AÚN QUEDAN POR VIVIR
bajo ardientes soles de
primavera en flor,
anhelos infinitos y
promesas por cumplir,
ocultos pensamientos
guardados con fervor.
Anhelos andariegos
perdieron el camino,
las tímidas caricias
ofrendadas con fervor,
quedan las palabras en un
viejo pergamino
como raudos perfumes,
evocando el amor.
Bajo el hechizo encantador
de lo amado,
las palabras, unidas,
perdidas, olvidadas,
se callaron por siempre en
un gris soñado,
tristes vacilantes,
quedaron alejadas.
Los besos ausentes y
caricias fugitivas
quedaron en cristales de
olvido y soledad,
como pequeñas luces de lámparas
votivas,
fueron aves solitarias
llenas de orfandad.
Tímida sonrisa quedó en
nuestros labios,
bajo la tristeza que
cubría aquel cielo,
callados ideales como de
viejos sabios,
plasmados en la mente cual
suave terciopelo.
Y anclados quedaron los
barcos y veleros
listos para navegar, lejos
en alta mar
bajo la fantasía delirante
de luceros,
en el horizonte una
ilusión de amar.
Medellín,
octubre 20 de 2018
.
©ANA
OLGA HERNÁNDEZ OSORIO, poeta y
escritora colombiana
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
Excelente poesía. ¡Felicidades!
ResponderEliminarLetras llenas de sentimientos enraizados en aquellos cielos que alguna vez vivimos.
ResponderEliminarEn mi caso, aún queda la esperanza de vivir otro amor en un cielo más grande, más profundo...
Después de todo, la magia es una y es mía.
Gracias mi querida amiga por compartir esa hermosa inspiración.
Inspiración que lleva al alma a navegar en océanos de melancolía.
Gracias.Es un honor escribir para tan importante medio.
ResponderEliminarGracias
ResponderEliminarCuando el alma se arruga solo queda un sentimiento de lo que pudo ser y no fue, pero tiempos vividos que, son memorables y se guardan en el corazón, los años pasan y el recuerdo es finito, dulce y bello poema, para todos los tiempos
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