Osmar Maderna
Evolución del tango (y IV). Osmar Maderna / El Tango en Pehuajó (y II)
6 febrero, 2021
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En agosto de
1945 formó su propia orquesta, debutando en el Café Marzotto, de la avenida
Corrientes entre Cerrito y Libertad además de actuar en las radios Belgrano y
El Mundo; también el Tango Bar se benefició de sus actuaciones. Actúa en la
Confitería “Ruca” y en el “Tango bar”, contando en sus filas con los
bandoneonistas Eduardo Rovira y José Cambareri y en violín Aquiles Roggero,
entre otros músicos consagrados.
En
el Boletín de la Academia Virtual del Lunfardo y el Tango nº 40, Eduardo
Bernal acota que Adolfo Sierra en su “Historia de la Orquesta Típica” dice
refiriéndose al pianista: “Osmar Maderna abordó en su etapa de director, una
forma de ejecución marcadamente fantasista, estructurada en torno de un
virtuosismo pianístico, y orientado hacia el preludio, para ubicarlo en el
casillero más aproximado. Y podría decirse que Osmar Maderna se llevó consigo
la modalidad que el mismo imprimiera al conjunto de Miguel Caló.”
Otra mención
que realiza Eduardo Bernal es de José Gobello que en su “Crónica general
del Tango” se refiere con claridad a esta cuestión que fue básica en la
evolución del tango moderno. Dice Gobello:
“Maderna y
Piazzolla surgieron contemporáneamente a un tango que les quedaba chico. A
falta de mejor opción, se inclinaron entonces por lo que ha dado en llamarse el
decarismo, pero uno y otro estaban resueltos a avanzar más allá de Julio De
Caro. Maderna alcanzó el éxito con mayor facilidad que Piazzolla. Este luchó
durante muchos años para lograr ser alguien. A Maderna la vida comenzó a
sonreírle cuando apenas era un adolecente. ¿A dónde habría llegado si la
fatalidad no hubiera quebrado a la vez sus alas y las del avión que conducía?
Nada más vano que interrogar al futuro. Pero no debe a su muerte a destiempo el
firme lugar que ocupa en la historia del tango. Lo ocupa por su fantasía
desbordante y su virtuosismo inusitado”.
También
Roberto Selles se refiere al estilo de Maderna en las notas que publicó
en Diario Popular: “El estilo interpretativo de Osmar Maderna está
evidentemente enraizado en Osvaldo Fresedo y Miguel Caló, aunque con el curioso
aporte del virtuosismo pianístico de la música de concierto de Chopín, Liszt,
Schumann, Rimsky Korsakoff, del que grabó “El vuelo del moscardón” arreglado
como tango, en 1946; y Monti, de quién en 1947 plasmó en el disco sus célebres
Czardas convertidas en Fantasía en tiempo de tango.
Y Horacio
Salas hace su aporte al decir que…”contra viento y marea Piazzolla se propuso
transformar las pautas de la música de Buenos Aires y en esa tarea de constante
renovación, de experimento cotidiano, ha elaborado una obra en un territorio
que para muchos ya no es del tango, terreno en el que se habían mantenido
renovadores previos como Julio De Caro, Osmar Maderna u Horacio
Salgán.
Las primeras
4 grabaciones fueron realizadas en Montevideo, hasta donde se había desplazado
en 1945, para el sello Sondor, el día 20 de marzo de 1946: “Margo”, “Viejito
calavera”, “Chiqué” y “Sólo cerrazón”. Al regresar a Buenos Aires ese mismo
año, actúa en el Café El Nacional, y en Radio El Mundo ingresando también como
artista en RCA Víctor, la compañía grabadora en la que permanecería hasta el
final y cuyos primeros cuatro temas grabados fueron instrumentales, como fue su
característica fundamental.
De ellos,
“Chiqué” y “Don Juan” pertenecían a la guardia vieja, los otros dos los tangos
fantasía de su autoría: “Concierto en la luna” y “El vuelo del moscardón”
aunque éste en realidad era la música de concierto de Rimsky Korsakoff
titulada “El vuelo del moscardón” en el que hace arreglos
como “tango fantasía” ese año de 1946. Al año siguiente
convertirá en fantasía en tiempo de tango, las célebres “Czardas”, de
Monti.
El primer
“tango fantasía” que escribió Maderna se llamó “Rapsodia de tango” (o
“Rapsodia de arrabal”) y se estrenó con la orquesta de Miguel Caló (de la
que aún era su pianista) en el Teatro Odeón, el 31 de Diciembre de 1944; un
lindo regalito de fin de año, con una duración nada menos que de 12 minutos,
que hacían dificultosa su grabación con los medios de ese entonces.
