Alguna vez, hablando de
poesía, Borges me dijo: -Yo no sé si puede definirse. Es algo tan elemental. Y
además yo no creo que necesitemos una definición. Su definición va a ser
siempre más vaga que la palabra poesía, que todos sentimos. Creo, además, que
para juzgar un poema mejor es juzgarlo inmediatamente. Digamos que la
comprensión viene después... y quizás no importe mucho. Pero sí, que usted
siente que algo poético lo ha sido inmediatamente.
Yo creo que todos sentimos eso. Es como la música. Uno
siente inmediatamente si una pieza de música lo conmueve o no.
La poesía es un amalgama de silencio y palabra elaborada
con un fin trascendente. Es un nombrar las cosas como si se las viera por
primera vez.
Un poeta inglés dijo que la poesía es aquello que
modifica inmediatamente al lector. Que cuando se lee, es como si la sangre
circulase de otro modo, y que la voz de uno se eleva ante la necesidad de
repetir aquello en voz alta.
Eso es poesía. Y si eso no ocurre, el resto es “pura
literatura”, como diría Verlaine.
En síntesis: la poesía es algo que se siente, y punto.
Pero en tren de buscar una aproximación, digamos que es el sentimiento puesto a
escoger y capturar palabras, para luego liberarlas en el poema y emocionarnos.
Es hacer letra de una emoción.
O dicho de otro modo: la poesía es una emoción que se
busca expresar como “para regalo”.
©LUIS ALPOSTA,
poeta y escritor argentino
MIEMBRO HONORÍFICO Y ASESOR
CULTURAL DE ASOLAPO ARGENTINA
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