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sábado, 2 de septiembre de 2023

EL AVESTRUZ Y LA LECHUZA - Adrián Néstor Escudero, Santa Fe, Argentina

 




EL AVESTRUZ Y LA LECHUZA

                                                                                                                       


 A Norberto Pannone, Poeta. 

                        

El verde brotecito, algo tímido pero ansioso, asomó su mansa estirpe en busca de la incipiente alborada terrena, y fue sin duda como una luz fogosa en la mortecina oscuridad…

Entonces, aquel Alguien, con un ríspido chistido, le saludó complacido mientras sobrevolaba esa Comarca ayer florida y salpicada de arroyos cantarines, y hoy, un magro desierto polvoriento donde ese cohibido y cetrino brotecito de Mamá Natura, acababa de asomar como una sutil fosforescencia en aquellas vastas y contrariadas planicies ora arboladas, y, en la actualidad, segadas por un abrupto y absurdo cambio climático… Abrupto y absurdo pero no inexplicable...

Entonces, de pronto, aquel Alguien, potenciando su agrio chillido, se precipitó como un águila en angular picada hasta asentar con firmeza sus patas sobre la tierra; sobre el polvo nubil del solar macizo de una Planicie de improviso contrariada y en pleno desperezo...

Ello, al cabo del ruidoso estruendo de unos motores alados que fueran a subrayar o suscribir el claro cielo -despuntado ya tras el cegado horizonte-, estampando en él ciertas -extrañas- volutas espaciales o estelas de humo grisáceo, ora lineales ora sinuosas, como firmes señales de una aleve, programada y venenosa sustancia geo ingenieril de control climático…

… Planicie comarqueña esta y donde, sin rumbo fijo, iba y venía un Otro "aquel", solitario, rústico y emplumado, impávido e imperturbable en principio, y, finalmente, desorientado espécimen que estaba -sin duda alguna- intentando recordar el paisaje en el que -hasta hace pocas horas- solía deambular tan dócil como cotidianamente…

... Se trataba de un singular ejemplar macho de la fauna terrestre, de plumaje negro y alas y cola de color blanco, cuello largo y ancas luengas y musculosas, habitante de uno de esos bosques semiáridos del África oriental, con cabeza más bien pequeña, aplanada, de pico corto y romo, y una abertura bucal llegando hasta debajo de dos ojos que estaban como alfombrados por grandes pestañas…

(… Sí, acertó usted, shhh...: era un plumoso y espléndido, aunque destemplado, diría hasta umbrío... avestruz. Y por ende, con un cerebro más pequeño que uno de sus más brillantes ojos saltones…).

(…)

Entonces (me encanta esta palabra y por eso la reitero), recuerden, aquel Alguien, que parecía un águila pero que no era un águila, ensayando el “octopéndrico” (2) lenguaje de los avestruces, se acercó al ahora asustadizo bicho y le susurró, aunque con grave voz y haciendo caso omiso de sus inocultables temblores...:

-- “Amigo... Amigo... A...mi...go..." –fue su doctoral presentación sin vueltas y en trilógico modo interrogativo y afirmativo al mismo tiempo-: "¿Y si los señores de la UNESCO (shhh..., entidad prima selecta de la ONU, la OMS y cc. malthusianas, tanto de derecha, como de centro e izquierda) declararan -de una vez por todas- como PATRIMONIO CULTURAL DE LA HUMANIDAD a TODO este atribulado Planeta, y se pusieran a trabajar EN SERIO (shhh..., sin jaquearlo en forma artera y contrario sensu a sus divinas leyes naturales), esto es, no eufemística, mendaz y codiciosamente, en favor del HOMBRE todo y de esta, su única, universal y sagrada CASA COMÚN…? (???)… ¿O... acaso no fue dicho, escrito y consensuado -alguna vez - que la tierra no pertenece al hombre, sino que el hombre pertenece a la tierra…. Shhh?”…

Entonces...

Entonces confieso que el terrestre y plumífero interlocutor de aquel (¿inoportuno??). Alguien, más perplejo y lleno de temor que antes, y anonadado y percibiendo el peligro (¿físico, intelectual y espiritual?) que lo acechaba sin poder huir, se echó al suelo y pensó (¿pensó?), antes de gritar hasta tres kármicas veces -casi unísonas- y totalmente inmóvil, con la cabeza y el cuello lo más plano y estirado posible sobre él (o ella)…: “¡Trágame tierra! ¡Trágame tierra! ¡Trágame tierra!”…

… Shhh... Y acertó usted nuevamente...: en efecto, como buen avestruz, sorprendido por aquella irónica y sabia lechuza, activó sus sensores, se levantó de súbito y fue apresurado a meter la cabeza en el hoyo más próximo y profundo a su alcance…

(... Entonces -también usted se habrá imaginado...- fue que sucedió: el brotecito verde, cetrino y cohibido de Mamá Natura, se secó, y, difuminada -en un instante- la luz, volvió a ser oscuridad). 

Imagen de Kenin-DS.com

ADRIÁN NÉSTOR ESCUDERO, Santa Fe, Argentina

MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA

 

ADRIÁN N. ESCUDERO, Santa Fe (Argentina), 26/9-08-2023.-

      Publicado el 26/9-08-2023 en Página de Autor Facebook y Grupos Literarios Facebook afines.-
      Publicado el 27/9-08-2023 en Grupo Narrativo "Palas Atenea" del FORO PARNASSUS, PATRIA DE ARTISTAS (CABA, Argentina). Galardonado como PROSA DESTACADA y Top Content. Dirección: Prof. Marisa Aragón Willner.-

      Seleccionado el 31-08-2023 para integrar el Libro Xª ANTOLOGÍA “EL ARTE DE CREAR PAZ Y AMOR” – GEPAN INTERNACIONAL (Grupo de Escritores y Poetas Nacionales e Internacionales), Rosario Provincia de Santa Fe, Argentina).-

(2) NOTA: Palabra ideada por el Autor.- (Licencia)


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