PERDON DIOS MIO
Perdón Dios mío por haberte herido en el otro costado,
no fui fiel a tu Sagrado Corazón, donde ocultas tu mundo.
Perdóname tres veces o setenta veces siete.
Estoy hecho de tu barro inmortal que no hace otra cosa
que seguir tu camino, en Jerusalén me he detenido a pensar.
Te he traicionado y me he traicionado a mí mismo,
no supe ser fiel a tu designio de amor.
Otórgame por piedad te suplico el perdón, renovaré mi fe,
volveré al camino, no me apartaré de ti, de tu Santo Nombre,
perdón Dios mío te pido con fervor.
Que tu perdón ilumine mi ser sediento de excelso amor y
así quedará curada la herida, ya no sangraré más
Somos herederos mortales del pecado de Adán y Eva.
¿Por qué se alejaron mis primeros padres del Edén?
¿Hasta dónde llega el poder del maldito maligno?
Despierta en mi ánima la caridad con tu bendición.
Has calmado la tristeza de mi culpa, Tú, Creador de la misericordia y caridad,
me has dado un nombre, un mundo y un bautismo eclesial.
¡Bendito seas Señor de la Verdad!
¡Te amo con todas mis fuerzas posibles, que Tú sensatamente me diste!
Tú Dios mío te olvidarás del pecado pero no del pecador,
eres toda una esfera de sabiduría, bendita tu creación.
Haz de este samaritano día, un poema que me fortalezca el espírit
y tenga la esperanza de un nuevo mañana frente a tu altar.
Estoy en paz Dios de la bondad, Tú, no te cansas de perdonar.
GUILLERMO FERNÁNDEZ DEL CARPIO – Arequipa, Perú
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
Perdón Dios mío por haberte herido en el otro costado,
no fui fiel a tu Sagrado Corazón, donde ocultas tu mundo.
Perdóname tres veces o setenta veces siete.
Estoy hecho de tu barro inmortal que no hace otra cosa
que seguir tu camino, en Jerusalén me he detenido a pensar.
Te he traicionado y me he traicionado a mí mismo,
no supe ser fiel a tu designio de amor.
Otórgame por piedad te suplico el perdón, renovaré mi fe,
volveré al camino, no me apartaré de ti, de tu Santo Nombre,
perdón Dios mío te pido con fervor.
Que tu perdón ilumine mi ser sediento de excelso amor y
así quedará curada la herida, ya no sangraré más
Somos herederos mortales del pecado de Adán y Eva.
¿Por qué se alejaron mis primeros padres del Edén?
¿Hasta dónde llega el poder del maldito maligno?
Despierta en mi ánima la caridad con tu bendición.
Has calmado la tristeza de mi culpa, Tú, Creador de la misericordia y caridad,
me has dado un nombre, un mundo y un bautismo eclesial.
¡Bendito seas Señor de la Verdad!
¡Te amo con todas mis fuerzas posibles, que Tú sensatamente me diste!
Tú Dios mío te olvidarás del pecado pero no del pecador,
eres toda una esfera de sabiduría, bendita tu creación.
Haz de este samaritano día, un poema que me fortalezca el espírit
y tenga la esperanza de un nuevo mañana frente a tu altar.
Estoy en paz Dios de la bondad, Tú, no te cansas de perdonar.
GUILLERMO FERNÁNDEZ DEL CARPIO – Arequipa, Perú
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
De mi libro de ORACIONES PARA EL CAMINO.
ResponderEliminar