Álvaro Yunque
ELOGIO
PARA LA MEMORIA DE MI PADRE
Papá, cuando moriste, yo, diez y siete años
Borracho de lecturas, no te supe admirar.
¡Gigante, gringo rubio de los ojos celestes,
como una escuadra honrado, fuerte como un compás!
Héroe de los andamios, dentro tu cuerpo rubio
Fue tu alma blanca y blanda como miga de pan.
¡De sol a sol yugando cuarenta años! Tu vida,
Como la de una pala, sólo supo crear.
Y yo, al hacer su elogio, no hallo uno más
brillante
Ni más sonoro que éste pudiérase elevar:
Sus obreros llamábanle: “Buon alma”
¿Puede pedirse más?
©Álvaro Yunque, Buenos
Aires, Argentina
Poema
de Arístides Gandolfi Herrero (Álvaro Yunke) a su padre Adán Gandolfi.
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