LA VIDA ES PROSA (POÉTICA)[1]
A la memoria del genial cantautor GUSTAVO CERATI, en el 6º Aniversario de su nacimiento al Cielo (porque al 7º día, descansó)... Y hoy (05-09-2020), in memoriam del 74º Aniversario del nacimiento del controvertido y excelso cantautor FREDDY MERCURY (Farrokh Bulsara)...
Algunos afirman, con lo dudoso de lo inexorable -al menos desde nuestra racionalidad y espiritualidad limitada de seres frágiles y falibles- que, la vida, es poesía.
Ni tan tan ni tan tan... Porque con la misma inexorabilidad, pero fundado en el acto mismo de lo que supone estar o sentirse vivo, uno podría aseverar: la vida es prosa.
Porque una vida comienza primero no a poetizarse, sino a narrarse conscientemente por cada hombre cuando de niño descubre que está... vivo ("Pienso...., luego existo". Y todo lo demás será añadidura a este virginal y diapasónico descubrimiento narrativo).
Y desde esa primordial narrativa el hombre contará, relatará, cronicará, ensayará e historiará su pasado y su presente, e imagina y proyecta su futuro. Pasará de fines a objetivos y de objetivos a metas. De sueños y deseos a realidades. Y de realidades a sueños y deseos.
Mas si por el camino de la prosa, que es sendero del caminante, estela en el océano existencial donde el humano se descubre testigo del tiempo y del espacio, aprende en su devenir a buscar algo más que la materia de (y en) su cuerpo y (en) su mente le revela, esto es, algo más de lo que le dictan como vida sus cinco sentidos elementales, y encuentra por la sinergia de estos, y en su interior latiendo, algo más que un corazón de carne y sangre, entonces la vida no solo esplenderá por la consciencia sino por la conciencia, y será una prosa precisada de esencialidad, de esa mística alada, de ese ethos o corpus espiritual llamada alma, fruto de un acto consciente especial donde la materia permanece en suspenso: y el acto físico se transfigurará en acto poético, acto creativo por excelencia que buscará una forma adecuada para expresarse.
Una forma que, sin dejar de ser camino como el que llegó a develarla, aventurarla o desafiarla, pueda narrarse con la demiurgia del contexto prosístico, quien al igual que lo poético y según afirma el Dr. Galati sobre este, asimismo y, de hecho, es "capaz de descifrar lo indescifrable, de señalar lo ignoto, de pronunciar lo inefable, de pensar... en la trascendencia del ser, más allá de sí".[2]
Ello, en tanto la vida es prosa y precede y anticipa a lo poético por medio de lo real-real, de lo mágico cotidiano, de lo maravilloso, de lo fantástico y de lo conjetural metafísico o mistgagógico en pose tridimensional, y capaz de arroparse en consecuencia y asimismo con invisibles virtudes y sentimientos.
De suerte tal que el hombre, ya no sólo “es” o será, o creerá ser, sino que es o será lo que imagina (crea) o imagine (cree) puede o pueda ser: y pensarse, sentirse y gestuarse, y actuar sobre todo en torno a lo que crea, piense o sienta, que puede o pueda ser, con una íntima intencionalidad axiológica.
Reflexión y acción. Acción y reflexión. Razón y sentimiento. Sentimiento y razón. Donde el Principio es el Fin y el Fin es el Origen. Alfa y Omega. Omega y Alfa. Si la vida fuera una Moneda, tendría dos caras (Nacer-Morir, Luz-Oscuridad) y un canto.
Pero la poesía no sería ningún
lado sino el canto de la Moneda.
O de la Unidad en la
diversidad. O de la unión sabia, prudente, firme y paciente unión de los opuestos, finalmente complementarios y nunca suplementarios.-
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
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