Imagen de: El Federal
SENSACIÓN PRIMERA Y ÚNICA
En forma lenta mis manos
se abrieron deseosas de palpar, de sentir...
Los movimientos de mis
piernas se acompasaron a la corriente que todo lo
rodeaba.
Mi cuerpo como flotando en
un ilimitado espacio.
La oscuridad solo
interrumpida por rayos luminosos, algunos rojizos, otros
azulados.
Las olas se elevaban y
despaciosamente descendían.
Una rítmica melodía tipo
marcha se deja escuchar a la lejanía. Serena
tranquilidad dominaba el
ambiente...
Como respondiendo a un
llamado aquellas pacíficas olas aumentaron su
vaivén. Transformaron la
calma reinante en una especie de carrera hacia
un destino premeditado.
Me sentí atrapado,
atraído, partícipe de dicha alocada carrera.
El ritmo aceleró su
compás. El tiempo apremiaba, todo mi ser lo sentía.
Una ínfima claridad
vislumbrose más adelante. La carrera se convirtió en
una desesperada ovación.
La claridad fue en
aumento. Era imposible rebelarse, la intensidad de la
correntada parecería
llegar al máximo posible.
Una enceguecedora luz
alumbró. Sentí unas manos aferrarse a mi cuerpo,
ayudándome a salir entrar.
El ruido era infernal, mis oídos sufrieron el
agudo sonido.
Mis ojos alcanzaron a
distinguir formas ilimitadas, sombras y figuras, una
indecisa situación
imposible de describir.
Con el tiempo comprendí
que en aquellos momentos había nacido.
©NORBERTO (Beto) BROM, poeta y escritor argentino
MIEMBRO HONORÍFICO DE
ASOLAPO ARGENTINA
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