FELICIDAD, las felicidades
.- No puedo, por más
que me esfuerce, hablar de la FELICIDAD, con plena soltura. ¡FELICIDAD! hermosa
palabra cuyo significado todos conocen y pocos pueden precisar, ya que pocos
son los que pueden alardear de haberla alcanzado
En cambio, es la
finalidad que todos perseguimos y queremos lograr.
.- Yo prefiero, no obstante, hablar, no de la
Felicidad sino, de las felicidades, en fin, conceptuar la palabra en minúsculos
trozos, en pequeñas finalidades, que me den pequeños logros, aunque sean
fragmentados y efímeros Claro que es una estrategia, para no desesperar
sintiéndome a cada momento frustrada, en mis proyectos, en mis objetivos. Y ante esto, un abanico de preguntas se abre
ante mí.
.- ¿Qué es lo que
nos hace felices? ¿El ser o el tener? ¿O los dos?. Los dos sería sin duda, la
Felicidad, en mayúsculas, abarcando y surcando el etéreo universo de lo
imposible. Y vuelvo implacable a mis preguntas.
.-¿ Qué nos hace
felices, en qué cosas ciframos nuestra dicha?
.- ¿Somos más felices
dando o recibiendo?
.-¿Qué pedimos, que
ofrecemos?
.- La constante
búsqueda de la Felicidad, de ese espacio donde no exista ni el dolor ni la
decepción ni tantas y tantas cosas nefastas y que podamos alcanzar plenamente nuestros
proyectos, nuestros deseos, ¿es eso la felicidad? Confieso que lo ignoro
¿Qué nos induce a
querer alcanzar el paraíso, cuando sabemos que el paraíso no existe? Para el
colectivo que cifra su hipotético paraíso en la droga que dicen alcanzar, no es
más que el horrendo camino hacía la degradación personal y eso, a la postre, no
es más que un infierno total.
.- Cuestión ilusa, desproporcionada
y sobredimensionada del bien y del mal, de lo bueno y de lo malo. Porque
pensamos que, la Felicidad es total, unidimensional, un todo que todo lo puede
y todo lo cubre.
Y mirando hacia
nuestro interior seguimos preguntándonos sobre nuestra felicidad ¿por qué me la
atacan, criticando estúpidamente mi comportamiento, que si hago esto, que si
aquello? ¿Por qué coartan mi libertad y provocan mi infelicidad? ¿Porque
quitarnos derechos? ¿Por qué censuramos sin motivo a los demás y exigimos que
nos obedezcan y entren en una estructura de sociedad piramidal?, tan contraria
a la libertad, por lo tanto, al elemento básico que nos puede ayudar a ser
felices o por lo menos, menos desgraciados.
.- En cambio, no
tenemos en cuenta la medida y la proporcionalidad de las cosas, sin pensar que,
no es tan difícil disfrutar, no de la FELICIDAD, con mayúsculas, sino, de
pequeñas felicidades con las que podemos escalonar nuestras existencia
sintiéndonos realizados Con pequeñas metas, con pequeños logros, teniendo en
cuenta los valores que nos asisten y nos rodean, para ir conquistando parcelas
de felicidad. Pero siempre será imprescindible e incuestionable, nuestro estado
anímico, el valor intrínseco de las cosas y de cómo las interpretamos.
Muchas veces es sólo
el adecuado sentimiento de un valor personal, un equilibrio entre lo que somos
y lo que pretendemos, una visión real fijando metas reales que podamos
alcanzar, pero muchas veces nos traicionamos, porque, ¡es tan bonito soñar!
Fijamos nuestros sueños lejos de la realidad y ésta nos golpea constantemente
causando frustración, cuando sería más óptimo buscar el equilibrio del valor y
la dimensión de las cosas. Esta actitud nos pondría más en la medida de, que
sin tener que renunciar a los sueños, poder conjugarlos con la realidad que nos
envuelve cotidianamente.
.- Y que sería, como
por ejemplo para mi, esos momentos en que puedo gozar de la amistad, la
tolerancia, y la armonía del grupo a fin de gente estupenda que ama la
literatura y la poesía y brega constantemente en pro de una felicidad, que
podamos todos compartir.
©SALOMÉ MOLTÓ, poeta y escritora
española
MIEMBRO HONORÍFICO
DE ASOLAPO ARGENTINA
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