LA MUSA YA NO GUIA
estando cerca mio estaba ausente;
no sé si fué veráz o si mentía,
o estaba en el futuro o el presente.
Qué cosas dicta Dios que, de repente,
se cubra de tiniebla el claro día;
que aquellos que creimos que vivía
estaba, ya, en el reino de la muerte.
Y así las horas vagan sin sentido;
la vida sin apoyo, siempre incierta
y en el mar del recuerdo un mundo hundido.
Y ahora, reclinada en una puerta
donde el ojo de Dios se ha detenido,
despreciada, la musa yace muerta.
JUAN PÉREZ CRUZ – Junín, Buenos Aires,
Argentina
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