ACERTIJO
Aunque murmullos perdidos
insisten en mi redoblada imagen,
entre el espejo y yo,
hay un amor al revés
de muchedumbres insobornables:
la hoja en blanco,
espejos de plata hacia futuros.
Todo estaba tan claro que no veía nada.
Soy cómplice de mi soledad,
mientras crezco hacia lo incierto
bajo la clandestinidad de mi rostro.
Segura residencia donde nadie
es visible en sus dominios.
Me desplazo de gargantas preclaras
a catecismos lunares.
De lugar a lugar,
de criatura a personaje,
encuentro y desencuentro
territorios arrancados al sueño,
a la topografía de recintos huecos
sin poder olvidar alianzas
entre gentes unidas por la fisura del adiós.
Consulto con la almohada
recordando huellas de dolores apuntillados
que no encuentran el acento de su primer
sollozo.
Hombre de rostro claro
vengo de infinitos cadáveres coagulados,
desde patíbulos al sol.
Cuando fui anciano, en alegrías trasatlánticas
las flores revivían en mis manos,
como antaño volvían a palpitar corazones.
del
libro “Abrázate fuerte” 2001, Ed. Grupo Cero.
©JAIME
KOZAK, poeta y escritor español
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
No hay comentarios:
Publicar un comentario