Bienvenidos

sábado, 14 de septiembre de 2024

STUFEN (Escalones) - Hermann Hesse – Alemania 2 de julio de 1877- Suiza 9 de agosto de 1962

 









 STUFEN - Escalones


Así como toda flor se enmustia y toda juventud cede a la edad,
así también florecen sucesivos los peldaños de la vida;
a su tiempo surge toda sabiduría, toda virtud,
mas no les es dado durar eternamente.
Es menester que el corazón, en cada llamado,
esté pronto al adiós y a comenzar de nuevo,
esté dispuesto a darse, animado y sin pudores,
a nuevos y distintos desafíos.
En el fondo de cada comienzo hay un hechizo
que nos protege y nos ayuda a vivir.
Debemos ir serenos y alegres por la Tierra,
atravesar espacio tras espacio
sin aferrarnos a ninguno, cual si fuera una patria;
el espíritu universal no quiere encadenarnos:
quiere que nos elevemos, que nos ensanchemos
escalón tras escalón. Apenas hemos ganado intimidad
en una morada y en un ambiente, ya todo empieza a languidecer:
sólo quien está pronto a partir y peregrinar
podrá eludir la parálisis que causa la costumbre.
Aun la hora de la muerte acaso nos coloque
frente a nuevos espacios que debamos andar
las llamadas de la vida no acabarán jamás para nosotros...
¡Ea, pues, corazón, arriba! ¡Despídete, estás curado!



HERMANN HESSE
– Alemania

Hermann Hesse – Alemania 2 de julio de 1877- Suiza 9 de agosto de 1962

 


A LO MAGDALENA- Luis Alposta, Buenos Aires, Argentina

 



LUIS ALPOSTA - Buenos Aires, Argentina

MIEMBRO HONORÍFICO Y ASESOR CULTURAL DE ASOLAPO ARGENTINA


*A lo Magdalena - cantan Daniel Melingo y Cristóbal Repetto

Click: https://www.youtube.com/watch?v=wj6MQWiwZjM

 


COMO UN GOLPE DE LUZ - Marian Muiños, España

 












COMO UN GOLPE DE LUZ


Como un golpe de luz me llegó el amor.
Vino en semilla
de vaina tenue,
con la fuerza germinal del universo.
Fui tierra propicia
-por ávida y gravitante.
Tierra arada por el filo de las lágrimas
y abonada por la soledad de los siglos.
Terrón de sol
y voluntad de nube,
elevé súplicas a la Melodía Eterna;
y a su armonía me entego ahora:
fecundidad sonora,
desplazo mi centro hacia tu núcleo
y me fundo en tus latidos.


Del libro: “De paso por el mundo”, ed. 2023


MARIAN MUIÑOS – España

MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA

AÑORANZAS - Liana Friedrich, Rafaela, Santa Fe, Argentina

 












AÑORANZAS


Retruécano de olvidos
resuena en mis noches;
como el filo de una llaga
rasga el papel del poema.
Desnutrido alimento,
sutilmente condimentado
con zumo de lágrimas
abarca la dimensión
despareja de latidos.
Unísono de canto soñoliento
verdea el agua embrujada
en el estanque del recuerdo.



LIANA FRIEDRICH – Rafaela, Santa Fe, Argentina

MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA

ESTO ES AMOR – Lope de Vega –​ ​ España, Madrid, 25 de noviembre de 1562 - 27 de agosto de 1635

 















ESTO ES AMOR


Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso.

No hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso.

Huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño.

Creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño,
esto es amor, quien lo probó lo sabe.



LOPE DE VEGA - España

– Lope de Vega –​ ​ España, Madrid, 25 de noviembre de 1562 - 27 de agosto de 1635

“CONTRAPUNTOS” - Ángel Medina, Málaga, España










“CONTRAPUNTOS”


Entre dos que
Desean,
Sienten,
O viven deseando
Desear sentirlo
Pueden darse como contraste
El contrapunto.

Se puede callar
Y desde el silencio hablarse.
Se puede enloquecer de alegría
Y no obstante poseernos la tristeza.
Se puede desear sonreír
Mientras que se llora por dentro.
Se puede llorar
Y ser motivo de alegría.
Se puede desear “desear”
Y sin embargo alejarse.
Se puede sentir atracción por lo nuevo
Y anclarse en lo viejo.
Se puede provocar
En tanto se resiste.
Se puede cortejar el riesgo
Hablando de prudencia.
Se puede querer entregarse
Y a la vez temerlo.
Se puede desear poseer
Y al tiempo evitarlo.
Se puede caminar
Y luego desandar el camino.

