BIG BANG
Y vino a mi mesa…
Mesa
de amasar al maná del verbo
que
hará, en un simple instante
de
infinitos siglos,
el
decir, la porfía carnal
del
Universo todo…
Abierto
de ojos con matices a nuevo,
a
lo perfecto, a lo innombrable, a Lo Inasible,
vino
a mi mesa y acaudaló tesoros despoblados
de
sandeces y necedades,
y se acunó, lleno de sabiduría, como lo que era
y Siempre había sido…
Sí,
en cada renglón estrofado,
el
Amor, dijo aquí estoy:
por
dentro y por fuera,
por
ayer, por hoy y por siempre,
sujeto
al alfa y al omega
de
mi solitario Templo en todos…
En
mi sólo Ser Destino,
inagotable
y pertinaz,
como
toda la alcurnia de lo que He creado.
Sí,
tras el silencio inaudito de los siglos
por
inaugurar, el Amor dijo… ¡Big bang!
Y
sembró de todos a la Nada.-
(Ah,
en mi caso, no olvidó sementar
en
huesos húmedos y en sangre tibia,
la
voz azul de Sus silentes arrullos,
mientras
un Soplo divino me concedía
el
divino asombro que provocan
las
curvas del Destino
paseándose por
nuestras vidas).
ADRIÁN NÉSTOR ESCUDERO,
poeta y escritor argentino
MIEMBRO
HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
POEMA
DESTACADO y Top Content por la Administración y Dirección del Foro
(Roberto Xutchilt Pérez – México).
Directora
Responsable: Prof. Marisa Aragón Willner
HERMOSO POEMA. GRACIAS POR COMPARTIRLO
ResponderEliminarEstimado colega escritor muchas gracias por compartir este poema, está hermoso, saludos desde Santiago del Estero, Argentina.
ResponderEliminarexcelente
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