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sábado, 6 de febrero de 2021

MUNDOS EN PARALELO, Adrián Néstor Escudero, Santa Fe, Argentina

 







Imagen: 123RF


MUNDOS EN PARALELO

 

A los que sueñan un mundo mejor…
En especial, para el egregio escritor y filósofo argentino, Prof.
Norberto Pannone, bajo el faro luminoso de la Luz Crístico-Mariana-
Josefina de la Navidad del Dios Con Nosotros…
 
I – Ahora, fue como el onírico espejismo de dos mundos en paralelo...
 De pronto, como si el alma se hubiera separado del cuerpo, me vi desnudo completamente; me vi corriendo por una calle empedrada en busca o compra de algo tan impreciso como podrían ser los broches -para sujetar ropa lavada- que había que reemplazar por los que pendían -desarticulados como inertes marionetas- de una soga estirada a lo largo de la terraza de nuestro departamento; o, más bien preciso, porque transitábamos ya rumbo al cuarto Domingo de Adviento, y los muchachos –medio ateos ellos- no habían ni siquiera adquirido un arbolito de Navidad… “Angelito… Que no te vayas a olvidar las sidras… Y sobre todo, ¡las cervezas!”, gritaron, eso sí…   Sí, vi mi virginal ingreso en aquella extensa cuadra prolongada hacia ambos lados por monobloques o torres de alquiler que se perdían en la lejanía de un horizonte frío y grisáceo... Y mientras corría por una de sus veredas sin forma, tratando de ocultar mis partes pudendas con ambas manos, sentí temblar a ese cuerpo avergonzado y acechado por todas aquellas torres perforadas de oscuros orificios, y por donde un enjambre de cabezas somnolientas hacía gestos de estupor y escándalo al verme topar -en cada esquina, en cada cruce de cuadra, en cada resquicio habitado de una avenida sin sol donde la escarcha había puesto su mortaja de hielo- con aquella multitud creciente de seres arropados, enronquecidos y desencajados que manifestaban algún tipo de descontento social, portando pancartas de protestas de todo tipo; voces en cuello que achacaban y denunciaban -con letras de nervioso marketing- a un tal Covid19 y a una Navidad a todas luces (o tinieblas) diferente y extraviada, que no podrían encontrar…   Voces desenfrenadas que proferían improperios, deseos de venganza y alentaban provocaciones; voces y alaridos para los que ningún problema de la vida comunitaria  

2 quedaba descartado: aumentos de impuestos y tarifas, bajos salarios, inmovilizaciones financieras de ahorristas apenados, gritos de desesperanza de desempleados, deshabitados, jubilados, enfermos, sanitaristas desencajados, madres solteras y mujeres embarazadas sin seguro de salud, y todo un tropel organizado de viudos sin velorio, de menesterosos, marginados y discapacitados faltos de atención oficial o privada, con el que una clase media -venida muy a menos- se entrelazaba airadamente en un solo cuerpo desgarrado, agarrotado y macizo de piernas, troncos y brazos que, en formación castrense, avanzaban y avanzaban hacia un destino imprevisible y sin límites...   II - En tanto, yo, corría...   Corría aún pero, en este caso, sin ser visto, ni mirado, ni observado por aquellas columnas perfectamente movilizadas; y corría, como escuchaba: con la vergüenza a flor de piel, desnudo como un Adán redivivo, traspasado como un ciego torpe y con el sudor helado clausurando todo razonamiento por esos bombos ruidosos y ollas azotadas, golpeado/as sin cesar y sin piedad, que hacían estallar en el aire infinitas vibraciones de clamor popular arremetido por una bandera blanca ardiendo con un extraño brillo que era un fuego sin quemar...   No huía, sin embargo. Sólo sabía que debía seguir, deprisa y desnudo, mi camino hacia una compra de broches para ropa lavada en la terraza de nuestro departamento, pero, por sobre todo, encontrar un pequeño árbol navideño y algunas bebidas que dejaríamos enfriar en la nevera hasta la Nochebuena… Y todo mientras -de reojo- era el estupefacto espectador de una revolución de masas, ordenada por ríspidos altavoces rodeados de reporteros y cámaras de televisión...… Hasta encontrar aquella esquina especial –el cartel decía: ”Por aquí”- que me incitó a doblarla, hacia la izquierda y luego hacia la derecha y más luego hacia un indefinido centro, como en forma de atajo de aquella gran avenida sin horizonte ni sol, venciendo el paralelismo de las formas, e incorporándome a otra dimensión contigua al enjambre de aquellos tétricos y simétricos monobloques; una dimensión donde a un extenso bosquecillo de pinos y eucaliptus continuó, detrás de los médanos que la ocultaban, la más amplia y hermosa playa que mis pies hubieran pisado alguna vez... Y el mar azul... Y su distancia también azul y sin fronteras...  

3   Allí, el sol brillaba sin telones, y la pálida desnudez de mi cuerpo, entibiado ahora por sus fuegos, se bronceó sutil y gradualmente, hasta que cada uno de sus poros se confundió con los granos de aquella arena dorada, desapareciendo con el alma en el misterio de la nada, vivido como en un bifronte espejismo donde muerte y vida eran caras de una misma moneda: sí, como el rostro de Jano o de la frágil y transida existencia humana...   (No sé qué hicieron en ese instante los amigos que me escuchaban, porque mis ojos habían quedado extraviados y capturados en el hueco rectangular del esquelético monobloque urbano que alquilábamos como estudiantes, y, mirando abajo, muy abajo, ver correr desnudo a un pobre tipo que, de vez en cuando, levantaba la vista hacia sí mismo y me miraba y me miraba, sin poder creer lo que pensaba, sentía, veía, oía, olía y vivía... como extraviado en aquella dimensión desconocida).    

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©ADRIÁN NÉSTOR ESCUDERO, poeta y escritor argentino

MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA


5 comentarios:

  1. Interesante el cuento de Adrián Néstor Escudero, en especial la atmósfera creada para recrear ese mundo paralelo tan caótico y posible. El tema de las cripto-monedas aparece y desaparece con lo impreciso que podrían ser broches. Saludos desde Perú, Samuel Cavero

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  2. Lendo "Muros em Paralelo",um confronto com a verdade...em período de Natal,onde o supérfluo é lembrado e o verdadeiro motivo é esquecido!Como uma visão,enfrentamento,protestos,denúncias ao Covid-19
    E a Natividade? Vozes provocativas para os que buscam a Paz...Um mundo paralelo, uma forte imaginação que faz pensar numa visão misteriosa que faz o protagonista não acreditar no que via acontecer : sentindo, vendo,ouvindo, vivendo e perdido numa visão incrível!

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  3. Wonderful, pleasing and marvelous .... www.worldpeacepoetry.com

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  4. Teresita Morán Valcheff21 de febrero de 2021, 11:52

    Es el ser que que se debate entre dos realidades la que lo acribilla con sus voces airadas, su batir de bombos reclamando, denunciando todo lo malo que les sucede desde el el covid, los magros sueldos, la ausencia de justicia, el hambre, la corrupción y corre desnudo, despojado como Dios lo mandó al mundo, en búsqueda de un oasis de sosiego y luz de esa realidad que imagina llena de bonanza, paralela a ésta que lo tiene atrapado en su rutina a la que regresa, inexorablemente. Creatividad atrapante la de Adrián en este relato magistral.

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