Sin embargo, tú no evitas, sino acoges
Temes, pero confías
Resistes, y a la vez cede
Lloras, y estás alegre
Querrías alejarte, y no puedes
Eres alegría próxima, y tristeza lejana
Prudencia, y amas el riesgo a la ve
Lo viejo renace en lo nuevo
Recorres el camino a impulso de tu sentir
Y tus palabras son perlas
Que acarician el alma cansada
De este aprendiz de poeta.


ÁNGEL MEDINA – Málaga, España
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA

SI EL MUNDO FUERA DE LOS NIÑOS - Guillermo Fernández del Carpio, Arequipa, Perú














SI EL MUNDO FUERA DE LOS NIÑOS

A mi hija Belén


Si el mundo fuera de los niños,
no hubiesen habido dos guerras,
porque se hubieran construido más castillos de arena.
Habrían mucho menos banderas y fronteras,
se escucharían más risas que malas noticias
y la palabra feliz, sería desde luego más común.
Si el mundo fuese así,
la muerte sería menos entendible;
pero seguro, habrían más rosas en los panteones.
Las cosas se comprarían con intercambios y gracias
y el dinero no sería imprescindible,
por lo que la pobreza llanamente dejaría de existir.
Si el mundo fuera de los niños,
mi alma no reflejaría sus treinta y siete años,
que ya lleva consigo.
Yo tendría seis u ocho años nuevamente,
hubiera cumplido más promesas
y terminado de contar todas las estrellas del cielo.
La palabra perdón sería término frecuente de mi vocabulario
y hubiera viajado mucho más con mi imaginación.
Hubiera conocido con anticipación la pureza y la inocencia,
hubiera también caminado en mayor cantidad de parques
y tendría infinidad de versos escritos.
Comería más chocolates por las tardes
y endulzaría más mi vida con besos de amor.
El mundo no conocería la luna,
pero sí en Navidad a un Niño Jesús.
En verdad, el mundo si es de aquellos que fueron niños,
muchos dejando atrás una historia de infancia feliz.
Ahora, anhelo en demasía las tardes,
para seguir endulzando mi vida con besos de amor.


GUILLERMO FERNÁNDEZ DEL CARPIO – Arequipa, Perú
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA

QUEBRACHO - Gladys Abilar, Chilecito, La Rioja, Argentina

 













QUEBRACHO


Le digo al quebracho que aguante
que la vida es dura y no perdona;
el viento muerde y la lluvia punza.
Rayos y granizos laceran la piel.
Le digo al quebracho que aguante
que él no tiene estirpe de cobarde,
la vida es dura y no perdona;
y cuando viene vestida de hombre
no hay piedad.
El hacha decapita, el fuego calcina.
Quieren tu madera, quebracho,
porque es fuerte, ardiente, gentil
porque resiste obraje, tiempo y desafíos.
¿Y el puma, quebracho?
¿Dónde dormirá su siesta de fauno
si asesinan tu sombra?
¿Dónde soñará la serpiente su sueño de percal
y dónde colgará la flor del aire su penacho carmín
si masacran tus ramas con la picota del resentimiento?
¿Dónde hará nido el ave, dónde cantarán las brisas
si queman tu celaje de tul?
Ellos no entienden que tus pies
abrazados a la tierra no pueden escapar.
Y ahí te quedas, resignado, indefenso, digno.
Qué solo te ves;
¿Dónde están tus hermanos?
La furia del hombre los derribó,
los mismos que se calientan con tu lumbre
y se cobijan bajo tu sombra te quieren lapidar.
Ellos no entienden tu orgullo.
Sólo ven la obstinación de tu corteza trepando al cielo
y no saben que es disfraz de tu dolor.
Tus brazos se tuercen en muda protesta
contra la ingratitud;
y creen que es rebeldía, insubordinación.
¿Y tus lágrimas, quebracho?
No las quieres mostrar.
Ellas van por dentro horadando la huella
de tu virtud de árbol que no quiere lástima.
¡Celebra la savia que por tus venas
corre con fervor de vida!

Pero la vida es dura y no perdona.


GLADYS ABILAR – Chilecito, La Rioja, Argentina
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA

VOLODIA TEITELBOIM - Roberto Alifano, Buenos Aires, Argentina

 




VOLODIA TEITELBOIM, UN GRANDE DE LA LITERATURA 

En aquellos lejanos días de la década de 1960 yo era un muchacho entusiasta, devoto de la poesía de Pablo Neruda, que se acercó a él para estrechar su mano y escuchar una lectura de sus poemas. Sucedió en Buenos Aires, en la vieja casona de la Sociedad Argentina de Escritores del barrio de San Telmo. En esa ocasión también lo conocí a Volodia Teitelboim, que con Matilde Urrutia, la esposa de Pablo, lo acompañaba. Otro grande de la poesía, nuestro Raúl González Tuñón, me presentó ante ellos. Hubo luego una cena y una invitación del aedo chileno para que lo visitara en su casa de Isla Verde. En esa oportunidad, como buen atrevido, yo asombre al autor de Residencia en la tierra recitando de memoria algunos de sus poemas.

