DE NO VIVIR...
hasta que el obside de tu altar ofrezca el sexo angelical
que se florece con el amanecer. Cabalgaremos hasta que el sol muestre su
faz.
Y sólo por hoy
juraremos no repetirlo.
Tu me miras
y en el espejo de tus ojos
la ansiedad se corporiza
exigiendo el abrazo diluvial
que nos trasciende.
Un día llegó el amor
que construyó en nuestros ojos
una red infinita de silencios
que lo dicen todo.
Y nos cubrió con su manto emancipado de argucias y absurdo
para quedarse eternamente.
Otra vez la letra pone la distancia
en la quietud de tu espalda
que lo recibe todo
vuelvo a escribir con el dedo
un poema de piel en la penumbra.
Ya es tarde
y las copas están vacías.
En poco tiempo amanecerá...
las primeras nubes coloreadas
tampoco se arrepienten.
Nos llevaremos el dulce cansancio
y la poesía,
que se humedece en tu cintura,
es la respuesta que nos devuelve
al verdadero amor
codificado en el rocío dulce de nuestra mirada del encuentro.
©FAVIO CEBALLOS, poeta y escritor argentino
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO
ARGENTINA
Bellísimo poema. Felicidades !!
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