HISTÓRIA
MANUEL
BELGRANO, MAESTRO MASÓN
El creador de la
Bandera Nacional y jefe del Ejército del Norte fue un destacado miembro de la
Masonería, según revela la investigación histórica de Antonio Las Heras.
Este 3 de
junio se cumplirá un nuevo aniversario del nacimiento de Manuel
Belgrano, ocurrido en el año 1770. Resulta, entonces, de interés,
indagar sobre uno de sus aspectos menos conocidos y más controversiales. Nos
referimos a su condición de Maestro Masón.
“La mención
de Belgrano como masón es probada por un testimonio traído por el historiador
Saldías y los recuerdos del general Enrique Martínez”, afirmó el
historiador Enrique de Gandía dando por terminado –a través de
la documentación necesaria– la controversia sobre si el Creador de la Enseña
Patria era miembro o no de la Masonería.
Esta
controversia tuvo sus fundamentos. Por un lado la falta de constataciones
documentales (obvio que tratándose de organizaciones secretas no habrían de
quedar disponibles libros de actas ni minutas sobre lo acontecido en cada
encuentro logial y por otro el hecho de la indiscutible condición de católico
practicante del general Belgrano lo que hizo suponer a priori a
algunos estudiosos que había una absoluta incompatibilidad entre ambas
filiaciones.
Sobre el
primer punto arroja luz Emilio Gouchón (1860/1912) quien fuera
tanto Gran Maestre como Gran Comendador del Grado 33, en su escrito “La
organización masónica en la independencia americana” dejando bien en
claro por qué no es posible hallar suficiente documentación que corrobore lo
que usualmente por tradición oral ha llegado a la pluma de los primeros
historiadores sobre la temática que aquí nos ocupa. “… el nombre de los
afiliados –explica Gouchón– era confiado principalmente a la
memoria, y los trabajos se hacía verbalmente, cuidando de no dejar constancia
escrita. La más mínima imprudencia, cualquier delación, podía hacer fracasar
los trabajos y comprometer la vida y libertad de los afiliados.”
En cuanto a
la presunta incoherencia moral de ser católico practicante y, a la vez,
Maestro Masón, la historiadora Lucía Gálvez se ha referido
al interrogante que algunos han planeado sobre cómo fue posible que personas
reconocidas por su condición de católicos practicantes hubieran pertenecido a
logias masónicas. Al respecto escribe: “La pertenencia a la masonería
no pone en duda, sin embargo, la fe cristiana de ambos héroes –se
refiere a José de San Martín y a Juan Martín de Pueyrredón– ni la del
general Belgrano, ni de tantos otros que veían en esa institución muchos
valores además de una poderosa ayuda para lograr la unidad y la independencia
de los pueblos de América.”
Aclarados
estos puntos, podemos manifestar que el general Manuel Belgrano (1770/1820)
cumplió el rito de iniciación (ceremonia de ingreso) a la Masonería, en
la Logia Independencia que, desde fines del siglo XVIII, trabajaba
en Buenos Aires. El ingreso de este patriota ocurrió durante el año 1795.
Integró, asimismo, la organización que pasó a la Historia de la Argentina con
el nombre de “Sociedad de los Siete” la cual, a los efectos
masónicos, era una estructura iniciática.
Así dejan
constancia los investigadores masónicos Jorge Silvestre y Víctor
Rodríguez Rossi, a quienes citamos: “La Sociedad de los Siete
fue una delegación operativa estrictamente masónica de la Logia Independencia.” En
ese mismo sentido se han expresado Enrique de Gandía, así como los
masonólogos Frau Abrines y Ariús Arderiu y Martín
V. Lezcano quien fuera miembro de la Academia Americana de la
Historia.
En el Diccionario
Enciclopédico de la Masonería, escrito por Lorenzo Frau Albines y Rosendo
Ariús Arderiu, se indica que la Sociedad de los Siete estaba conformada por Juan
José Castelli, Agustín Donado, Juan José Paso, Nicolás Rodríguez Peña, Hipólito
Vieytes, Manuel Belgrano y Feliciano Antonio Chiclana.
Comentan,
además, Silvestre y Rodríguez Rossi que dicha Logia Independencia, que fuera
fundada a fines del siglo XVIII “en el recientemente creado Virreynato
del Río de la Plata… tuvo como miembros a Juan José Castelli (que fungía como
Venerable Maestro); a su primo Manuel Belgrano, flamante secretario perpetuo
del Real Consulado de Buenos Aires; Juan José Paso, Feliciano Chiclana, Matías
Irigoyen, Nicolás Rodríguez Peña, Hipólito Vieytes, Juan Larrea, Domingo Matheu
y Antonio Luis Berutti.” Alcanza con leer estos apellidos que han
quedado grabados en las páginas de la Historia Argentina para comprender la
importancia y trascendencia que esa logia masónica tuvo tanto para aquel
presente como cuanto para el futuro inmediato y mediato que siguió.
De acuerdo
con el historiador y Maestro Masón grado 33 y último del Rito Escocés Antiguo y
Aceptado, Emilio J. Corbiere, ésta Logia Independencia fue la
primera que hubo en territorio de lo que, con el tiempo, se convertiría en la
República Argentina habiendo funcionado “con protocolos de autorización
otorgados por la Gran Logia General Escocesa de Francia.”
José Matías
Zapiola (1780-1874) dejó constancia de que Belgrano había sido miembro de
la Logia Lautaro de Buenos Aires (cabe la aclaración
geográfica puesto que hubo logias lautarinas en la ciudad de Santa Fe, Córdoba,
Mendoza, etc.) Si bien no todos los investigadores están de acuerdo en que
Belgrano haya formado parte de ella, lo cierto es que el testimonio de Zapiola
resulta invalorable pues sólo él es quien habla desde los hechos históricos en
los que participó.
El
mismo Bartolomé Mitre lo tuvo, a los efectos de historiar esa
parte de la Argentina, como sólido referente pues habida cuenta de su
longevidad y buena salud, estaba en condiciones de rememorar aquellos
acontecimientos que lo habían tenido como coprotagonista. Como ya hemos dicho
–y seguiremos expresando en otras partes de este libro– hechos sobre los
cuales, por el elevado secretismo que los mismos requerían, no se dejaba
constancia escrita o documental alguna. Todo circulaba “de la boca al oído”
(para usar otra expresión típicamente masónica) siendo la memoria el único
reservorio seguro.
Mientras
Belgrano tuvo a su mando el Ejército del Norte funcionó allí
una logia que lo tuvo como Venerable Maestro, denominación masónica para quien
ejerce la presidencia logial. Lo fue también de la Logia Argentina que se
reunía en la ciudad de San Miguel de Tucumán a la que fundó – según el
historiador de la Masonería Argentina Alcibíades Lappas – con Carta
Constitutiva (autorización) de la “Masonería de Nueva Granada” (sic). La misma
luego modificó su nombre por logia Unidad Argentina.
Por todo lo
expuesto, se hace irrefutable la condición de hermano masónico que tuvo el
Gral. Manuel Belgrano.
ANTONIO LAS HERAS- Buenos Aires, Argentina
MIEMBRO HONORÍFICO
Y ASESOR CULTURAL DE ASOLAPO ARGENTINA
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