Al año siguiente, después de un tortuoso viaje en tren, cruce la cordillera y pisé la ciudad de Santiago por primera vez. Acaso con poco sentido de la oportunidad caí como peludo de regalo en plena campaña política cuando el Partido Comunista impulsaba a Neruda para la presidencia del país. Me apersoné en el diario El Siglo, que dirigía Volodia, y él, siempre amable y predispuesto, le encomendó a un periodista que me acompañara a Isla Negra, donde el poeta me esperaba. Fue como un sueño. Por lo atareado que estaba Neruda me iba a recibir por media hora; sin embargo, fui huésped de Pablo y Matilde durante casi dos meses. Ambos eran hospitalarios y gentiles, en tanto que VolodiaTeitelbaum, empezó a ser uno de mis más cercanos amigos.

Años más tarde, nos encontramos con Volodia en la Ciudad Universitaria de Roma, donde estábamos invitados por la Casa de Iberoamerica para participar de un homenaje a Pablo Neruda, y durante una semana compartimos el alojamiento desayunando juntos cada mañana. Lo recuerdo a Volodia como un hombre sencillo, generoso, noble y sincero amigo, de contagioso buen humor; dueño de una sensibilidad incomparable y de una cultura siempre asombrosa. Agrego que acompañándolo recorrí la milenaria ciudad y me fueron descubiertos por él rincones e historias que desconocía.

Cuando dirigí la revista Proa, Volodia Teitelboim fue colaborador permanente, e invitado por nosotros estuvo un par de veces en Buenos Aires. Durante los años 2001y 2003, debido a una de las tantas repetidas crisis de la Argentina, me radiqué por casi tres años en Santiago para proseguir la continuidad de la revista, que se concretó gracias al apoyo de la Editorial Universitaria. En aquellos días mi hábito favorito era visitarlo los sábados en su modesta vivienda del barrio de Ñuñoa. La última vez que estuve con él, poco antes de su muerte, me acompañaron Antonio Avaria y Alejandro Vaccaro.

Volodia Teitelboim era hijo de inmigrantes eslavos judíos y desde pequeño se interesó en la literatura. A los 16 años ingresó a la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, donde se recibió de abogado con una tesis de grado titulada El amanecer del capitalismo y empezó a militar en las Juventudes Comunistas. En paralelo, trabajaba como periodista deportivo. Luego fue reportero, crítico literario y columnista de dos importantes periódicos de la izquierda chilena, el Frente Popular y El Siglo, que dirigió durante años.

Su vocación literaria hizo que en 1931, con una novela en su haber, fuera distinguido con el premio Juegos Florales de Santiago y en 2002 fue definitivamente consagrado al recibir el Premio Nacional de Literatura de Chile, oportunidad en la que tuve el honor de decir unas palabras durante una celebración que se hizo en la Biblioteca Nacional.

Pero volvamos atrás en el tiempo, en 1935 publicó en colaboración con el poeta Eduardo Anguita la Antología de poesía chilena nueva, donde recopilaron a los grandes poetas de ese país y Volodia desató una fuerte polémica, ya que omitió a Gabriela Mistral, acentuando la pugna entre Vicente Huidobro, Pablo de Rokha y Pablo Neruda.

Buen estudioso de la poesía, fue precisamente Volodia quien señaló que el “Poema 16” de los Veinte poemas de amor y una canción desesperada del futuro Premio Nobel era una paráfrasis del “Poema 30” de El Jardinero, de Rabindranath Tagore. Aunque en su momento los detractores de Neruda, como Huidobro y De Rokha, intentaron utilizar la anécdota para acusar al vate de un supuesto plagio, el hallazgo pasó a la historia de la literatura universal como uno de los más destacados ejemplos de paráfrasis. Casi no cabe agregar, que el propio Neruda, lo tomó con humor y reconoció que Volodia tenía razón. “Ha sido el gran plagio de mi vida”, bromeó el autor de Residencia en la Tierra.

