EN AQUELLA CASA
En
aquella casa todo era brilloso.
En
aquella casa la yerba y sus infusiones estaban prohibidas.
En
aquella casa nadie jugaba al ajedrez.
En
aquella casa, su dueño había adiestrado
a
un doberman, de tal manera…
que
toda vez que oía la palabra “mate”, obedecía.
LUIS ALPOSTA, Buenos Aires, Argentina
MIEMBRO
HONORÍFICO Y ASESOR CULTURAL DE ASOLAPO ARGENTINA
·
De su
libro "Trece
Historias a Muerte" (para leer de un saque), cuentos
breves, 1° Ed, La Casona de Iván Grondona, Buenos Aires, 1978; 2da. Ed. El
lunfa, Buenos Aires, 1982.
No hay comentarios:
Publicar un comentario