EL ESPEJO
Cada uno
debiese, de vez en cuando, echar una mirada sobre su propia muerte para ser
consciente de que estas simples computadoras biológicas -llamadas "seres
humanos"- no son ni tan perfectas ni tan durables...Tal vez, llegando a
este punto, convengamos en que "inmortalidad" rima con
"vanidad"...
En efecto, desde la noche de los tiempos, el hombre
intentó inútilmente encontrar la clave de la inmortalidad (vano deseo quizás de
ser como dioses...). Múltiples caminos recorrió sin poder hallar la salida.
"Personajes de papel”, tales como Frankenstein o
el Dr. Jekill, lo sabían: ambos eran científicos, pero su debilidad eran los
experimentos fallidos...Hoy la ciencia habla de clonación o de criogenia, como
intentos no convencionales de perpetuarse. (¿Acaso el hombre postbiológico sea
la esperanza del futuro?). No obstante, la religión y la filosofía frenan con
planteos teológicos y ontológicos la razón de ser más allá de la vida... ¿Podrían
fotocopiarse las almas? ¿Existiría una duplicación de la conciencia?... ¿O se
produciría un vaciamiento del ser etéreo, al interrumpirse el normal tránsito
vital de evolución: nacimiento-reproducción -muerte?
- Sangre...una navaja...Todo lo necesario para que haya
ocurrido un crimen. ¿No?... Sin embargo en este caso no existen evidencias
visibles.
- Eso depende de cómo se
interpreten los hechos: el ático lleva años sellado, las ventanas están
clavadas... Y entonces, ¿cómo ingresar o salir de él?... Este es el típico caso
del "cuarto amarillo"...Pero debe haber algún indicio. ¡Tenemos que
hallarlo!
- El cuerpo aparece
horriblemente mutilado, como si una fuerza sobrehumana lo hubiese
destrozado...Los expertos opinan que el deceso se produjo por hipotermia...
- Sí, pero no es un caso común
de ahorcamiento. Basta observar, si no, esas marcas como de aplastamiento en su abdomen...Era una mujer obesa, pero el tejido adiposo aparece desplazado de
los lugares habituales, formando cúmulos amorfos y tumefactos, como si se
hubiera apelmazado quizás por efecto de una fuerza descomunal...
- Sí, y los ojos le estallaron
en las órbitas...Además el forense dice que sus entrañas revelan que hacía
tiempo que no probaba una comida normal...Incluso el color de la piel indica
que debió haber permanecido un par de meses sumida en la absoluta oscuridad.
- Pero lo más extraño es que su
corazón fue arrancado limpiamente, ¡ y aún no aparece por ninguna parte!...Creo
que debemos revisar más cuidadosamente la escena del crimen...¿Acaso cree usted
en los poderes del mal?
- ¡Bah! Hace tiempo que dejé de
creer en la certidumbre de lo posible, si es que a eso apuntan sus
cavilaciones...Bueno dejémonos de pavadas. ¡Es necesario revelar esas
fotografías cuanto antes! Tal vez en ellas
encontremos una clave... -la cámara, inexplicablemente intacta, se
hallaba junto al cadáver.
(No quiero perder el control de mis actos...Debo permanecer
alerta, con la mente despierta para ver, aún en la oscuridad, ese destello que
brota del espejo...y me atrae, irresistiblemente, hacia su faz plateada como un
lago congelado...)
-¡Ya tengo la prueba! Esto confirma
mis sospechas acerca de la existencia de algo sobrenatural. La primera toma nos
pone frente a un espejo.
-Sí, efectivamente, es el del
antiguo vestidor de cedro... Pero no hay nadie reflejado en él...
-La segunda está borrosa...es
como si una niebla enturbiara la imagen que aparece sobre el óvalo, opacando su
brillo...Pero ¿quién es? ¿La anciana sin ojos?
-Sí, pero aparece mucho más
joven y delgada, hasta podría decirse...hermosa.
La adivina consultó su oráculo de cartas gastadas y
sentenció con infalible convicción: "Estás en peligro. El mal habita en el
espejo...Debes destruirlo antes de que ocurra algo terrible." Pero ya los
engranajes del tiempo se habían echado a rodar...¡era demasiado tarde! "El
es el arma: sólo aguarda conquistar tu voluntad con reflejos mentirosos.
Entonces sólo un relámpago del infierno bastará para aniquilarte
definitivamente"...
(Ya no le temo a la oscuridad porque puedo enfrentarme con mis
pesadillas, porque al fin superé todos mis complejos del pasado... Pero... ¿Por
qué no dejarte ir? Mejor perder con gracia..."Es un juego de reyes, donde
hasta los peones pueden ganar si se prestan a mis leyes" -había
sentenciado cual un falso profeta, esa voz desde la luna del espejo- ¿Acaso
estaré paranoica? No, esta vez no voy a dejar que me inyecten...No llamaré a la
dama de blanco... (Tan escéptica y circunspecta, ella). Estoy dispuesta a
seguir hasta el final, pase lo que pase.)
El aire enrarecido del desván, en donde hacía
tiempo se había autoconfinado, se volvió más espeso... Y a la luz turbia del
amanecer - que se colaba débilmente por las hendijas de esos maderos, que
toscamente cubrían los vitrales- atravesó la faz bruñida con el corazón
ardiendo entre las manos, sintiéndose arrastrada con placer infinito hacia
el vórtice mismo de la vanidad.
©LIANA FRIEDRICH, poeta
y escritora argentina
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
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