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sábado, 19 de agosto de 2023

LO INSÓLITO- Elias Galati, Buenos Aires, Argentina

 





LO INSÓLITO



Se considera insólito aquello que no es común, ni ordinario, lo que es
desacostumbrado.
En general lo que es inusitado o excepcional,
Lo insólito provoca asombro, que es causar admiración o pasmo, pero
también susto y espanto o gran admiración.
Es decir una situación que no pasa inadvertida y que nos lleva a los
extremos, hacia un lado o hacia el otro.
Hacia la admiración o el espanto.
Es aquello que escapa de la normalidad, de lo cotidiano, aunque estos
conceptos están teñidos de regionalismos, de tiempos, de lugares y de
situaciones que lo acomodan al pensamiento y al sentir de cada individuo y
de cada comunidad en un tiempo y espacio determinados.
Pero lo insólito, tiene una condición referencial; como tantas cosas en la vida,
que se entienden no en forma positiva, sino al revés, y que en realidad es un
modelo de la naturaleza, ya que nuestra biología se mueve más con las
inhibiciones que con las concreciones.
Algo que es perjudicial, o algún elemento que molesta, es inhibido, con lo
cual se lo anula, y podemos decir que para que funcione nuevamente hay que
inhibir la inhibición, es decir que así se considera positivo.
Por lo tanto es posible considerar quienes somos y que carácter tienen
nuestras comunidades de acuerdo a que consideran insólito.
Es más notorio y resalta más, aquello que es inusual, de aquello que es común
o normal, entonces se puede apreciar con mayor precisión y realidad, a través
de aquello que no se considera común, por oposición, que es común para
cada uno de nosotros y para nuestra sociedad.
Esto tiene vital importancia en la vida de relación, en especial en cuanto a la
educación, la cultura, los valores sociales y el comportamiento.
Muchas veces me he sentido alarmado, porque ante el conocimiento de una
actitud honrada, la devolución de algo que se encuentra y no nos pertenece,
la concreción de la justa medida en un negocio o transacción, se piensa y se
dice a veces abiertamente, que tontería, porque no se lo quedó, como
menguando el sentido de la honradez ante algunas circunstancias.
Entonces entendemos que es insólito devolver lo que no es propio, es decir
ser un poquito deshonesto, y esto pone el acento en que consideramos la
justicia como valor, y que sociedad vivimos y queremos para nosotros y para
la posteridad.
De igual manera que el cumplimiento del deber, en vez de ser estricto, puede
ser lábil, espero unos minutos, entro más tarde, aunque no tenga motivos
simulo que estoy en dificultades y no puedo ir.
Comienza en el plano individual, pero se traslada al plano social, y allí se
hace complejo, porque entonces el entramado social se deshilacha y algunos
consideran común o normal ciertas ventajas o pequeños desvíos en la
conducto de poca monta, y casi sin importancia
¿Qué consideramos insólito para nosotros y para nuestra sociedad?
La deshonestidad, la ventaja, la corrupción, la vagancia, el rencor, la
venganza y el odio, o creemos que pueden ser normales.
¿Consideramos insólito que alguien piense bien, que sea bondadoso, que a
pesar de las dificultades pueda querer ser buena persona o tener valores
firmes y concretos?
O acaso justificamos, por motivos existenciales, sociales o económicos que
haya violencia, corrupción, dolo, maldad y rencor.
Debería causar tristeza que se considere insólito una acción honesta y
benévola, porque ello significa que en realidad lo común de nuestra vida es
la deshonestidad y la falta de benevolencia.
Pensemos que nos parece insólito en nuestro comportamiento y en el
accionar de la sociedad y como actuamos nosotros como personas y en
nuestra vida de relación.
Hay un dicho sajón muy particular al respecto “las brujas no existen, pero
que las hay, las hay”.
Muchas veces nos comportamos como si las brujas existieran en nuestro
interior, justificamos lo injustificable, ponemos la conveniencia sobre la
justicia, pretendemos comer sin trabajar, proceder mal porque no tenemos
una existencia acomodada.
Los signos de los tiempos nos muestran una terrible realidad, el mundo va
en derrotero esquivo y equívoco; todo se justifica y todo es justificable, aun
la peor perversión.
Es una advertencia, miremos bien que es lo que consideramos insólito a fin
de entender el mundo que vivimos y como lo podemos mejorar.



ELIAS GALATI
, Buenos Aires, Argentina

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