DON ROBERTO
Pasó en mi barrio
Se recibió y sus padres entre sonrojos
festejan la noticia a patio abierto,
sin que nadie repare en don Roberto
que una mano al brindar lleva a sus ojos.
Sólo lo ven a él. No su tristeza.
La tristeza y la pena del vecino,
que se siente, debido a su mal sino,
como ausente y distante de la mesa
El que después, con pensamiento fijo,
anclado siempre al drama que vivía,
volvió a su casa al promediar el día,
y mirando un retrato con flores, dijo
- ¡Y pensar vieja mía que nuestro hijo
hoy también nos hubiera dado esa alegría!
1954
Su hijo falleció a los 23 años y en su velatorio se enteró, por algunos de sus compañeros, a los que él no conocía, que estaba cursando el cuarto año de Medicina.
¡Quería darles la sorpresa al recibirse!
LUIS ALPOSTA – Buenos Aires, Argentina
MIEMBRO
HONORÍFICO Y ASESOR CULTURAL DE ASOLAPO ARGENTINA
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