LOS SUEÑOS DE LOS NIÑOS INVENTANDO
PAÍSES
Cuando paso frente a un local donde
exponen pinturas de niños, sigo de largo.
BATLLE
PLANAS
Porque
el niño conserva todos los libres bríos
de la invención, baraja sus monstruos increíbles
y sus enloquecidos ángeles.
La bárbara inocencia sin prejuicios de la primera pureza
y el espléndido caos, el delirio de la razón,
la fantasía.
El
niño es el primer surrealista.
Y
crece, es hombre, y sigue viviendo mas no sabe
y quien lo lleva adentro así lo ignora.
A veces, de manera sutil, eso supongo,
en cada acto adulto la infancia nos vigila
—una voz, un suceso rotundo, familiar, una lámpara,
una paloma herida con mensaje—.
Todo
hombre en el final minuto de su invierno
piensa en algo lejano cuando muere.
Y la muerte es el último país que el niño inventa.
RAÚL GONZÁLEZ TUÑÓN – Buenos Aires, Argentina
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