Bienvenidos

sábado, 14 de octubre de 2023

EL REFUGIADO - Norberto Pannone, Buenos Aires, Argentina

 


EL REFUGIADO

 

            La brisa helada abofeteó su rostro. Alzó las solapas del raído sobretodo y guardó con apuro sus manos en los bolsillos. Definitivamente era un cobarde.

Corría el mes de julio y el frío del invierno congelaba los sueños. El césped, temeroso y flaco, se había teñido de amarillo callado.

Con desesperación, añoró la primavera, pero ella estaba lejos, tan remotamente lejos como su patria y los rubios recuerdos en brazos de su madre.

Siempre le había temido a lo desconocido. A la multitud. A la distancia. A la Soledad. A la muerte. Y aún seguía siendo tan niño como ayer, nada había cambiado. El destierro y la distancia crecen y crucifican el alma. Recordó como había llorado en aquel primer día de su arribo. Su lenguaje resultaba estéril. Sus gestos, confusos.

El diagnóstico médico había sido terminante. Inapelable. En la oficina del laboratorio de Anatomopatología le habían entregado el sobre con el informe. Cuando estuvo en la calle, lo deletreó varias veces, lo dobló sin apuro y lo depositó ceremoniosamente en un canasto de residuos que había en la vereda. Caminó por Las Heras hasta Sánchez de Bustamante, dobló a su izquierda para llegar a Libertador, una vez allí, enfiló su rumbo hacia la Avda. Sarmiento, donde se hallaba el Monumento de Los Españoles. Llevaba en cada pierna el peso irreparable del fracaso.  Marchó sin saber a dónde iba.

Ignorando los bocinazos y los insultos, cruzó Libertador y se sentó en los estribos de la fuente, entonces, se descubrió en el espejo verdoso del agua. Después, hundió su cabeza definitivamente en el líquido frío.

Casi con orgullo, sintió que el furtivo coraje de toda una vida resurgía en él.

El recuerdo final, fue el rayo de sol anidando en su torso desnudo, allá, en su amada Polonia.

Asustado, evoco  la voluta de pólvora encendida del francotirador y el cuerpo de su hermano dormitando en un charco de sangre.

Ahora, era primavera… y abundaba la miel.

¿Adónde irían ahora la nostalgia y el hambre?


NORBERTO PANNONE©2007, poeta y escritor argentino Buenos Aires, Argentina

norbertopannone@gmail.com


No hay comentarios:

Publicar un comentario