Los libros de memorias de Volodia Teitelboim, como decía Avaria, no tienen desperdicio y merecen ser destacados, empezando por Un muchacho del siglo XX (1997), La gran guerra de Chile y otra que nunca existió (2000) y Noches de radio (2001), donde registra, desde su perspectiva política y social, un gran arco de situaciones y vivencias del siglo XX en su patria; también son famosas las magníficas y muy documentadas biografías que dedica a Vicente Huidobro, Pablo Neruda, Gabriela Mistral y Jorge Luis Borges. Su obra también abarca la poesía y la novela, género en el que marcó un hito en la narrativa social con Hijo del salitre, que tiene como protagonista a Elías Lafferte, histórico líder comunista y pieza clave en el desarrollo del movimiento obrero de Chile.

Si fuera necesario ubicar a Volodia Teitelboim en una tendencia determinada, esa tendencia quizá sería el realismo; pero nadie ignora que los géneros literarios no pasan de ser meras ficciones utilitarias, cuando no estratagemas que favorecen a ciertas formalidades, y que lo perdurable y esencial es la sinceridad intelectual. La obra literaria de Volodia Teitelboim no fue ejecutada para justificar un debate, sino que fue engendrada como una necesidad imperiosa y se parece íntimamente al hombre de acción que la forjó.

Luchador infatigable, durante la década de 1940 sufrió por sus principios políticos la persecución y el exilio, una vez dictada por el entonces presidente Gabriel González Videla la absurda y reaccionaria Ley de Defensa Permanente de la Democracia (también conocida como “Ley maldita”). Volodia estuvo relegado y detenido en la localidad de Pisagua y cruzó la cordillera para refugiarse en la provincia de Mendoza.

Entre 1961 y 1965 fue diputado por Valparaíso.​ Un año después elegido como senador por Santiago, y permaneció en ese cargo hasta el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973. Durante la dictadura militar de Augusto Pinochet vivió el exilio en Moscú, en la entonces Unión Soviética, donde dirigió el programa Escucha Chile. Retornó clandestinamente a su patria en las postrimerías de la dictadura militar, presentándose a las autoridades en 1988 y exigiendo que se establezca un gobierno democrático en Chile, posterior al triunfo del “No” en el plebiscito de ese año.

Amigo que sigue vivo en la evocación y en su perdurable obra literaria, me honra recordarlo como uno de los grandes escritores que ha dado Chile y como el luchador social fiel a sus principios políticos. Volodia Valentín Teitelboim Volosky, nació en Chillán, 17 de marzo de 1916 y se sumó a los más en Santiago de Chile, el 31 de enero de 2008.

ROBERTO ALIFANOBuenos Aires, Argentina

MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA


LAS GAFAS DE VENECIA -Salomé Moltó, Alicante, España

 




LAS GAFAS DE VENECIA

 

Mi hermana Clara acababa de llegar a casa desde el hospital, donde había dado a luz a una preciosa niña de ojos azules, como muchos de los miembros de mi familia, excepto yo y mi madre que los tenemos marrones.

- Ve al cajón de la cómoda a ver si está allí el análisis de tu hermana y tráelo, yo voy a ver si todavía duerme -me dijo mi madre que estaba en casa de mi hermana para cuidarla en el posparto. Cual no fue mi sorpresa al abrir el cajón de la cómoda y ver mis gafas de Venecia que habían desaparecido hace un montón de tiempo. Eran unas hermosas gafas negras oblicuas con figuras de ángeles tocando trompetas dibujando el ángulo del ojo y cerrándose hacia la sien. ¿Cómo habían ido a parar mis gafas allí? ¿Me las había hurtado mi hermana? Con un montón de conjeturas circulando por mi mente llegué hasta el dormitorio de mi hermana, que al verme con las gafas en la mano, hizo un gesto extraño. 

- ¿Cómo es que tienes mis gafas de Venecia? Yo creía que las había perdido. Hace un montón de tiempo desaparecieron misteriosamente, me volví loca buscándolas, y, ¿las tenías tú?

- Sí, las tenía yo -repuso Clara desafiante.

- No hables que estás muy débil, has tenido un parto muy difícil y tienes que reposar 

-interrumpió mi madre un poco inquieta, ya que el ambiente se iba cargando de una tensión extraña. 

- Creo me debes una explicación -le dije a mi hermana; a mi hermana pequeña que acababa de tener una preciosa niña de ojos azules. Esa hermana doce años más joven que yo, a quien tuve que atender cuando mi madre iba a su cotidiano trabajo y que dejaba a mi cuidado. Esa mozuela que hubo que empujar y motivar para que terminara sus estudios que se casó con un hombre mayor, todavía no sé porque y que ahora, me miraba con un gesto de menosprecio retándome con la mirada. 

- Sí, las tengo yo, pero no porque te las robara, me las regaló Juan, tu marido -repuso desafiante. Mi madre, perspicaz como siempre, repuso alarmada: 

- Hale, dejaros de charla, tú acuéstate y descansa que lo has pasado muy mal. Tú vete a tu casa y ya lo discutiréis otro día. Muy turbada no sabía qué pensar. Intenté irme cuando observé un gesto de reto de mi hermana, algo amargo yacía en sus ojos, en su gesto.

