Imagen de: diocesistanger.org
CUANDO EL CRISTO NOS SALVA
Montado en un borriquito
fue Jesús, ya grande un día,
a
llevar sabiduría
del
Espíritu Infinito.
Entrando
a Jerusalén,
los
mantos pisaba el burro,
palmas
al viento en susurro
y
en los brazos el sostén.
¡Amamos
al enviado
que
trae la Luz del Cielo!
y
salva a aquel condenado...
sanó
al mendigo lisiado,
al
ciego descorrió el velo
y
por Él estoy salvado.
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO
ARGENTINA
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