POESÍAS DE AMOR RECOGIDAS EN NOCHES DE DESVARÍO
CUATRO
PARTISTE ESA MAÑANA PESE A QUE LLOVÍA
TRATÉ DE RETENERTE OTRO MOMENTO,
MAS ESTABAS DESIDIDA, NO HABÍA CASO.
EL PUNTO DEL FINAL ERA UN ESPANTO,
LA PUERTA REPICÓ EN MIS OÍDOS
MARTILLANDO EN MI CORAZÓN QUINCE MIL DARDOS.
SENTÉ MI CUERPO HERIDO AGONIZANDO
EN EL SILLÓN TESTIGO DE LO NUESTRO,
DE CHARLAS Y PROMESAS
TAMBIÉN DE BESOS Y DE ABRAZOS,
TANTOS TANTOS.
CUANDO ME INCORPORÉ ALGO VACILANTE
PUSE LA MÚSICA QUE NOS UNIÓ DÍA TRAS DÍA,
UNA DULCE TROMPETA PIANÍSIMA.
UN SAXO TENOR BRILLANTE CASI UN LLANTO.
EL SONIDO DE BESOS Y CARICIAS
QUEDARON EN RINCONES Y EN NUESTRA CAMA
EL AROMA A JAZMINES Y A NARDOS.
CANTARON LOS ZORZALES
TRAS AQUELLA DESPEDIDA,
NO ENTENDIENDO PORQUÉ LA CAMA REVUELTA ERA
SÓLO UN VACÍO DESENCANTO.
CAMINÉ, RECORRÍ, TE BUSQUÉ EN TODA LA CASA,
ENCONTRANDO COSAS EN ESQUINAS OLVIDADAS.
TANTAS PRENDAS, PERFUMES Y ABALORIOS,
QUE BORRAR TU PRESENCIA ERA IMPOSIBLE,
PORQUE ESTARÉ ETERNAMENTE CONTIGO AÚN NO
ESTANDO
Y ESA SENSACIÓN PERDURARÁ AUNQUE ME MUERA Y
SINO FUESE ASÍ SERÁN QUINCE MIL DÍAS DE ESPERARTE Y NOCHES INFINITAS SIN TU
ENCANTO.
JORGE BROEMSER, Buenos Aires, Argentina
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
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