Rata es una palabra que
proviene del bajo latín rattus y es la
que designa al mamífero roedor que el diccionario, como al mejor estilo de un pure-sang,
nos la describe con una cabeza pequeña, hocico puntiagudo, orejas tiesas, cuerpo
grueso, patas cortas, cola delgada y pelaje gris oscuro.
Hacerse la rata, en el
lenguaje popular, es faltar a clase a escondidas de los padres; es faltar al
empleo para hacer fiaca; es hacerse la rabona.
Rata se le dice a la
persona vil y despreciable. Rata se le llama también al indigente, al
sumamente pobre, al que es más pobre que una rata. Ratero se le dice al ladrón
de poca monta; y rati, que es tira al revés, al pesquisa, o
policía.
Ratón, que adjetiva al pichinchero y
al pichulero tanto como a la persona falta de recursos, es el nombre
que, en una época, se le dio a unos automóviles con capacidad para dos
personas, provisto de tres ruedas, motor trasero y puerta al frente. El ratón,
cuyo femenino es ratona, o sea, una mesa baja, puede llegar a serlo,
también, de biblioteca.
Tener ratones en la
cabeza es tener ideas fijas y extravagantes; hacerse uno los ratones o ratonearse,
es fantasear sexualmente.
Y a propósito, vayan estos
versos para un fabulario lunfa:
RATA CRUEL*
-No te hagás la rata cruel
que el queso igual se te acaba-
dijo el ratón, como al rato,
a su rata que, de a ratos,
de su bulín se rateaba.
Moraleja:
Si la rata es ratera,
por más que uno la rete,
te deja los ratones en la sesera.
LUIS ALPOSTA, Buenos
Aires, Argentina
MIEMBRO HONORÍFICO Y ASESOR
CULTURAL DE ASOLAPO ARGENTINA
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