- Estas gafas me las regaló Juan cuando estuvimos en Venecia, en nuestro viaje de boda. Las tenía gran cariño, por su belleza. Las venecianas se las colocan en Carnaval, y un día desaparecieron, así, sin más -repuse un tanto turbada.

- Sí, tu tenías las gafas, al guapo médico por marido, el trabajo en el bufete de abogados de padre, luego dos hijos, viajes, triunfos profesionales, sí lo has tenido todo y lo sigues teniendo, yo sólo pude optar a las gafas de Venecia, únicas por su belleza y por lo que representaban, vuestro amor romántico en la hermosa ciudad italiana.

- ¿Qué tonterías dices? Tú tienes tu trabajo, tu hogar, tus dos hijos, tu marido. ¡No te entiendo!

- Sí claro y si no hubiera sido por ti no tendría trabajo, ni casa, ni familia alguna -repuso Clara desafiante.

- Tienes un marido que te quiere y...

- Sí, un “hogar muy feliz” dijo con retintín. Un marido que no puede darme hijos, un trabajo que lo tengo por ti que has gestionado mi plaza en la peluquería. Sí la pequeña e insignificante Clara tiene un hogar, un hogar feliz ¿verdad? El tono de su voz se volvía agrio y mordaz. Llegado este momento sentí cómo un pánico se apoderaba de mí. Iba descubriendo con espanto que haber ejercido de madre, de mi hermana, tenía resultados nefastos.

- ¿Cómo un marido que no puede darte hijos? Tienes dos, anteayer trajiste al mundo una preciosa niña.

- Y con los ojos azules como tu marido y tus dos hijos -repuso con un gesto desafiante.

- Sí, tu pequeña hermanita empezó a ganar la partida cuando tu marido accedió a regalarme las gafas y después a darme los hijos que Mario no puede. Ya ves, en algo te tenía que ganar. Como un robot abrí la ventana y lancé al vacío las gafas, sin decir palabra volví a casa sin saber qué iba ser de mi vida a partir de aquel momento                                                                                                 

SALOMÉ MOLTÓ – Alcoy, Alicante, España

MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA


sábado, 7 de septiembre de 2024

ANLATAMIYORUM (No lo puedo explicar) - Orhan Veli Kanik – Estambul, Turquía, 13 de abril de 1914 - 14 de noviembre de 1950

 







ANLATAMIYORUM (No lo puedo explicar)


Si llorara, ¿podrías oír
Mi voz en mis poemas?
¿Podrías tocar mis lagrimas
Con tus manos?
Antes de caer presa de este dolor,
Nunca supe que las canciones fueran tan encantadoras
Y palabras tan suaves.
Sé que hay un lugar
Donde se puede hablar acerca de todo;
Siento que estoy cerca de ese lugar,
Sin embargo no lo puedo explicar.


ORHAN VELI KANIK - Estambul, Turquía, 13 de abril de 1914 - 14 de noviembre de 1950

Kanik es uno de los fundadores del movimiento llamado Garip (‘Extraño’), que tuvo una gran influencia, especialmente entre los años 1945-1950 en la poesía turca de la era republicana.

El movimiento Garip es considerado como un hito en la poesía turca, ya que dejó a un lado el oficio tradicional en favor de versos más simples.


¿COSECHA DE LA NADA? - Mario Benedetti, Uruguay

 













¿COSECHA DE LA NADA?


Hay quienes imaginan el olvido
como un depósito desierto / una
cosecha de la nada y sin embargo
el olvido está lleno de memoria

hay rincones del odio por ejemplo
con un rostro treinta veces ardido
y treinta veces vuelto a renacer
como otro ave fénix del desahucio

hay arriates de asombro
con azahares sedientos de rocío /
hay precarias lucernas del amor
donde se asoman cielos que fueron apagados
por la huesuda o por la indiferencia
y sin embargo siguen esperando
aunque nada ni nadie los desangre en voz alta

ni el desamparo ni el dolor se borran
y las lealtades y traiciones giran
como satélites del sacrificio
en el olvido encallan buenas y malas sombras

huesos de compasión / sangre de ungüentos
resentimientos inmisericordes
ojos de exilio que besaron pechos

hay quienes imaginan el olvido
como un depósito desierto / una
cosecha de la nada y sin embargo
el olvido está lleno de memoria.


