MUROS
A Jorge Luis Borges, Poeta. Y a la divina Gracia de toda Bondad, Belleza y Verdad…
“Voy a dejar este mundo sin sentirme triste. La vida ya no me atrae. He visto y experimentado todo. ¡Odio la era actual, estoy harto de ella! Veo todo el tiempo criaturas realmente detestables. Todo es falso, todo es reemplazado. ¡Todos se ríen del otro sin mirarse a sí mismos! Ni siquiera hay respeto por la palabra dada. Sólo el dinero es importante. Escuchamos sobre crímenes todo el día. ¡Sé que dejaré este mundo sin sentirme triste por ello!” - Alain Delon (08/11/35 - 18/8/24).
Léeme de atrás hacia adelante
y de abajo hacia arriba
porque iré escalando muros
muros de impiadosa necedad
muros de egolatrías escabrosas
muros de altanera vanidad
muros de huecas y silentes voces
muros de codicia almidonada
muros de violencia programada
muros de hierro, plástico y acero
muros de metralla empoderada
muros de intelectos apagados
muros de envidia cenagosa
muros de codicia desenfrenada
muros de espíritus desalmados
muros de impaciencia atribulada
muros de música silenciada
muros de danzantes aquelarres
muros de palabras travestidas
muros de sentires apagados
muros de miradas destempladas
muros de vidas sin sentido…
Muros…
Léeme de atrás hacia adelante
y de abajo hacia arriba
porque iré escalando muros
muros de ocasos irredentos
muros de horizontes diluidos
muros de nubes agoreras
muros de simientes pisoteadas
muros de árboles hachados
muros de ríos acordonados
muros de mares contaminados
muros de…
¡Basta! Me dijo, Voz en Alto y
desde un estrépito inacabable
de soles, brisas y celeste quietud.
Y luego Preguntó acunando
el susurro divino de lo inaudible:
¿Qué crees que verás tras el Muro
cuando por él asomes, impaciente,
tu corazón inquieto y soñador
y en clave de estallar una radiante
expectativa, un edénico Consuelo?
¿Acaso una gran ciudad de luengos
edificios troquelados, mixturados,
suturados, enarbolando perfiles
hacia el cósmico, estelar desatino
crucigramando una Torre de Babel
2
¿O bien auscultas, sin dudar,
tras ese Muro edificado de muros,
la mansa y soledosa campiña
de un oasis de irrebatible paz
entretejida con los sabrosos manjares
que la carne frágil no comprende
ni contiene, pero anhela, tras el oculto
maquillaje templado por el hierro
impiadoso con el que astutos
dioses de barro, desean conquistar
el zumo sagrado de tu alma pura
y su dorado becerro se deshaga e
invite a la concupiscente placidez
y flaccidez de lo necio, de lo postrero?
Si debo contestar mientras pido
se me lea de atrás hacia adelante
y desde abajo hacia arriba,
porque estoy escalando ya esos muros,
solo diré, sin duda alguna:
veo lo que veo…
Y, ¿cómo decirlo?
Veo tras el Muro de los muros al Amor
y a la Esperanza brillar en un mundo sin ocaso…
... donde el tullido brinca como un ciervo,
donde el ciego contempla y se embelesa
con todo-el-universo-todo, y donde el sordo
escucha y se deleita con el canto alegre
de ángeles y querubines, con los mágico
acordes de un sublime coro de serafines
entonando para el Supremo y su redimida
Humanidad, su siempre e inagotable música...
celestial.
Y veo lo que veo…
tras toda una exultante belleza Edénica
eternamente rediviva y en paz…
… Donde el hambriento ya no tiene hambre,
y el sediento ya no tiene sed, y al desnudo
ya no falta abrigo ni al fatigado descanso reparador,
ni al atormentado… felicidad
Y por cierto, me estremezco, y lloro
explorando una fecunda, inefable alegría
de vivir al mundo sin que me abrume
tristeza ni desazón alguna…
De atrás hacia adelante
y de abajo, no hacia arriba,
sino… hacia lo Alto.
