130 años, arribo a Buenos Aires de Madre e hijo
El 11 de marzo de 1893 , en
el vapor “ DOM PEDRO “ ( textual )
arriban a nuestro país, República Argentina, la que sería su tierra adoptiva , la
joven Bertha Gardes, francesa, 27 años, planchadora, católica, pasaporte N* 94
, y su pequeño hijo de 2 años y 3 meses de vida, Charles Romuald Gardes.
Allí comienza, para ambos una
aventura impensada por los sacrificios que debería afrontar la madre en la
orientación de ambos en un país, con idioma distinto, costumbres y situaciones
difíciles de enfrentar. El esfuerzo y las ganas pudieron más y trabajando en su
profesión de planchadora, pudo lograrlo.
Pasaron los años y poco a
poco pudieron adaptarse a nuestro ambiente que, por cierto, era duro en esa
época y el purrete frecuentaba la zona del Abasto, dónde estaba el Mercado ,
mechándola con travesuras de joven-niño y escuchando a los peones , en su
mayoría , como él y su madre , llegados de otros lares para encontrar la América
tan soñada . Esos changarines, al fin de su tarea diaria, se reunían en boliches
de la zona y recordaban su tierra natal entonando sus canciones y melodías que
lo trasladaban donde, seguramente, habían dejado familia. Eso lo inspiró “al
pibe “y fue aprendiendo. Poco tiempo
después haciendo conocer sus virtudes vocales comenzaron a llamarlo “ El
Morocho del Abasto ”.
Para continuar expresando su
arte, modificó la “ s “ final de su verdadero apellido por una “ l “ quedando
de esa forma, para la eternidad el nombre de CARLOS GARDEL.
Toda su vida artística ya fue
comentada y tratada en centenares de libros, notas de suplementos periodísticos,
videos y films.
Este mes deseo traer para los
lectores de PRIMERA PÁGINA solamente el recuerdo de los 130 años de aquel día
que sería el inicio en la llegada de quién, hasta nuestros días, es el mayor
representante que tuvo, tiene y tendrá nuestro tango, CARLOS GARDEL.
©HÉCTOR REBASTI,
Gardeliano, Buenos Aires, Argentina
MIEMBRO HONORÍFICO DE
ASOLAPO ARGENTINA
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