MARIO BENEDETTI,
Uruguay


MI ROCÍO - Norberto Pannone, Buenos Aires, Argentina

 











MI ROCÍO


Mañana, caminaré el rocío
y haré una travesía por la rosa.
Dibujaré el perfume del olvido
cuando enlute su color la mariposa.

Habrá un después y un siempre
en la floral sublimación del trigo
desbordando de canto mi diciembre
desde el rubio pan de algún amigo.

Mañana, andaré por el vino,
elemento vital que da la parra.
Me quedaré al acecho en las acequias
para atrapar un canto de cigarra.

Bajarán los duendes de los sauces,
de los álamos vendrán las salamandras.
Escaparán los ríos de su cauce
hacia el rito virtual de la esperanza.

Antes de que sucumba mi rocío.
ese; del llano, el valle y la montaña,
teñiré de color los manzanares
y beberé del trinar de las calandrias.


©NORBERTO PANNONE - Buenos Aires, Argentina


MEU ORVALHO (Mi rocío)

Amanhã, caminharei o orvalho
e farei uma travessia pela rosa.
Desenharei o perfume do esquecimento
quando perca sua cor a borboleta.

Haverá um depois e um sempre
na floral sublimação do trigo
extravasando de canto meu dezembro
desde o dourado pão de algum amigo.

Amanhã, andarei pelo vinho,
elemento vital que dá a videira
Ficarei ao espreito nas acéquias
para apanhar o canto da cigarra

descerão os duendes dos salgueiros,
dos álamos virão as salamandras.
Escaparão os rios de seu leito
para o rito virtual da esperança.

Antes de que sucumba meu orvalho.
Esse; da campina, o vale e a montanha,
tingirei de cor as macieiras
e beberei do canto das calandras


©NORBERTO PANNONE



Tradución: Antonio Duran, San Pablo, Brasil

PALABRAS Y SILENCIOS - Luis Alposta, Buenos Aires, Argentina

 



LUIS ALPOSTA - Buenos Aires, Argentina

MIEMBRO HONORÍFICO Y ASESOR CULTURAL DE ASOLAPO ARGENTINA

LOS AMIGOS - Aída Bortnik, Buenos Aires, Argentina

 









LOS AMIGOS


"No pueden impedir que uno sufra. No pueden garantizar que uno sea feliz. No pueden reemplazar a la madre ni al padre. No pueden confundirse con el amante ni con el hijo. No evitan que uno cometa errores, ni aciertan siempre en celebrar a tiempo el verdadero triunfo sobre uno mismo. No impiden que el dolor duela, ni aseguran que el amor ame. No detienen el tiempo ni sus deterioros. No apresuran el equilibrio ni sus armonías. No están siempre que hacen falta, ni se van solo cuando uno está preparado para la soledad. No colman todas las posibilidades de la sed, ni se privan de despertar otras nuevas. Los amigos solamente hacen que el espejo nos devuelva la imagen de alguien capaz de ser amado por alguien a quien ama. Los amigos solamente hacen que la vida valga la pena de ser vivida".

 

AÍDA BORTNIK – Buenos Aires, Argentina

(Buenos Aires, 7 de enero de 1938 - ibídem, 27 de abril de 2013), fue una guionista, periodista y escritora argentina.


SOLILOQUIO DEL DESVELO - Carlos Penelas, Buenos Aires, Argentina

 














SOLILOQUIO DEL DESVELO

"Quien realmente aprende a ver se acerca a lo invisible"

Paul Celan


Allí, donde se abisma el mar, te sueño.
Dejo la pipa sobre el escritorio y miro.
Se azula el alma, atesora la imagen de la noche.
La desnudez oculta el reclinado silencio,
la mirada perdida, la eternidad sin nombre.
Luego vinieron los océanos, el lenguaje
que cubre las ventanas y los muebles,
la posesión de los ojos sobre el lecho.
El deseo es un sabor hallado
que ilumina tu cabellera perfumando el alba.
Es cuando la intimidad y el aire
engarzan memoria en la ternura.
Sin saberlo, las manos han tocado el infinito.


CARLOS PENELAS, Buenos Aires, Argentina 

MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA

Buenos Aires, agosto de 2024

EL CUADRO HABITADO - Mónica Gómez, Santiago, Chile

 



EL CUADRO HABITADO

 

        Ese día, la sala de exposiciones con pintura contemporánea de Casas de Lo Matta, resplandecía.

                    El curador había expuesto en el espacio principal de la sala, la misteriosa obra “El Cuadro Habitado” de la reconocida pintora Carmen Aldunate.

                    Entre los asistentes crecía la curiosidad, porqué dar ese título a una pintura que mostraba a dos mujeres con vestimentas medievales, holgadas como cavernas sin fin y en un plano inferior y junto a ellas las imágenes de otras dos pequeñas figuras  en actitud tímida y con miradas de estupor.

