LAS PREOCUPACIONES
PERSISTENTES
Hace unos meses que hemos
asistido con espanto a la DANA, una ¿tempestad, un sunami, una desequilibrio
climático? Quien sabe, pero el terror que ha sufrido el pueblo de Valencia ha
sido impresionante y lo peor, que las ayudas que se han prometido, todavía no
han llegado.
El señor presidente de esta regional estaba ausente, en un almuerzo de
negocios, según nos han dicho, se le llamó y parece que el móvil, que todo el
mundo lleva encima, pues estaría desconectado, suponemos, porque llegar varias
horas después para no hacer prácticamente nada, nos huele muy mal.
Hemos visto con espanto una corriente de agua arrasarlo todo a su paso, con un poder
increíble, casas inundadas, coches amontonados, locales comerciales, como
tiendas, restaurantes, garajes en fin, una gran locura, que nos hundió en el
peor de los pesimismos y de repente llegan, los bomberos, policías, medios
de transportes diversos a sencillamente
ayudar, un voluntariado extraordinario, personas que lo han dado todo para
superar el drama o sencillamente prestar su ayuda. Las doscientas treinta y dos
personas desaparecidas, cuyos cadáveres no se han encontrado por mucho que los
medios de ayuda diversos se han esforzado. Una imagen sorprendente un hombre
sujeto a una baranda para impedir que la
fuerza del agua lo arrastre cuando ve a un niño que el agua se lo lleva, alarga
el brazo y puede sujetar al niño por la ropa y lo empuja hacia sí y con sus
brazos lo sujeta y le salva la vida.
Y a pesar de la preocupación, vemos aquí y allá un montón de voluntarios, personas que con
mucho coraje, palas en mano, empiezan a quitar todo el barro a su paso,
entrando en los garajes, donde ya no quedan coches, en esos pisos, planta baja
donde vivían personas mayores, para no tener que subir escaleras, que a una
cierta edad ya es un ejercicio dificultoso. Y un muy buen detalle ha sido la
visita de los reyes que se han solidarizado con estas personas que lo han
perdido todo.
En los milagros no vamos a creer, pero sí se nos abre la puerta a confiar en la solidaridad de las personas que son capaces de hacer lo imposible para ayudar a los demás.
SALOMÉ MOLTÓ –Alcoy, Alicante,
España
MIEMBRO HONRÍFICO DE ASOLAPO
ARGENTINA
No hay comentarios:
Publicar un comentario