Los pájaros filtraron
la suavidad del ocaso...
La quietud, el
silencio, la remota partida del ocaso...
Los últimos colores, tenues, pálidos, insípidos,
callados, del ocaso…
Los pájaros trinan y lo expresan todo con sus
trinos…
Conocen lo que pensás, lo que sentís, lo que
hacés…
Lo que intentás, lo que valorás, lo que
emprendés…
Ellos lo saben todo, a su modo, y lo trinan… Lo
trinan…
Y alegran tu existencia con sus trinos...
¡¡¡Ay, qué seríamos sin los trinos de los
pájaros!!!…
Unas mentes perdidas… Unos corazones desolados…
Unos andares descoloridos… Unas emociones sin
sentido…
Unos pasos inseguros y murientes… Unas almas
quebradas, solitarias,
sin rumbos ni destinos…
¡¡¡Ay, sí, qué seríamos sin los trinos de los
pájaros!!!…
Ahora, ya han partido... Hacia sus nidos...
Veloces, rondaron la tarde fresca y ventosa…
Veloces, sobrevolaron el pasillo de luz, el jardín,
el huerto…
Y seguramente hacia los muelles se dirigieron…
O hacia los cerros… Que ahora se verán grisáceos
y lentos…
Adormecidos… detenidos… en la quietud pasmosa
del tiempo y del espacio…
Cuando la bruma cae y la frescura de la tarde se
lo lleva todo…
Recuerdos, tristezas, nostalgias, amores,
sensaciones, palabas,
intenciones, pasos, deseos, emociones…
Hasta la bocina del tren, lejana, demorada,
tristona…
Como sin querer irse… Como sin querer alejarse…
Al final, calla… No se oye… Partió… Quién sabe
hacia dónde…
Sólo quedan los versos y las plegarias…
Y el refugio inevitable de las plantas…
El riego vespertino, ya refrescando los canteros
y los prados…
Los corazones sombríos... Los corazones
abandonados...
Dolidos... Sufridos... Maltratados... Agobiados...
Desolados...
Por la sinrazón y por la vida...
Pero aún VIVOS...
¡¡¡Ay, sí, qué seríamos sin los trinos de los
pájaros!!!
Fantasmas insensibles carentes de todo lo bello
y colorido…
Fantasmas murientes… Sombríos… Solitarios…
Carentes de sentido…
Sí, sólo quedan los versos y las plegarias…
Y el refugio inevitable de las plantas…
Lo demás... Aunque maltratado y desolado, aún
sigue...
Aún sigue... Dios sabrá hasta cuándo...
Sí: sólo Dios sabrá hasta cuándo...
¡¡¡Ay, sí, sí, sí, qué seríamos sin los trinos
de los pájaros!!!…
LILIANA ESCANES, BAHÍA
BLANCA, ARGENTINA
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO
ARGENTINA
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