                   Carmen Aldunate, al referirse en rueda de prensa a la pintura – comentó- “¡Esta obra es un misterio para mí, la considero un enigma, una críptica caja cerrada – agregando en voz casi inaudible- que un día algunas pudieron abrir!”.      

                   Únicamente, las más talentosas de las alumnas de la pintora, admiradoras de la obra de la maestra - hoy aparentemente desaparecidas y cuya mayor pasión fue siempre la inmortalidad a riesgo de su inexistencia terrena- conservaban el secreto.

 

MÓNICA GÓMEZ – Santiago, Chile

MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA


EL SUEÑO DE LE CORBUSIER - Roberto Alifano, Buenos Aires, Argentina

 

EL SUEÑO DE LE CORBUSIER


Buenos Aires la reina del plata,
Buenos aires mi tierra querida.
Escuchá mi canción
que con ella va mi vida.
Tango de Carlos Gardel y Alfredo Le Pera


“He nacido en otra ciudad que también se llamaba Buenos Aires”
Jorge Luis Borges

La arquitectura es una rama del arte con especializaciones para cada tipo de proyecto, que a partir de Marco Vitruvio Polión (siglo I a C, autor del tratado más antiguo que se conserva sobre la materia), descansa en tres principios: la Belleza (Venustas), la Firmeza (Firmitas) y la Utilidad (Utilitas). La arquitectura se puede definir entonces como un equilibrio entre estos tres elementos, sin sobrepasar ninguno a los otros. No tendría sentido, por lo tanto, tratar de entender un trabajo de arquitectura sin aceptar los aspectos señalados. De hecho, cuando Vitruvio se atreve a intentar un análisis propone entender la arquitectura teniendo en cuenta, además, cuatro elementos esenciales: “orden arquitectónico (es decir, relación de cada parte con su uso), disposición, trazado en planta y alzado en perspectiva”.

Sujeta a las limitaciones y fortalezas de la historia como ciencia: existen diversas perspectivas en relación con el estudio de la arquitectura, la mayor parte de las cuales son occidentales. En la mayoría de los casos -aunque no siempre- los periodos estudiados corren paralelos a los de la historia del arte y existen momentos en que las ideas estéticas se superponen o se confunden.

Las ciudades están enfermas y Buenos Aires, como todas, sufre las consecuencias de los errores urbanísticos”, disparó en una de las conferencias que dio en 1929 Le Corbusier, cuando visitó la Argentina invitado por la “Asociación Amigos del Arte”, presidida por Victoria Ocampo, impulsora del viaje. Victoria lo había conocido en París y sentía admiración por Le Corbusier, uno de los referentes, sino el más emblemático, del Movimiento Moderno de Arquitectura, al que veía como posible artífice para las transformaciones de Buenos Aires.

​Como el gran entusiasta que era, Le Corbusier, sin duda tan soñador como pragmático, no le faltaba enjundia al exponer sus proyectos a quienes lo escuchaban. “Fue uno de los artistas más talentosos y convincentes que conocí”, reconoció Victoria Ocampo. En esa oportunidad, Le Corbusier dictó diez conferencias sobre Arquitectura Moderna y encantado por la ciudad que tan bien lo recibió y resplandecía de espaldas al gran Río de la Plata con tentadores espacios naturales, propuso desarrollar un plan urbano con argumentos tan adelantados como revolucionarios para la época; todos ellos innovadores, por supuesto. Contaba con el total apoyo de algunos colegas y, obviamente, de nuestra mecenas y escritora. Sin embargo, Le Corbusier se volvió a París con las manos vacías. Salvo Victoria y los urbanistas, la burocracia argentina fue indiferente al majestuoso proyecto.

Le Corbusier no se dio por vencido y durante más de veinte años lo siguió intentando, en ocasiones de manera casi obsesiva. Era, ya por la época que visitó Buenos Aires, además de uno de los grandes renovadores de la arquitectura moderna, un incansable agitador cultural, labor que ejerció con pasión a lo largo de toda su vida. Con sus escritos tenía una bien merecida fama de polemista y aportó un verdadero caudal de ideas innovadoras que han hecho que su obra influya decisivamente en la arquitectura posterior.

Su proyecto sobre la capital de la Argentina se basaba en la busca de una unidad, de una síntesis entre la arquitectura, el paisaje y la intensidad de la vida urbana. La mirada de Le Corbusier, aunque selectiva, era a la vez unificadora y recreadora. “Buenos Aires es una ciudad que le da la espalda a su gran río y en la mayoría de su dilatado trayecto lo desaprovecha”, había observado el maestro, aludiendo con esto a algo de lo que aún adolece, pese a tener una extendida y variada costa, poco aprovechada ediliciamente y sin su correspondiente estética. Señala que desperdicia ese precioso estuario solo enriquecido por instalaciones de antiguos puertos, tramos ferroviarios a nivel, una carretera y un aeropuerto que solo le dan vida.

