¡Sos un viejo amargado!” -"¡Mira
que acostarte tan temprano!"
..............................
Juan me trajo otro mate y le di un beso. Casi no me acuerdo cuando fue la
última vez que le di un cariño... Qué lo parió, ya tiene
veintiocho...
Te mando mi mejor abrazo
ANÓNIMO
(Mi disculpas), ¿lo encontré en el cajón de los recuerdos?
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