Otro de los
que podemos denominar “tango fantasía” de su autoría fue grabado en 1948, el
titulado “Lluvia de Estrellas”. Otro de sus tangos Fantasía
fue “Escalas en Azul”, grabado en 1950, pero no tuvo tanta
repercusión como los anteriores.
Un tema
tradicional de su autoría fue el vals “Pequeña”, cantado por Héctor de Rosas;
tuvo una gran repercusión a nivel mundial, y se contabilizan 120 versiones de
la obra, entre otros por el cantor mexicano Pedro Vargas. Aparte de Héctor de
Rosas, entre sus cantores podemos mencionar a Orlando Verry, Mario Corrales
(que sería conocido posteriormente como Mario Pomar) y Adolfo Rivas. Éste, cuyo
verdadero nombre era Adolfo Hugo Alonso, fue otro hombre de Pehuajó que
integró su orquesta (como también el talentoso Aquiles Roggero), aunque solo
dos tangos de este cantor quedaron registrados en los surcos del disco, “Los
mareados” y “Mimí Pinsón”, que datan del 29 de marzo de 1951, siendo estos
los últimos registros de la orquesta.
Producto de
la inspiración de Osmar Maderna son también los temas “Jamás retornarás”,
“Que te importa que te llore”, “La noche que te fuiste”,
“Rouge” y “Rincones de París”. Luis Rubisteindedicó a su esposa
la letra del tango “En tus ojos de cielo” que musicalizó Osmar
Maderna, resultando una gran creación en la orquesta de Miguel Caló con la voz
de Raúl Berón: “En tus ojos de cielo, / azulada canción, / tengo mi alma perdida,
/ pupilas dormidas / en mi corazón…”
JAMÁS
RETORNARÁS. Letra y música de Miguel Caló y Osmar Maderna
(1942).
Por la
“Orquesta de las Estrellas” de Miguel Caló, cantando Raúl Berón:
JAMÁS
RETORNARÁS
Cuando dijo
adiós, quise llorar…
Luego sin su amor, quise gritar…
Todos los ensueños que albergó mi corazón
(toda mi ilusión),
cayeron a pedazos.
Pronto volveré, dijo al partir.
Loco la esperé… ¡Pobre de mí!
Y hoy, que tanto tiempo ha transcurrido sin volver,
siento que he perdido su querer.
Jamás retornarás…
lo dice el alma mía,
y en esta soledad
te nombro noche y día.
¿Por qué, por qué te fuiste de mi lado
y tan cruel has destrozado
mi corazón?
Jamás retornarás…
lo dice el alma mía
y, aunque muriendo está,
te espera sin cesar.
Cuánto le imploré: vuelve, mi amor…
Cuánto la besé, ¡con qué fervor!
Algo me decía que jamás iba a volver,
que el anochecer
en mi alma se anidaba.
Pronto volveré, dijo al partir.
Mucho la esperé… ¡Pobre de mí!
Y hoy, que al fin comprendo
la penosa y cruel verdad,
siento que la vida se me va.
Murió
imprevistamente el 28 de abril de 1951 al protagonizar una carrera con su
avión, chocando en el aire contra su contrincante en el cielo de Lomas de
Zamora, lamentable accidente que dejó trunca una brillante carrera de uno de
los genios de la música rioplatense. Miguel Caló le dedicó un tango
instrumental, que grabó en 1963, “Para Osmar Maderna”: https://www.youtube.com/watch?v=OA3Mxx2S4Nc
COLOFON. Como
comprenderán, hay distintas metodologías para clasificar los tangos y su
evolución. Personalmente creo que Osmar Maderna y Eduardo Rovira no solo
compartieron orquesta sino que fueron pioneros en la “vanguardia” del tango, a
la que posteriormente se plegaron Mariano Mores y Astor Piazzola, aunque éste
último en su última etapa y en mi humilde entender, desnaturalizó el tango.
©CÉSAR TAMBORINI DUCA, poeta y escritor argentino
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO
ARGENTINA
César José Tamborini Duca, pampeano-bonaerense que también
firma como "Cronopio", es odontólogo de profesión y amante de la
lectura y escritura. Esta última circunstancia y su emigración a España hace
veinte años, le impulsaron a crear Pampeando
y Tangueando y plasmar en él su cariño a la Patria lejana.
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