Los temas de estas conferencias fueron publicados en la década de 1930 en el libro Precisiones, donde Le Corbusier expone su pensamiento crítico y donde también su insigne figura pareciera que no admite crítica al representar para la arquitectura lo que fue Picasso en la pintura, Einstein en la física y Borges en la literatura. Aunque nunca se recibió de arquitecto, ni tuvo estudios formales, su aprendizaje lo hizo desde muy joven, de manera autodidacta. Es así que los académicos definen su estilo arquitectónico como racionalista. Le Corbusier formó parte del movimiento moderno que proponía que la estética siguiera las innovaciones tecnológicas que formaban parte del mundo a comienzos del siglo XX, tales como: las máquinas industriales, los aviones o los grandes transatlánticos. Por eso llamaba a sus obras “máquinas para habitar”.

Para este revulsivo artista la nueva arquitectura debía cumplir cinco puntos fundamentales: “la pilotis que eleva las casas y las despega del suelo, incluyendo la circulación de automóviles, con su estacionamiento respectivo; la planta libre, diseñada sin las limitaciones de la estructura de muros tradicionales; la fachada, que se independiza de la planta y se libera de su función estructural; la ventana apaisada, que puede abarcar todo el ancho de la construcción, mejorar la relación con el exterior y permitir una mayor entrada de luz natural; y, finalmente, una terraza jardín para devolver la superficie robada a la naturaleza por la vivienda en la cubierta del edificio”.

Curiosamente, la única obra de Le Corbusier en la Argentina es la ya histórica “Casa Curutchet”, una vivienda familiar construida en la ciudad de La Plata, capital de la Provincia de Buenos Aires, entre los años 1949 y 1953 bajo la dirección de obra de Amancio Williams, otro de los arquitectos argentinos del Movimiento Moderno, y el más destacado en la primera mitad del siglo xx.

Como está registrado por sus biógrafos, cuando Le Corbusier decide emprender la gira americana, se encontraba en un punto de inflexión de su carrera. Tenía 42 años y ya había hecho las obras más emblemáticas y conocidas, como la Villa la Roche, la Villa Stein, el conjunto de Pessac, los prototipos en la Weissenhofsiedlung en Stuttgart y estaba iniciando la construcción de su famosa Villa Savoye, y quería dar el salto de arquitecto a constructor y recreador de ciudades.

No obstante, el influjo de las ideas de Le Corbusier para la Argentina fueron decisivas en el trabajo de muchos arquitectos. El llamado Movimiento Moderno tuvo una notoria influencia de este lado del Océano. En primer lugar, en lo personal, él era un trabajador incansable, que pintaba de día, iba al estudio profesional que compartía con su primo durante la tarde y por la noche escribía. Según testimonio de Victoria Ocampo era, además, “un personaje carismático que tenía una elevada autoestima, lo cual lo impulsaba a confrontar a través de propuestas o afirmaciones polémicas. La imagen que se tenía de él era la de un arquitecto revolucionario y progresista con ideas de izquierda”.

Felizmente en la Argentina Le Corbusier tuvo grandes seguidores como Ferrari Hardoy y Kurchan, dos arquitectos que trabajaron en su estudio de París e impulsaron sus ideas en todas las escalas, desde los grandes planes urbanos hasta el diseño de muebles y objetos.

Desde su visita a nuestra ciudad rioplatense, Le Crobusier imaginó convertir a Buenos Aires en la ciudad del siglo XX. Se pasó dos décadas intentando un plan urbanístico a su medida; veinte años de idas, vueltas, intrigas, contactos, discípulos y hasta traidores. Fue una frustración para él no poder concretar su sueño. Hoy, ninguna obra de la ciudad lleva su firma. Todo ese proceso lo recoge para nuestro tiempo La red austral, obras y proyectos de Le Corbusier y sus discípulos en la Argentina, un libro publicado por la Universidad Nacional de Quilmes que ofrece al lector la historia de su sueño irrealizado, sobre una ciudad que no fue como él la imaginara y es a la vez la desmitificación y reivindicación del gran maestro.

Charles-Édouard Jeanneret-Gris, conocido como Le Corbusier, nació en 1887 en Suiza y murió en Francia en 1965. La obra de Le Corbusier es una de las máximas propuestas de la arquitectura de todos los tiempos.

ROBERTO ALIFANO - Buenos Aires, Argentina

MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA