METAFÍSICA DEL HOMBRE QUE ESTÁ SOLO
Porque no precisa creer que
los demás
son lazos de muerte, muecas
para el festejo,
costas de un poema imposible,
para clavarse en una esquina
ciego de expectativas.
Porque para él no hay
impiedad ni rencor,
ni voces que enmudezcan;
la esquina, estática de
sabiduría,
es una piedra clara tirada
hacia el cielo
con puertas más abiertas que
la bondad.
Y así, durante siempre,
de la melancolía a la
inocencia,
vuelve a encontrarse con la
desesperanza
que se alimenta de personas
reales
y de esos pájaros saciados
que suelen reptar lejos de la
cordura.
XIUL LASOPAT,
Buenos Aires, Argentina
No hay comentarios:
Publicar un comentario