ADRIAN NESTOR ESCUDERO – Santa Fe, Argentina
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
A Jorge Luis Borges, Poeta. Y a la divina Gracia de toda Bondad, Belleza y Verdad…
“Voy a dejar este mundo sin sentirme triste. La vida ya no me atrae. He visto y experimentado todo. ¡Odio la era actual, estoy harto de ella! Veo todo el tiempo criaturas realmente detestables. Todo es falso, todo es reemplazado. ¡Todos se ríen del otro sin mirarse a sí mismos! Ni siquiera hay respeto por la palabra dada. Sólo el dinero es importante. Escuchamos sobre crímenes todo el día. ¡Sé que dejaré este mundo sin sentirme triste por ello!” - Alain Delon (08/11/35 - 18/8/24).
Léeme de atrás hacia adelante
y de abajo hacia arriba
porque iré escalando muros
muros de impiadosa necedad
muros de egolatrías escabrosas
muros de altanera vanidad
muros de huecas y silentes voces
muros de codicia almidonada
muros de violencia programada
muros de hierro, plástico y acero
muros de metralla empoderada
muros de intelectos apagados
muros de envidia cenagosa
muros de codicia desenfrenada
muros de espíritus desalmados
muros de impaciencia atribulada
muros de música silenciada
muros de danzantes aquelarres
muros de palabras travestidas
muros de sentires apagados
muros de miradas destempladas
muros de vidas sin sentido…
Muros…
Léeme de atrás hacia adelante
y de abajo hacia arriba
porque iré escalando muros
muros de ocasos irredentos
muros de horizontes diluidos
muros de nubes agoreras
muros de simientes pisoteadas
muros de árboles hachados
muros de ríos acordonados
muros de mares contaminados
muros de…
¡Basta! Me dijo, Voz en Alto y
desde un estrépito inacabable
de soles, brisas y celeste quietud.
Y luego Preguntó acunando
el susurro divino de lo inaudible:
¿Qué crees que verás tras el Muro
cuando por él asomes, impaciente,
tu corazón inquieto y soñador
y en clave de estallar una radiante
expectativa, un edénico Consuelo?
¿Acaso una gran ciudad de luengos
edificios troquelados, mixturados,
suturados, enarbolando perfiles
hacia el cósmico, estelar desatino
crucigramando una Torre de Babel
2
¿O bien auscultas, sin dudar,
tras ese Muro edificado de muros,
la mansa y soledosa campiña
de un oasis de irrebatible paz
entretejida con los sabrosos manjares
que la carne frágil no comprende
ni contiene, pero anhela, tras el oculto
maquillaje templado por el hierro
impiadoso con el que astutos
dioses de barro, desean conquistar
el zumo sagrado de tu alma pura
y su dorado becerro se deshaga e
invite a la concupiscente placidez
y flaccidez de lo necio, de lo postrero?
Si debo contestar mientras pido
se me lea de atrás hacia adelante
y desde abajo hacia arriba,
porque estoy escalando ya esos muros,
solo diré, sin duda alguna:
veo lo que veo…
Y, ¿cómo decirlo?
Veo tras el Muro de los muros al Amor
y a la Esperanza brillar en un mundo sin ocaso…
... donde el tullido brinca como un ciervo,
donde el ciego contempla y se embelesa
con todo-el-universo-todo, y donde el sordo
escucha y se deleita con el canto alegre
de ángeles y querubines, con los mágico
acordes de un sublime coro de serafines
entonando para el Supremo y su redimida
Humanidad, su siempre e inagotable música...
celestial.
Y veo lo que veo…
tras toda una exultante belleza Edénica
eternamente rediviva y en paz…
… Donde el hambriento ya no tiene hambre,
y el sediento ya no tiene sed, y al desnudo
ya no falta abrigo ni al fatigado descanso reparador,
ni al atormentado… felicidad
Y por cierto, me estremezco, y lloro
explorando una fecunda, inefable alegría
de vivir al mundo sin que me abrume
tristeza ni desazón alguna…
De atrás hacia adelante
y de abajo, no hacia arriba,
sino… hacia lo Alto.
ADRIAN NESTOR ESCUDERO – Santa Fe, Argentina
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
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