SONETO A UN MALEVO
QUE NO LEYÓ A BORGES
No recibió la herencia del
cuchillo
y con la droga reemplazó al
coraje;
se enroló en el moderno malevaje
de inconscientes con dedo en
el gatillo.
Lo trataba a su padre de masoca
porque supo ser siempre un
laburante,
mientras él era sólo un delirante
que pensaba en tener la mosca loca.
Pero un mal día se escurrió
la suerte
y boca abajo lo escrachó la
muerte
vestido de polera y metralleta.
Es la historia de siempre se
me antoja.
Que al que cruza al destino
con luz roja,
no le falta quien le haga la
boleta.
junio de 1974
©LUIS ALPOSTA,
poeta y escritor argentino
MIEMBRO HONORÍFICO DE
ASOLAPO ARGENTINA
No hay comentarios:
Publicar un comentario